sábado, 27 de octubre de 2018

CEMENTERIO DE HALLOWEEN II


















CEMENTERIO HALLOWEEN II

Me apresuré hacia donde se veían luces y se escuchaban coplillas y músicas. Tal vez, pensé, me encuentre con viejos amigos, con Mujersol, con Teseo, con Cyrano, con... Pero hubiera sido demasiada casualidad. No sabía dónde me encontraba, tampoco sabía exactamente dónde vivían MujerSol y Teseo, a pesar de que me habían dado sus señas. ¡Vaya usted a saber dónde se encontraba el cementerio Hallowen!

Era posible que muy al norte, cerca del territorio gringo. Entonces caí en la cuenta que mi cansada vista y la noche me podían haber jugado una mala pasada.

No se trataba de "Cementerio Hallowen" sino de "Hello, gringo, ven". Acortado en Hellovén.

A mí al menos se me hubiera ocurrido gastar esa broma, de haber sido mexicano. Aunque me parecía que los mexicanos eran muy discretos, educados y elegantes. Al menos esa conclusión saqué cuando me visitó Teseo en España.

Caminaba linterna en ristre, temblando de incertidumbre y deseando un tequilita para mis nervios, cuando desde detrás de una tumba me salió una figura al paso.


Me detuve asustado y mi corazón golpeó contra mi pecho, plof y plof y más plof. No cabía duda de la naturaleza de la figura encontradiza. La cara lívida, ojeras y círculos rojizos en los ojos, dentadura podrida y un traje de charro mexicano sobre su delgada silueta.

No encontraba palabras para dirigirme a él. Sin embargo él si las encontró para saludarme con mucho cariño.

-Hola amigo Slictik. He oído hablar mucho de usted.

-No sé si eso será bueno o malo. Que los muertos hablen tanto de mí. ¿Cuál es su nombre, amigo?

-Don Segismundo, para servirle.

-Si quiere servirme me vendría bien un trago de tequilita, para calmar los nervios y entonar el cuerpo. Por cierto, ¿no será usted ese de "La vida es sueño" de Calderón?

-Aquí tengo una botella de tequila que los muertos fabricamos para este día tan señalado. Si quiere algo comestible también he arramblado con productos típicos de la tierra, de la fiesta que están celebrando al otro lado de este cementerio.


Me tendió la botella y bebí un buen trago. Era fuerte, muy fuerte, buen tequila, pero con un sabor raro, como a raices de árboles milenarios y a bayas recogidas tres mil años atrás. Muy fuerte y muy añejo, sin duda.

Necesitaba el trago para enfrentarme a Don Segismundo pero también para bajar la comida. Dando vueltas por ahí me encontré una taberna mexicana donde me puse ciego de comer frijoles con carne, bien picantitos, y ahora me saltaban en la barriga. El tequila me vino soberbio para diluir la danza de la panza. Lo que no esperaba fue que algo me viniera a la boca y saliera sin poder remediarlo.

-Bruaaff.... Bruaaafff

Eran eructos poderosos que me dejaban el cuerpo más tranquilo, aunque la preocupación por cómo se tomarían lodifuntos semejante falta de respeto, y más Don Segismundo, allí presente, me hizo poner la mano en la boca como un silenciador.


-En vida me llamaban Don Segismundo, ahora no me llaman, por eso he tenido que salir a buscar compañía en fecha tan festiva. En cuanto a si la vida es sueño a mí al menos se me pasó en un sueño, lo malo es que la muerte es dormir más que otra cosa. Teniendo en cuenta que la vida es sueño y la muerte dormir profundo yo diría que el ser humano duerme más que un lirón. Sin tiempo para la reflexión y el cariño. Lo que más eché de menos en via fue el cariño y lo que más hecho de menos en la muerte es el cariño. ¿Podría darme un abrazo, Slictik?

Yo deseaba acercarme a la fiesta por si podía ver por allí mis viejos y queridos amigos y también por encajar a Don Segismundo en un ambiente donde me diera menos miedo. No obstante me acerqué hasta él y le dí un fuerte abrazo. Era tan delgado que yo diría que estaba en los puros huesos. Sin carne para atenuar el choque sentí como si abrazara a un esqueleto.

-Siéntese amigo sobre esa tumba y tome un traguito más, que veo que le gusta este tequilita. Yo tomaré otro para animarme.

Hice lo que me aconsejaba, justo a tiempo, porque no me sostenían ya las piernas. Pero no pude evitar lo que me ascendía por el tubo hacia la garganta.

-Bruaaafff...

-No se sienta molesto. Es señal de buen provecho y a los muertos no solo no nos enfadan sino que sentimos envidia. Los gusanos comieron nuestras carnes (¡Para lo que las necesitábamos!) y ahora con los huesos no podemos ni abrazarnos sin sentir las aristas.

-¿Por qué no me cuenta la historia de su amarga vida?

Eché un buen trago de la botella que me tendía y se la devolví. Él echó otro y se dispuso a contarme, no sin antes abrir su boca en una sonrisa que me permitió ver una dentadura podrida y una boca profunda, como la puerta del infierno.

-¿Por qué piensa que la vida de los difuntos ha sido amarga? ¿Por qué ya no estamos vivos? La mayoría de las veces la vida es más amarga que la muerte. ¿Mi vida amarga? Jeje

-Me alegra de que sea usted una de las excepciones a la regla. Imagino que si hiciéramos una encuesta entre los vivos la gran mayoría pensaría que su vida es amarga.

Continuará .
Slictik




lunes, 22 de octubre de 2018

CEMENTERIO DE HALLOWEN


CEMENTERIO HALLOWEEN

Viernes, 31 de Octubre de 2008




Mi visita al cementerio Halloween

Me perdí en la noche. Es fácil que me pierda de día, asi que no me sorprendió que me perdiera de noche. Comencé a dar vueltas y vueltas con el coche sin ver nada hasta que cansado paré el motor y salí del vehículo.

No he mencionado que estaba de vacaciones en México. Había oído hablar a unos buenos amigos mexicanos, Teseo y Mujersol, de las fiestas de difuntos que se celebran allí y conocía un poco del festejo gracias a mi afición a los documentales. Así que me dije. Esto está chupado. Me compro un billete, me voy a México, alquilo un coche y voy a ver a mis amigos y disfrutar de la fiesta.

Sí, sí, conociéndome como me conozco tenía que haber contratado una guía turística o al menos haberme llevado conmigo a Milarepa, un buen amigo, que siempre me saca de los líos en los que me meto.

¿Que quién soy? Algunos me llaman Slictik y yo suelo llamarme tonto, sobre todo cuando me pierdo en plena noche, sin comida, sin bebida, y sobre tod sin compañía.

Como digo salí del coche con una linterna que encontré en el maletero. Por suerte mi maletero parece un gran almacen de cosas viejas e inútiles, pero la linterna me serviría.

La encendí y me puse a caminar. Encendí un pitillo y me dije que lo peor que me podía pasar es que me abdujeran los extraterrestres. Pero no se veía ninguna nave... al menos de momento.

Lo que sí estaba viendo eran unas lucecitas titilantes en dirección sur, o puede que fuera norte o cualquier otra. En el maletero no llevaba brújula ni mapas.

Allá que me fuí, pensando que donde hay luces hay vida y donde hay vida siempre hay alguna mujer comprensiva con un tonto.


De pronto recordé que era el día de difuntos o Hallowen más al norte. En mi pais, España, perderse de noche y cerca de un cementerio eriza el vello de algunos. Si además es día de difuntos uno sale corriendo. Las flores se llevan de día. Se hace cola para entrar al cementerio y vas a la tumba de tus seres queridos. Echas unos rezos si eres creyente y si no lo eres pones las flores y haces un poco de limpieza. En España el día de difuntos es bastante serio, casi dramático, nada de fiestas ni de bromas. Y si alguno se atreve a hacer bromas se arriesga a que un creyente malhumorado le ponga las peras al cuarto.

¡Pero estoy en México! Aquí sí valen las bromas y las fiestas. ¡Menos mal!

Las lucecitas eran fuegos fatuos en un cementerio. Me acerqué hasta la puerta y pude leer "Cementerio Hallowen".

Bueno, pensé, puede que no sean luces fatuas, sino mexicanos que están celebrando el día de difuntos. Necesito un buen trago y algo de compañía.

Me puse a saltar la valla con tan mala suerte que el pantalón se me enganchó en la punta de un hierro por la culera y tuve que dejarme de reflexiones elegantes y salvar el pellejo.

En aquel cementerio no tenía ningún ser querido, aunque como dice Milarepa, puede que en cada cementerio del mundo tengas varios seres queridos y no lo sepas. Él cree en la reencarnación. Yo ni creo ni dejo de creer. Pero necesitaba compañía

Me puse a caminar entre tumbas, con la linterna en ristre y la culera del pantalón con un siete. ¡Menos mal que era de noche y que allí no había nadie!

¿Y los difuntos?

En España no solo se respeta a los difuntos, la mayoría les tiene miedo y si alguno se les apareciera en un cementerio saldrían como almas que lleva el diablo. Yo no tengo miedo. Estoy acostumbrado a que mis personajes me den sustos, incluso en plena noche.

¿Que no tengo miedo?

De pronto escuché voces a lo lejos. Si hubiera tenido vello se me hubiera erizado. Por suerte ya no tengo,y sin depilación.

Me dije que estaba tan solo que hasta que saliera un muerto de su tumba me vendría bien. Y si me contaba una buena historia... mejor. Y si me invitaba a un trago de tequila... le daría un abrazo.


Continuará 
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Slictik 
Slictik

sábado, 20 de octubre de 2018

3001 ODISEA DE LA JUSTICIA V





PIZARRÓN PARA QUE SE MUELAN A PALOS LOS COMENTARISTAS, ANALISTAS, ASESORES Y LA MADRE QUE LOS ECHÓ AL MUNDO A TODOS

SR. BUENAVISTA

Por fin. Ya creía que me iban a amordazar, precisamente ahora, en plena crisis económica, cuando más necesaria es la opinión de un economista.

En cuanto a quien dude de mis contactos decirles que se pongan en contacto con los “Hackers-Mates”. Ellos han entrado en ese artilugio demoniaco, que ahora parece utilizan los cuerpos de seguridad, no se sabe sin con permiso de los jueces o no, y que no recuerdo cómo se llama y que sirve para espiar nuestras conversaciones telefónicas y ver nuestros correos electrónicos. Allí están claramente reflejadas mis conversaciones con el Sr. Presidente del Gobierno, con todo el sistema financiero, de “pé a pá” y con los sindicatos. También pueden pedir que les dejen ver si les han espiado a ustedes o no. Pero para eso tendrán que llegar a un trato con estos terribles hackers, los mejores, no solo dan jaques, sino mates.

En cuanto a mi interés en intervenir se debe a opiniones económicas vertidas por el narrador y que no comparto:

-Primera: Que la economía es o no mecanicista y si Milarepa o un servidor tienen razón se sabría cuando los humanos que intervienen en la economía lo hicieran bien, de forma perfecta. Entonces… entonces si las crisis económicas siguieran sobreviniendo yo tendría razón. La economía es mecanicista. Caso contraria saludaría con las manos en el pecho a Milarepa y le diría: efectivamente, hermano en el Todo, usted tiene razón, la economía no tiene arreglo porque los humanos no tienen arreglo.

-SEGUNDA.- Me gustaría hablarles largo y tendido de la productividad, pero eso me llevaría demasiado tiempo. Baste con que sepan que a principios del siglo XX un economista sentó las bases del cálculo de productividad. Pueden buscarlo en Google. Y que la sustitución de funcionarios de justicia por robots no fue debida a su baja productividad, sino a que un esclavo sale mucho más barato. Apenas necesita un poco de comida, cuanta menos comida más barato saldrá. Y si lo dejan desnudo, en pelota picada, se ahorrarán gastos en ropa. Así pues los funcionarios eran humanos, cometían errores, pedían aumentos de sueldos, traslados a tiempo, oposiciones a tiempo, mejores medios, más personal y más especializado… Eran un auténtico engorro. Les sustituyes por robots, y aunque te cueste el presupuesto de dos años, sabes que luego no habrá sueldos, ni traslados, ni leches, porque los robots son cosas y por tanto esclavos y por tanto…



PROFESOR CHIFLADO

Reitero, no tengo la culpa del portentoso algoritmo que facilitó la sustitución de funcionarios de justicia por robots. Sé que me andan buscando para molerle a palos, pero todo es falso y yo buscaría a malas lenguas, tales como Marianela la criticona, experta periodista del mundo del corazón, quien, creo, ha difundido bulos sobre mí.

PIRULO, FÍSICO TEORICO, POR ALUSIONES

Solo matizar que formé parte de la comisión asesora para robots-jueces. Que el fallo de este proyecto no fue culpa mía. Que un robot no puede ser un buen juez puesto que se olvida del lado humano, al que no comprende porque no es humano. Que el algoritmo del profesor Cabezaprivilegiada era tan complejo que ni yo ni Karl Future pudimos hacer entender al robot-juez que la ley no puede ser tomada nunca en sentido literal, dura lex, ni tampoco ser tan flexible e interpretable que dos jueces digan lo contrario uno de otro y todo el mundo se quede tan pancho.

KARL FUTURE, LLEGADO DEL FUTURO, AUNQUE NADIE SE LO CREA, HUYENDO DEL APOCALIPSIS. SE DICE QUE VIENE DEL 4001, OTROS DICEN QUE DEL 5001… A SABER

Tan solo decir que en el futuro no funcionaron los robots-jueces, ni los robots funcionarios de justicia ni de nada, ni las robotinas o robotines (como los llama el narrador) para prestaciones sexuales. Un robots es siempre un robot, aunque se vista de seda, robot se queda. Lo que sí ocurrió es que los humanos acabaron por ponerse tantas piezas y modificaron tanto sus genes que se transformaron en hombres biónicos. Si un juez humano es malo e imperfecto, aún teniendo la capacidad empática de ponerse en la piel de otro, un robot es como una sierra metálica, como la sierra de la matanza de Texas, todo lo corta por la mitad, porque piensa que las mitades son las más justas de las partes. Salí huyendo por patas del futuro porque ustedes se darán cuenta del terrible follón: a no ser que no se encuentren piezas de recambio, los humanos viven lo que quieren, con el problema de la edad de jubilación, la superpoblación, la productividad, etc. El problema se lo dejo al Sr. Buenavista.

PROLETARIOS Y FUNCIONARIOS DEL MUNDO, UNÍOS, DICE EL SR. BAUTISTA, SINDICALISTA

Me van a cerrar el pizarrón, alguien está contra mí. Antes de que bajen la persiana, decir que algún les contaré la odisea de la nueva oficina judicial, les contaré cómo la lucha heroica de los sindicatos no pudo impedir que fueran sustituidos por robots y cómo, digan lo que digan, los sindicatos somos necesarios y no se puede meter en la misma maceta a un sindicalista y otro, a un funcionario y otro, a un político y otro…(bueno, en ese caso, tiene más sentido porque todos producen “abrojos” y crisis económicas)…

La madre que… Ya me han cerrado el pizarrón.



jueves, 11 de octubre de 2018

3001 ODISEA DE LA JUSTICIA IV




ALGUNOS DATOS ESENCIALES PARA COMPRENDER

HUMILDÍSIMA NOTA DEL AUTOR

Abjuro de este delirio. Alguien usurpó mi nombre, el narrador, y lo colgó aquí sin mi permiso. Les ruego que no me metan en danza. Si alguien quiere saber sobre mí o hacerme alguna pregunta, o sugerencia, o contestar a mis dudas vitales o compadecerme, puede escribirme a mi correo privado, papus21@hotmail.com (abstenerse hackers). Si quieren saber cuántas pulsaciones doy al portátil o cuántas pulsaciones tengo cada día, esperando el concurso de traslado, pueden preguntarme.

Si quieren meterse con el narrador, háganlo, si quieren decirle algo a Gestoreitor o Tramiteitor, háganlo. Si quieren decirle algo a Milarepa o encargarle algún invento al profesor chiflado, háganlo. Pero por favor no me metan en danza y cuando se dirijan al narrador, encabecen  “Para el narrador”, etc y así todo será más fácil.

3001, ODISEA DE LA JUSTICIA 

   EL TRASLADO DE GESTOREITOR

Tramiteitor se encontraba con la cabeza hundida en el viejo ordenador del año 2000. Sus dedos metálicos daban a las teclas casi a cámara lenta. Lo hacía porque el trabajo se había terminado. Nadie asomaba ni un pelo por la puerta, por miedo a que Gestoreitor se lo depilara. Pero como había salido así de fábrica, programado para trabajar, le era preciso disimular a toda consta.´

De pronto Gestoreitor comenzó a dar grandes saltos. Las paredes retumbaron, el suelo se agrieto y Tramiteitor, asustado, echó mano al cajón y sacó un destornillador. El primero no cesaba de gritar: ¿Dónde está mi concurso de traslado? Quiero mi concurso de traslado. Y el segundo no cesaba de intentar acercarse por detrás, el destornillador en ristre. Logró introducir una milésima de segundo el instrumento en la ranura de la espalda de Gestoreitor y giró un poco el tornillo.

Gestoreitor dejó de saltar y se puso a llorar como un niño.

-¡Buah! Mi familia está partida por la mitad. Mi esposa sola. Mis hijos lloran todas las noches preguntando por su mamá y cuando van a verla lloran por su papá. Echo mucho de menos a mi esposa. Voy a morir de amor como Romeo.

Tramiteitor lo consoló como pudo:

-Tú no tienes familia, ni esposa, ni hijos, ni esperas ningún concurso de traslado. Tú eres un robot, como yo, pobre amigo. Algo está fallando en tus circuitos. Tendré que llamar al programador, antes o después. ¿Me autorizas?

-No. Yo soy un humano, tengo corazón, un corazón enamorado, un corazón paternal. Quiero que saquen el concurso de traslado de una vez, para pedir una plaza al lado de los míos. Si no lo hacen pronto, moriré desesperado y enterrarán mis huesos en un muladar.

Tramiteitor introdujo otra vez el destornillador por la ranura y dio varias vueltas al tornillo. Gestoreitor se calmó un poco. Lloriqueaba y babeaba cada dos por tres. Su compañero no sabía qué hacer. Llamaría al programador y que éste se arreglara como pudiera.

Entonces entró AuxEjecutoitor, Mari para los amigos. Tramiteitor vio luz en lo alto. Se acercó a ella y le cuchicheó a la oreja.

-Tienes que llevártelo fuera, algún embargo, algún lanzamiento. Dale algo que llevarse a la boca o acabará con nosotros. Enséñale a distinguir humanos de robots haciéndoles cosquillas y procura que no piense mucho en el traslado o tendremos un serio disgusto.

AuxEjecuteitor salió llevando del brazo a Gestoreitor, como una madraza haría con un niño. Mientras, Tramiteitor llamó al programador. Para disimular se puso a teclear con lentitud, la a con la e, “e”, la …

No se pierdan el siguiente episodio, titulado “El programador”.



NOTA DEL NARRADOR

Para quienes anden un poco despistados debo decirles que los japoneses hicieron los robots a imagen y semejanza de los humanos que iban a reemplazar. Por eso Gestoreitor y Tramiteitor son hombres y AuxEjecuteitor, mujer. No porque lo quiera yo, un mísero narrador, sino porque así son las cosas. Debo decirles que los robots de justicia no tienen sexo y que sus nombres y figuras solo son eso, carcasas para contener sus circuitos. Los robots con sexo son carísimos y solo los tienen cuatro millonarios.

AuxEjecuteitor se llama Mari porque no quiero poner el verdadero nombre de la heroína que me inspiró el personaje. Se llamaba Laurita y nos tronchábamos de risa con las estadísticas. Ninguna coincidía a la primera. Yo le decía con mucha chunga: no te preocupes, un robot lo haría con la gorra. Y no me equivoqué. Ni en sueños hubiera imaginado que esto llegara a suceder realmente.

Yo estaba muy enamorado de Laurita, pero guardaba las formas, no iba con bermudas al trabajo y solo la miraba de reojo, cuando ella no podía verme y nadie en la oficina me miraba. La echo mucho de menos. ¡Buahhh! ¿Dónde estará? ¿Seguirá viva o habrá perecido en la primera etapa de control robótico?

Si algo no entienden pregúntenme sin recelo ni vergüenza.

COMENTARIO DEL SR. BUENAVISTA, ECONOMISTA

Se me pasaron los capítulos anteriores. Con esto de la crisis uno no para. El gobierno quiere que manipule las estadísticas, el sistema financiero quiere mi asesoramiento, los sindicatos han pedido mi opinión… Dejaré mi comentario para el próximo episodio.

3001, ODISEA DE LA JUSTICIA 



EL PROGRAMADOR, PRIMERA PARTE

El día sigue despejado en Hawai, mucho sol, mucho calor, muchas robotinas en bikini por la playa, muchos robotines en tanga, y algún que otro humano, tal vez muchos. ¿Pero quién puede distinguir uno de otro? No creo que la técnica de AuxEjecuteitor –hacer cosquillas- sea realmente efectiva.

El calor resultaría insoportable sin el termostato que todos llevamos incorporado. Antes de salir de casa, de la casa inteligente y con patas, uno le pregunta, a la casa, como quien no quiere la cosa: ¿Qué temperatura tenemos ahí fuera, preciosa? Según lo que diga, 50 grados a la sombra, 60 o incluso 70, uno regula el termostato, pongamos a 30 grados, es verano, o si quieres sudar un poco puedes subir hasta los 40. Lo haces antes de abrir la puerta, por eso la oleada de calor tórrido no te pilla descuidado. Claro que sin otros artilugios y modificaciones colaterales el termostato no serviría de nada, te derretirías en un par de segundos.

Llegas a la playa en tu robot-móvil y te tumbas en la hamaca a tomar el sol. Desembalas tu portátil, que puede hacer de todo… bueno, menos sexo…es decir, buen sexo, porque hoy sexo lo hacen hasta las tostadoras, y te pones a dictarle a Marietta (así llamo yo al sistema operativo)… “Tramiteitor esperaba al programador con un cierto miedo…”

De vez en cuando Marietta te interrumpe, con su voz dulce, acariciante, sugerente y te pregunta: ¿No sería más conveniente seguir los pasos de Gestoreitor y de AuxEjecuteitor, la línea argumental así lo exige, y ver cómo se desenvuelven en un embargo o en un lanzamiento?

Tú la llamas de todo mentalmente pero te callas, porque si la insultas se bloquea y te puede tener a dieta durante un par de días.

En realidad yo quería comenzar este capítulo dando algunos datos esenciales, de otra forma será complicado entender lo que va a ocurrir. Datos tales como que los Secretarios Judiciales fueron también transformados en robots y llamados Secretarius, AX al cuadrado, etc. Desapareció su faceta de jefes de personal (los robots son obedientes a las tres leyes de Asimov, más unas cuantas más)y pasaron a ser “coordinadores”. En cuanto a los Jueces fueron llamados “Magister Justitae” y su tarea primero fue encomendada a robots especializados, como esto diera pésimos resultados, luego se formó una plantilla de jueces humanos y otra de robots sofisticados en periodo de prueba. Pero ya hablaremos más de ello en su momento.

En cuanto a los programadores… Creo que lo dejaremos para el siguiente episodio. Ahora me toca levantar la cabeza, dejar de dictar a Marietta y ponerme a ver robotinas en bikini. En el siguiente episodio hablaremos más del gobierno… quiero decir, de la Justicia.

NOTA DEL PROFESOR CHIFLADO

Quiero hablar, déjenme comentar algunas cosillas…

RESPUESTA CONTUNDENTE DEL SR. BUENAVISTA

Me toca a mí. No consentiré que nadie se me cuele.

DIRIME EL NARRADOR

Nada que les dejaré un pizarrón especial solo para ellos. Puede que se cuelen también Pirulo, físico teórico; Karl Future y algún otro, que formaron parte de la Comisión asesora para robots-jueces. Seguro que Bautista, el sindicalista tiene algo que decir y alguno más. Allá se muelan a palos entre ellos. Yo voy a descansar y si descubro alguna humana de buen ver… pues ya veremos.

RESPUESTA DEL NARRADOR PARA MGB Y TRAMITEITOR

    Antes que nada agradeceros vuestra participación, estimados lectores, telespectadores o protagonistas de Perdidos, que os habéis quedado en el año 2010, cuando el tiempo ha continuado avanzando y ahora estamos en el 3001, a finales de febrero, por carnaval, más o menos.

     Recordaros que para cualquier pregunta o sugerencia deberéis encabezar: "Narrador", "Profesor chiflado", etc. No deduzco ninguna pregunta o sugerencia de vuestras intervenciones, aunque parece que alguien duda de que el Sr. Buenavista, economista, asesore al gobierno, sistema financiero, sindicatos, etc. Seguro que él tiene alguna respuesta.

      En cuanto a la Nueva Oficina Judicial se tratará en su momento y el narrador contará lo que pasó y lo que no pasó. Sabremos qué caminos inexcrutables siguió, cómo dio sus pasos de bebé y terminó... ¡Dios sabe dónde! Creo que el Sr. BAutista, sindicalista, dará su versíón del tema y también hará una crónica, desde su punto de vista, de la lucha sindicalista antes de que los funcionarios de justicia fueran desplazados por robots y cómo se lanzaron a las barricadas y movilizaciones etc etc.

