lunes, 21 de diciembre de 2015

EN LOS BOSQUES DE CRAZYWORLD II





Por fin encontró lo que deduje había sido un sendero transitado en algún tiempo. Ahora las plantas y la maleza habían tenido tiempo sobrado de brotar y el supuesto camino permanecía oculto entre tanta vegetación y hojarasca. Caminamos en silencio un rato, apartado ramas y procurando poner el pie con cuidado, para evitar molestos tropiezos. Jimmy se acercó a un árbol extraordinariamente ancho y copudo, y muy viejo, tal vez milenario. Observé una marca en forma de aspa, hecha al parecer con un cuchillo o machete. El Pecas lo rodeó con cuidado, procurando evitar la planta espinosa que le cerraba el paso. Sentí curiosidad y decidí rodearlo en sentido contrario. Pude ver cómo se agachaba entre la maleza, hurgando en lo que parecía un agujero en el tronco del árbol. Por fin encontró lo que buscaba. Era un machete, grande y afilado. ¿De dónde demonios lo habría sacado? ¿Acaso no vigilaban en Crazyworld el uso de las armas por los pacientes? Por suerte Jimmy no parecía excesivamente violento, en otras manos aquel arma sería tan demoledora como un revolver en manos de un niño.
-¿Cómo has podido hacerte con algo así?


-Es mejor que no sepas ciertas cosas. A pesar de que suelo visitar el bosque cada cierto tiempo, es imposible mantener este sendero despejado. Un machete resulta imprescindible.

Jimmy continuó caminando, mientras daba machetazos a diestro y siniestro. Recé porque lo que fuera a enseñarme no estuviera muy lejos, o no podrías regresar en varios días. Por suerte el sendero se despejó un poco al cabo de diez minutos, lo que aprovechó para comenzar su consabida cháchara. Supuse que tanto tiempo sin darle a la sin hueso había sido un sacrificio demasiado grande para él. De pronto comenzó a contarme cosas del millonario que había tenido la genial idea de transformar su finca en Crazyworl, aquel manicomio tan surrealista. A pesar de que El Pecas intentaba volverse de vez en cuando, para que su voz llegara a mí con claridad, teníamos grandes dificultades para comunicarnos y al final acabamos los dos a grito pelado, algo muy propio del lugar en el que nos hallábamos.

-¿Y dices que el millonario utilizaba antes esta finca para cazar con los amigos? –grité a voz en cuello-.

-Sí, y también para sus orgías y francachelas con los amigotes. Ese cabrón debió de ser una buena pieza en su juventud, aunque con el tiempo es posible que le comenzara a fallar el ariete, porque dejó de venir por aquí, al menos con tanta frecuencia.





No hubiera necesitado chillar tanto, porque el viento parecía soplar ahora a mi favor y me traía sus palabras con nitidez. En aquel silencio tan agradable, plagado de trinos de pájaros, aquellas voces me estaban poniendo nervioso.

-¿Quieres decir que utilizaba el edificio para sus orgías? Debió de invitar a medio condado.

-No me entiendes. El edificio principal no existía tal como lo has visto ahora. Es todo nuevo y creado expresamente para nosotros, los locos. La mansión del millonario es ahora el edificio donde viven y trabajan las putas.

-Pues no lo conozco.

-Ya te lo enseñaré. No llevas ni un día aquí, no quieras conocerlo todo deprisa y corriendo. Hay mucho para ver y con calma.

Por suerte llegamos a un trecho donde el sendero se hizo más amplio y despejado. Pude situarme a su lado y de esta manera la conversación se hizo más civilizada.

-¿Sabes algo, Jimmy, sobre las razones que movieron al millonario a convertir esta maravillosa finca en un frenopático?

-Se bastante gracias a que no hay secreto en Crazyworld que puedan ocultarme. Tengo acceso a los archivos de Sun, a los del director e incluso he podido entrar en los archivos codificados del jefe de seguridad.

-¿Y eso?

-Gracias a una chica que es la mejor hacker que he conocido. La pobre tiene muchos complejos porque está un poco gordita. Me bastó hacerme su amante para que me concediera todos mis deseos, como un hada madrina. Me facilitó el acceso a todos los ordenadores de Crazyworld, me hizo con los códigos de todas las puertas e incluso pude acceder a Internet y dejar algunos mensajes de socorro, pero nadie me hizo caso.

-¿Y cómo no te fugaste si tienes los códigos de las puertas de salida?

-Verás. Esos los cambian todos los días y no puedes planear una fuga en veinticuatro horas. Eso es imposible. De todas formas sigo pensando en ello. La chica nos ayudará aunque se enfadó mucho conmigo cuando la dejé en cuanto obtuve de ella todo lo que quería.

miércoles, 16 de diciembre de 2015



         FELIZ NAVIDAD, FELIZ AÑO 2016, QUE PAPÁ NÖEL  LES TRAIGA MUCHAS COSAS, QUE LOS REYES MAGOS NO SE PIERDAN POR EL CAMINO DE ORIENTE... PERO SOLO A LOS QUE TENGAN SENTIDO DEL HUMOR, LOS DEMÁS QUE LO PIDAN A PAPÁ NÖEL Y A LOS REYES MAGOS, LUEGO HABLAMOS.

viernes, 11 de diciembre de 2015

TALLER CREATIVO DEL LOCO IV


TALLER CREATIVO DEL LOCO-TEATRO VIRTUAL-UNA PROPUESTA EXPERIMENTAL 

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EL MUSAG DE SONYMAG 

En León existe un museo de arte contemporáneo llamado MUSAC. Cuando residía allí me gustaba ir con cierta frecuencia, especialmente cuando estrenaban alguna exposición nueva. Algunos experimentos artísticos me llegaban y me parecían muy novedosos sin perder por ello la belleza de la perspectiva sobre el arte y el ser humano. En cambio otros me chocaban profundamente. Recuerdo que en cierta ocasión, recorriendo con calma el museo, mientras contemplaba un trabajo que me pareció completamente disparatado y que tenía algo que ver con la “performance” o arte en vivo. Recordé haber visto a un cómico italiano que decía hacer un tipo de humor también relacionado con la performance. Sí, ahora recuerdo su nombre, Leo Bassi. En un programa de televisión hizo un número curioso con sandías.

Se me ocurrió entonces inventarme un personaje humorístico que se dedicará a eso, a la performance, y lo llamé el Sr. Vance, artista de la performance. Creo que ha llegado el momento de que lo traiga aquí, primero al taller del loco, a que nos deleite con alguna de sus actuaciones y si luego la cosa fuera bien podríamos intentar algo aparte, nada menos que el Musag de SONYMAG, un museo dedicado a todo tipo de arte, mezclado a partes iguales con el humor, el surrealismo y la locura más sana.

El domingo, que la familia celebró el cumpleaños de Sara y el mío, en Madrid, pasamos por el museo de tabacalera, creo recordar, o algo así y nos picó la curiosidad. Allí pude contemplar asombrado la exposición “Bosques de luz” de Jose-Manuel Ballester, un fotógrafo que trata la fotografía como un cuadro y que me pareció algo realmente fantástico y digno de verse. Puede que los fotógrafos de esta página sepan muy bien quién es Jose-Manuel Ballester, yo confieso con toda humildad que su nombre me sonaba algo pero no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar.

Su bellísima obra no me recordó para nada a la performance pero sí me hizo recordar mis visitas al MUSAC de León y aquel viejo proyecto que se quedó en alguna libreta, de hacer en alguna página una especie de Musac. Esta vez vamos a intentar que el Musac se convierta en Musag el museo de SONYMAG. Esto es solo un experimento en que todo el mundo puede colaborar y participar. Si veo que resulta se podría intentar algo aparte y más a fondo.

NOTA: Voy a subir algunas fotografías de Jose-Manuel Ballester que he encontrado en Google. No le he pedido permiso por lo que si el autor no deseara que se expusieran aquí no tiene más que decirlo, aunque creo que la publicidad a través de Sonymage sería más positiva para él que negativa.

Este es el enlace a su blog.

http://www.josemanuelballester.com/



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PRIMERA EXPOSICIÓN EN EL MUSAG DE SONYMAGE

LA COMUNICACIÓN EN NUESTRO MUNDO MODERNO
POR EL SR. VANCE, UN ARTISTA DE LA PERFORMANCE
NARRADO POR DON DRACULÍN, UN CRÍTICO ARTÍSTICO DE POSTÍN.

Me han pedido que escriba la introducción a esta exposición del Sr. Vance y que aproveche al mismo tiempo para publicitar y halagar este museo de arte contemporáneo que se abre durante este verano del año 2013 como un experimento que si da resultado continuará deleitándonos con sus extravagancias y si no lo da acabará siendo reciclado para cualquier otra cosa. Se tirarán las paredes, se cambiará el decorado y lo que salga de aquí solo lo puede saber Kart Future, viajando a través de un agujero de gusano.

Parece mentira lo idiotas que pueden llegar a ser las personas. El Sr. Martín, director de marketín y relaciones públicas de este museo, se puso en contacto conmigo y me pidió, casi de rodillas, que visitara esta primera exposición e hiciera una introducción y comentario para el folleto. ¿Acaso no sabe el Sr. Martín que odio visceralmente al Sr. Vance, a quien dicen un artista de la performance, pero que para mí no es otra cosa que un desvergonzado de la peor calaña? ¿Acaso ignora que a mí el arte contemporáneo me genera náuseas y que soy el peor crítico posible para esta exposición? Pues nada, erre que erre y que la burra vaya al trigo, no paró hasta conseguirlo.

No necesito desprestigiar al Sr. Vance más de lo que ya lo está. Les bastará tan solo con pasarse por esta exposición para hacerse una idea de su esperpéntico “arte”. 

Para comenzar, y nada más entrar, en el vestíbulo, ya se encuentran ustedes con una escultura que el artista llama “la televisión-retrete”. Consiste en un retrete normal y corriente, con sus correspondientes cañerías, pero al que el Sr. Vance ha colocado encima, colgado del techo, un viejo televisor panzudo, como si fuera la cabeza del retrete. Para más “inri” le ha puesto dos antenas, como si fueran cuernos. En el suelo ha colocado una maravillosa foto, en material indescifrable, en la que pueden verse las maravillosas piernas de una modelo.

Un gran letrero nos informa sobre el título de la escultura y las razones o sinrazones que ha tenido el Sr. Vance para tomarnos el pelo. La escultura puede ser utilizada por los visitantes y el propio autor nos lo muestra en un espectáculo tan repugnante y vil que me dan ganas de tomar el látigo y emprenderla a latigazos con este canalla.

Se acerca hasta donde está la estatua, se arrodilla y baja la cabeza hasta lograr besar las piernas de la modelo, en cada actuación el lugar del beso es distinto. Luego se levanta, inclina la cabeza en señal de respeto al retrete, enciende el televisor con un mando a distancia y en él puede verse, repetida hasta la saciedad, la misma denigrante escena, al Sr. Vance bajándose los pantalones en el retrete de su casa, enseñando el trasero al espectador, sentándose en la taza, se oyen unos ruidos horrísonos que ponen los pelos de punta y sale un letrerito en rojo “APOCALIPSIS VENTOSO-PERDONEN LAS MOLESTIAS”. 
Ignoro si esta escena se repite una y otra vez o al menos el Sr. Vance ha tenido la generosidad de variar el repugnante esperpento. Ignoro qué más esperpentos hay en la exposición porque salí corriendo, no sin antes propinarle una formidable patada en el trasero al Sr. Vance. 


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