lunes, 2 de julio de 2018

DICCIONARIO COLOQUIAL HUMORÍSTICO IV

DICCIONARIO DE PANDILLA IV




PONERSE LAS PILAS

Eran otros tiempos donde casi todo funcionaba a pilas, el transistor y cualquier artilugio viandante que pudieras llevar de un sitio a otro. Ahora pilas, lo que se dice pilas, solo las uso para los mandos del televisor y poco más. Ponerse las pilas era lo que hoy llamaríamos recargar batería, recargamos el móvil enchufándolo a la red, al ordenador, al coche, con el cable USB las pilas han dejado de ser esenciales en nuestras vidas. Como mis años ya no me permiten formar parte de pandillas desconozco si se ha cambiado por "enchúfate el USB" o algo por el estilo. Estar sin pilas era estar deprimido, alicaído, tontaina, tristón, no mirar ni cuando pasaba una chorba de buen ver. En aquellos tiempos se hablaba poco o nada de depresión o enfermedad mental, simplemente estabas sin pilas. No podías salir así con la pandilla so pena de convertirte en un "muermo", casi el peor de los personajes de pandilla.




MUERMO

Un muermo era un miembro de la pandilla que se tomaba una cocacola en lugar de un gintonic o un cubalibre. Si no dabas unas caladas al porrito eras un muermo. Si no le decías algo, lo que fuera, a una chica guapa que pasaba por tu lado, eras un muermo. Si no te gustaba este o aquel cantante, rock, eras un muermo, salvo que en tu pandilla gustara el jazz, la música negra, entonces se aceptaba que no eras un muermo, sino que discrepabas o te gustaba la música minoritaria. Eso sí, si te gustaba la música clásica eras un muermo sin remedio. Eras un muermo si te entraba el sueño y te ibas a casa antes de que se cerrara la discoteca o no querías tomarte el chocolate con churros antes de retornar a la piltra antes de las ocho o las nueve de la mañana.




PILTRA

La piltra era algo más que irse a la cama, fuera esta grande o pequeña, estuviera en casa de mamá o en un piso cutre. No te ibas a la piltra con la novia, sino a la cama. Irse a la piltra era lo último, cuando estabas muerto, o demasiado "cocido" para andar al fresco. Uno se va a la piltra como los vampiros se iban al ataúd o a la tumba, porque si llega el sol te puede cocer vivo. A la piltra solo se van los miembros de la pandilla cuando se quedan dormidos en cualquier sitio, incluso en el asfalto, cuando se ha cerrado todo el ambiente nocturno, discotecas, pubs, guateques, tugurios, parques, cuando la policía te mira mal allí donde te encuentre. En la piltra lo único que haces es dormir tranquilamente el sueño de la muerte hasta que resucitas y comienza otra vez la movida. En la piltra no se lee o se escucha música o se rumian los problemas, llegas como puedes, te dejas caer a plomo y que la piltra te acoja.

EL HUERTO

Cuando ligas no te la llevas a la piltra, ni siquiera a la cama, te la llevas al huerto. El huerto es un lugar indefinido que lo mismo puede ser el asiento trasero de un coche que un trozo de césped escondido tras un seto, que el apartamentito del pijo de la pandilla que lo tiene porque le pagan el alquiler los padres o porque le han enchufado a una buena central eléctrica. En el huerto solo se hacen guarradas, porque al amor romántico no te lo llevas al huerto sino a dar un paseo a la luz de la luna o de viaje al extranjero o al cine. En aquellos tiempos las parejas de hecho eran solo para los valientes y discretos, antes del matrimonio un romántico no se llevaba a la novia al huerto, eso solo estaba previsto para aquellas que la pandilla calificaba de "guarrindongas". Eran tiempos machistas, sexistas, donde la mujer era objetivada con mucha frecuencia, era ciudadana de segunda clase, se la trataba como un divertimento de discoteca y solo se le decían cosas bonitas en la intimidad, cuando no había nadie que pudiera contárselo a la pandilla. El huerto era el lugar donde crecía el deseo, la libido, donde iban los cachondos que tenían la suerte de encontrar una "guarrindonga". Los tiempos no han mejorado aquella repugnante situación porque ahora muchas pandillas se han transformado en manadas de bestias sin cerebro que aprovechan la selva nocturna para buscar las presas más fáciles. Aquellos tiempos fueron los que fueron y las pandillas normalmente solo servían para ir juntos a las discotecas, o beber, o fumar porros, porque había mucho miedo y mucha baja autoestima y cuantos más mejor, menos se notaba el miedo, pero desde luego que hubiera sido inimaginable la manada, producto de el Internet más oscuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario