A cargo de Slictik, escritor autodidacta y coordinador en Internet durante más de cinco años de un taller de creación de personajes humorísticos: “El hotel de los disparates”.
jueves, 30 de julio de 2015
TALLER MÁGICO DEL LOCO III
EL REFRANERO ESPAÑOL ESCENIFICADO
Me acabo de acordar de una representación humorística que el ínclito humorista español José Mota hizo en su programa televisivo. Antes de que me olvide, la subo, y espero aportar algo personal y creativo en este tema en un futuro más o menos lejano.
LA LETRA CON SANGRE ENTRA
SE ABRE EL TELÓN: Aparece la puerta de una discoteca o sala de fiestas (se supone que es carnaval o un baile de disfraces). Hay un portero serio, creo recordar el propio Mota, y aparecen varios carnavaleros disfrazados.
SE CIERRA EL TELÓN Y SE ABRE DE NUEVO: Los carnavaleros disfrazados de letras, intentan pasar a la discoteca. El portero se niega y les pone en su sitio.
SE HA CERRADO NUEVAMENTE EL TELÓN Y SE ABRE: Vemos cómo aparece una letra, no recuerdo cuál, que llega a la cola, se cuela y el portero le hace una reverencia dejándola pasar. La cámara enfoca a la letra y vemos que está manchada de sangre.
¿De qué refrán estamos hablando?
LA LETRA CON SANGRE ENTRA
Esta representación realizada por el emérito académico Mr. Slictik, con ayuda de varios comparsas o secundarios anónimos es una versión libre, tal vez muy libre del original de José Mota.
CÓMO SE LLAMA ESTA PELÍCULA... DIGO ESTE REFRÁN
Hoy al levantarme he anotado mis sueños puntualmente y
he recordado que se me había ocurrido también la
escenificación deun refrán. Mis despertares suelen ser
muy productivos. Si a alguien le interesa el secreto le
diré que es una técnica de yoga mental. Podría subirla
a mi blog, El guerrero impecable, y poner un enlace.
Recordarlo. Antes de que me olvide,
aquí está la escenificación.
TEATRO MÁGICO EN EL TALLER DEL LOCO
UN REFRÁN PARA TIEMPOS DE CRISIS
SE ABRE EL TELÓN: Lo abre un anciano con barba
longa y gris desde el cielo. Aparece una barbería de lujo.
En un barrio elegante, luces de neón, decoración de Don
Alcanfor cuando está bien pagado. La barbería se llama:
El paraíso del político.
SE CIERRA EL TELÓN Y SE VUELVE A ABRIR, YA NO ESTÁ
EL SR. ANCIANO, SINO OTRO ANCIANO CON BARBAS Y
UN MANOJO DE LLAVES
Ante la barbería hay una gran cola. Los primeros
son señores trajeados y "chaqueados" (por lo del chaqué) o"chequeados", llevan urnas en los brazos y las luengas
barbasles caen hasta la urna y algunos pelos se introducen
por la gatera. Hablan entre ellos muy animadamente.
SE CIERRA EL TELÓN Y SE VUELVE A ABRIR. YA NO ESTÁ
SAN PEDRO. AHORA ES UN ÁNGEL CON UN CORDERO EN
BRAZOS QUIEN TIRA DEL TELÓN.
A la gran cola de "petimetres" se van uniendo
mendigos con largas y sucias barbas. Tras ellos aparecen
mendigas que intentan ponerse barbas postizas de cualquier
manera. Todos ellos llevan palanganas en las manos de las
que sale vapor, el agua está hirviendo.
¿ADIVINAN EL REFRÁN?
CUANDO LAS BARBAS DE TU VECINO VEAS....
Hoy al levantarme he anotado mis sueños puntualmente y
he recordado que se me había ocurrido también la
escenificación deun refrán. Mis despertares suelen ser
muy productivos. Si a alguien le interesa el secreto le
diré que es una técnica de yoga mental. Podría subirla
a mi blog, El guerrero impecable, y poner un enlace.
Recordarlo. Antes de que me olvide,
aquí está la escenificación.
TEATRO MÁGICO EN EL TALLER DEL LOCO
UN REFRÁN PARA TIEMPOS DE CRISIS
SE ABRE EL TELÓN: Lo abre un anciano con barba
longa y gris desde el cielo. Aparece una barbería de lujo.
En un barrio elegante, luces de neón, decoración de Don
Alcanfor cuando está bien pagado. La barbería se llama:
El paraíso del político.
SE CIERRA EL TELÓN Y SE VUELVE A ABRIR, YA NO ESTÁ
EL SR. ANCIANO, SINO OTRO ANCIANO CON BARBAS Y
UN MANOJO DE LLAVES
Ante la barbería hay una gran cola. Los primeros
son señores trajeados y "chaqueados" (por lo del chaqué) o"chequeados", llevan urnas en los brazos y las luengas
barbasles caen hasta la urna y algunos pelos se introducen
por la gatera. Hablan entre ellos muy animadamente.
SE CIERRA EL TELÓN Y SE VUELVE A ABRIR. YA NO ESTÁ
SAN PEDRO. AHORA ES UN ÁNGEL CON UN CORDERO EN
BRAZOS QUIEN TIRA DEL TELÓN.
A la gran cola de "petimetres" se van uniendo
mendigos con largas y sucias barbas. Tras ellos aparecen
mendigas que intentan ponerse barbas postizas de cualquier
manera. Todos ellos llevan palanganas en las manos de las
que sale vapor, el agua está hirviendo.
¿ADIVINAN EL REFRÁN?
CUANDO LAS BARBAS DE TU VECINO VEAS....
TALLER CREATIVO DEL LOCO TEATRO MÁGICO HOMENAJE A IONESCO Y EL TEATRO DEL ABSURDO PARAFRASEANDO LA CANTANTE CALVA El emérito académico Mr. Slictik está sentado en el escenario vacío del teatro mágico. Se dirige a las butacas, como si fueran personas. -¿Qué es el teatro del absurdo? -¿Una pregunta sin respuesta? -¿Entonces la vida del ser humano es una pregunta sin respuesta? -¿Es cierto que el teatro del absurdo comenzó en España con Jardiel Poncela, Miguel Mihura, et? -No lo sé tendré que buscarlo en la Wikipedia y comprobar fechas, a ver si ellos estrenaron antes que Ionesco. Se sienta en una silla desvencijada del escenario. Fuma con parsimonia. Piensa: ¿Cómo podría crear una pieza de teatro del absurdo? Representar una obra de teatro en un teatro vacío sería absurdo. Equili-cuá, ya he dado el primer paso. Representar una obra con un solo actor en escena representando varios personajes, sería absurdo. Ya he dado el segundo paso. Continúa fumando con la misma parsimonia anterior. De pronto se levanta, lanza la colilla al patio de butacas y se dirige como un cohete hacia el ropero. Allí se cambia y se pone un frac. Regresa y se dirige al público inexistente. -Ñoras, Ñores, la representación va a comenzar. Mira a la derecha del escenario. -Hola. Sale corriendo entra en el vestidor, se cambia el frac y se embute en un vestido de mujer. No le da tiempo a ponerse pechos falsos, escote ni tacones. Regresa al escenario. -Hola. Vuelve al vestuario y se quita el vestido que deja sobre una silla. Se pone el frac de nuevo, mejor dicho se ha puesto el vestido encima del frac por lo que ahora solo tiene que quitárselo y salir corriendo. De otra forma la representación se alargaría mucho. -¿Quién es usted? De nuevo al vestuario, de nuevo se pone con prisas el vestido, se le traba un poco en la cabeza y se produce un desgarrón. Regresa. -Soy usted, solo que en mujer. Lo mismo de antes y de antesdeantes. -¿Qué diferencia a un hombre de una mujer? Lo mismo: -Si yo lo supiera, usted sería mujer. Lo mismo. Regresa con el frac, sudando y limpiándose la frente con un pañuelo sucio. Se sienta y resopla. Enciende otro pitillo. Se dirige al público inexistente en los asientos vacíos. -El teatro del absurdo es fantástico... y muy profundo...pero es muy cansado, extremadamente agotador. |
TALLER MÁGICO DEL LOCO II