     Recuerden dirigirse a quien proceda en el encabezamiento de sus intervenciones y en cuanto a sus sugerencias sobre cómo debe encarrilarse la historia, los temas que aún no se han tocado, etc hagan cuantas deseen y diríjanse al narrador. Éste, o sea el narrador, está un poco hasta la coronilla de las sugerencias de Marietta, su portatil, pero seguro que con ustedes será más amables. Al fin y al cabo son humanos, aunque perdidos en el tiempo, ¡No hace nada que pasó el 2010!


miércoles, 3 de octubre de 2018

3001 ODISEA DE LA JUSTICIA III





TERMINO CON LOS DATOS Y SIGO LA HISTORIA

Hay muchos más datos que deberían conocer, pero no quiero atosigarles, porque aunque los funcionarios de justicia estén acostumbrados a estar constantemente inundados de datos y más datos, todo cerebro tiene un límite y el nuestro lo está alcanzando ya.

Baste de momento con que sepan que el mundo no es lo que era. En cualquier momento las máquinas pueden asaltar el poder como en Termineitor y las Crónicas de Saraha Connor, y necesitaremos muchos capitanes rebeldes, como ese muchacho, ¿cómo se llama? Uumm Bueno, no me acuerdo. Lo importante es que estén preparados y sigan las peripecias de estos robots de Justicia. En cuanto puedan háganse pasar por ellos y escóndalos en un sótano. Imiten su sonrisa metálica, procuren sacar tantos asuntos como ellos, o al menos un cincuenta por ciento, y esperen a ver en qué acaba todo esto.

No hagan caso de lo que les diga el chiflado del profesor. Que dé la cara. Que salga de su bunker y nos explique qué hay de mentira en lo que estoy contando.

El proceso fue largo, pero llegaron a lo que pretendían. Querían una economía perfecta, sin crisis periódicas, mano de obra barata y muy productiva. Con los robots encontraron el elixir de la perfecta economía. ¿Qué se necesita más producción? Pues se les programa a doble velocidad. ¿Qué se necesita menos? Se les ralentiza. ¿Qué hay que despedir? Pues se les hiberna en almacenes perfectamente acondicionados y con un robot barato echando aceite a sus junturas y limpiando el polvo de sus carcasas. Así hasta que haya que contratar mano de obra. Entonces se les saca del almacén. Se les pone a punto y se les reintegra a su puesto de trabajo.

¿Que eso no soluciona el problema del consumo? Se programa a los robots para que compren todo lo que se produce. ¿Que se necesita más consumo? Se les acelera para que se pasen el día comprando, de tienda en tienda. ¿Que ya no es preciso consumir tanto? Se les quita un chip y se les pone otro y a estar en casita, viendo la televisión.

Todo tiene solución si se sustituye a los humanos por robots.  El problema es que los humanos sigamos viviendo y poblando el planeta sin que la economía se vaya a pique cada dos por tres o consumamos más de la cuenta o menos de lo necesario o decidamos tener muchos hijos o pocos o ninguno o seamos libres para ver los programas de televisión y las películas que se producen o decidamos comprar tantos libros de repente que hagamos millonarios a los editores y a los escritores (menos que a los editores) o un día decidamos estudiar economía y así no puedan engañarnos con eso de que la economía es lo que es y a ti te encontré en la calle o pensemos por nosotros mismos y decidamos que los políticos no nos sirven o que los gestores que tenemos son una birria y los cambiemos. La solución no es el socialismo ni el capitalismo ni ningún “ismo” que se les ocurra. La solución es el ser humano. Y no el “humanismo”, porque eso ni sé lo que es ni me importa.

Y perdonen el rollo que les he soltado, pero me he puesto a mirar a una preciosidad en bikini, se me caía la baba, hasta que me puse a pensar por mí mismo y comprendí que era una robot y que en la cama puro mecanicismo y que fuera de la cama idem de idem. Me he puesto muy triste, pero ya se me pasará.

En el siguiente capítulo contaremos cómo Gestoreitor decide pedir el traslado. La reacción de Tramiteitor y cómo viene en su ayuda AuxEjecuteitor y otras peripecias igualmente regocijantes. De la edad de jubilación hablaremos más adelante. Aún hay tiempo hasta los 67,68,69,70. Como todos los funcionarios del 3001 son robots bien podrían jubilarse a los 500 años o no hacerlo nunca. Un robot nunca se queja, por eso es un robot.



COMENTARIO MÍSTICO DE MILAREPA

No hagan caso de paraísos artificiales, de economías sin altibajos ni crisis, de futuros sin problemas, repletos de ocio, de robotinas en bikini, y de dinero virtual que se consigue con solo respirar. Ser humano conlleva un dolor permanente. Ser humano es aprender las lecciones tras cada crisis. Ser humano es poder decir no y aceptar las consecuencias. Ser humano es aceptar con dignidad las desgracias de la vida y luchar por la justicia, por la verdadera justicia, porque el maestro Jesús ya lo dijo: Bienaventurados los que luchan por la justicia.

No acepten que los transformen en robots. No hagan caso de dogmas mecanicistas. La economía no es como es porque no puede ser de otra forma. Eso es puro mecanicismo. Los humanos la manejan y la economía es un instrumento en sus manos. Si nos proponemos metas humanas y somos solidarios descubriremos que la economía funciona (¡Milagro!) y que algún día nos podremos jubilar a una edad razonable y que los funcionarios de justicia nunca serán sustituidos por robots y que los parados encontrarán trabajo cuando los cabezas cuadradas dejen de pensar en la matemática y piensen en el ser humano.

Algún día les hablaré del ser humano, como algo más que un cóctel de hormonas o una fábrica de genes. Algún día descubrirán que solo el lado espiritual del ser humano le librará de su crisis permanente, de su ruina. Porque mientras pensemos que solo somos cuerpos o estructuras de ladrillos genéticas ambulantes nos resultará complicado ver al otro como a un hermano. Cada uno luchará a muerte por lo suyo y las soluciones que nos daría la solidaridad habrá que buscarlas en guerras fratricidas entre robots. Entonces podrá ocurrir que se fije la edad de jubilación a los cien años, que los gobiernos saquen de la crisis a la banca y al sistema financiero y dejen hundirse a los trabajadores. Todo dependerá del sistema político, de los votos y de las estrategias. Digan no. Somos humanos. Queremos que se nos respete, que se nos considere como a tales y que se dejen del mecanicismo de las crisis. Un ser humano solidario sabe cómo salir de cualquier crisis y un ser humano que luche por la justicia sabe cómo enfrentarse a las injusticias. En otro momento les hablaré de su lado espiritual. Ahora sigan con la crisis.



NOTA DEL NARRADOR PARA SUS FUTUROS TELESPECTADORES

Nada de lo que aquí se cuenta es verdad, ni ha sucedido, ni sucederá nunca. Todos los personajes que aparecen son ficticios, puesto que como todos ustedes saben Japón aún no se ha puesto a fabricar robots como churros.

Así pues disfruten y ríanse como yo a carcajadas. Ustedes no están en una playa de Hawai, con éstas bermudas horripilantes, pero aún desde su oficina podrán echar a volar la imaginación y divertirse un rato… hasta que llegue el monstruo de humo, como en Perdidos, y tengan que salir por piernas.

No se crean nada, como no se lo creían los protagonistas de Perdidos, y ya ven dónde están ahora, luchando por su supervivencia, dando vueltas y más vueltas a la noria del tiempo que los lleva de una dimensión a otra, los trae, hace que se olviden, luego recuerdan, luego vuelven a olvidar y están aquí y están allá, como dicen que sucede en el universo de la física cuántica.

Nada es cierto, nada es verosímil, pero sigan mi consejo: metan sus ahorros en un calcetín y así la próxima crisis no se los llevará consigo; cuando oigan hablar de Japón y sus robots, échense a temblar; cuando escuchen las trompetas del Apocalipsis salgan pitando… por si acaso.

Les agradezco mucho su seguimiento de este culebrón que aún está en fase de guión. Me consta que antes han seguido otros, pero no los había escrito este su seguro servidor.

Quiero dejar bien claro que los comentarios a pie de página no son míos. El profesor Cabezaprivilegiada es un chalado. No le hagan caso. En cuanto a Milarepa, es un joven monje budista, un santo, un cielo de hombre, pero no tiene los pies en la tierra. Anda predicando el advenimiento de una futura humanidad solidaria y sin crisis, olvidada del materialismo y dedicada al espiritualismo y a la meditación. Sus reflexiones pueden ser muy profundas. Pero no se dejen engañar por ellas. Lo único que tocarán sus manos será el dinero. Si hay paro no comerán, si no tienen techo se mojarán… La espiritualidad está muy bien, pero para Milarepa, quien vestido con su túnica azafranada predica nuestra próxima reunión en el Todo, nuestra condición de hijos de la luz, de Dios. La espiritualidad está muy bien para Milarepa, quien baja los ojos a sus pies desnudos cuando observa de lejos a una señorita en bikini, aunque esté en la playa. Nosotros, los menos espirituales, solo creemos en lo que vemos y palpamos.