TALLER CREATIVO DEL LOCO El emérito académico Mr. Slictik ( no confundir con el millonario Slictik, su clónico) parece aburrirse en el taller creativo, no hay novedades y los días transcurren vacíos de sentido y con mucha angustia existencial. Ya dicen en mi pueblo que cuando el diablo se aburre mata moscas con el rabo. No se le ocurre otra cosa que pedirle a Don Alcanfor, modisto, decorador y lo que haga falta, que le haga un escenario a su gusto. Su intención es representar pequeñas piezas teatrales que al mismo tiempo sean divertidas y generen jolgorio y buen humor por doquier. Para ello se basa en los chistes que corren por ahí y que empiezan: Se abre el telón... se cierra el telón... etc Ya nuestro ínclito y admirado humorista manchego, José Mota, en sus programas televisivos bordó este género con aquel "refranero español" que me hizo reír a mandíbula batiente. En un decorado simplicísimo salían dos o tres actores, no muchos más, y escenificaban de forma humorística un refrán, en forma muy plástica y divertida. Me gustaría escenificar alguno de ellos aquí, en el Teatro mágico, pero les juro que no me acuerdo. Mi memoria no es visual y eso se nota. No obstante cuando vuelva a ver alguno de sus programas, que los repiten mucho, tomaré notas manuscritas (ahí sí que me funciona la memoria) y les representaré alguno de ellos aquí. Como no se me ocurre nada, sin perjuicio de representarlo en cuanto se me ocurra, les dejo la escenificación que hice del nombre de nuestra ínclita administradora a quien Dios nos conserve muchos años y no digo más porque hacer la pelota (un término para el diccionario coloquial que algún día espero hacer con Mr. Berenie) en demasía repugna como los callos a la madrileña con excesivo picante. Como no recuerdo la escenificación y me costaría encontrarla en la quedada del aniversario, les dejo aquí una versión libre. Les invito a participar en el taller creativo del loco, creando su propia escenografía y representando lo que ustedes quieran, si quieren hacer chistes del telón, estupendo, si quieren representar una obra del genial bardo Shakespeare en versión libre, también. Todo está permitido menos hacer caricaturas de Sonymageros sin su permiso ( el mío lo tienen desde ya). SE ABRE EL TELÓN-SE CIERRA EL TELÓN HOMENAJE A NUESTRA ÍNCLITA ADMINISTRADORA Y BLÁ, BLÁ Y BLÁ. -Se abre el telón: Aparece una mamá rubia, muy guapa, muy hacendosa, muy todo lo bueno y nada de lo malo. Se mueve por el escenario de un lugar a otro y haciendo un montón de cosas a la vez. Se cierra el telón y se vuelve a abrir: Aparecen un grupo de niños gesticulantes que hacen como que hacen muchas cosas y me temo que no hacen tantas. Entre ellos destaca un niño gordito que se tumba en el sofá a ver la televisión y aquí me las den todas (les adelanto que se trata del millonario Slictik de niño, para que luego digan que lo que somos de mayores es un espejo de lo que fuimos de niños). SE VUELVE A CERRAR EL TELÓN Y SE ABRE POR ÚLTIMA VEZ -El escenario vacío. Un decorado surrealista y onírico que nos ha construido Don Alcanfor sin mi permiso y que no entendería ni su padre (el padre de Don Alcanfor, buena persona a quien desde aquí pido perdón). En mitad del escenario, levitando como si la sostuviera Milarepa con su mente, una enorme taza de té. LA REPRESENTACIÓN HA TERMINADO. ¿CÓMO SE TITULA? MÁ ( Por lo de mamá, por si no lo hubieran captado ustedes, que son muy listos, pero todos tenemos días malos) Y TÉ (Por lo de la taza de té, ustedes me entienden) SOLUCIÓN AL ACERTIJO: La obra representada se titula MAYTE |
jueves, 2 de julio de 2015
EL VERDUGO DEL KARMA VI
La supuesta cámara ascendió de nuevo hasta el techo y allí quedó suspendida. De pronto el cuerpo dormido desapareció y su lugar fue ocupado por un cuerpo despierto que se movía por la habitación haciendo algo.
-Ahí estoy preparando mi ceremonia de iniciación, preparando el espejo, encendiendo el incienso… No puedo creérmelo. Estos monitores son una maravilla, una auténtica maravilla.
El monitor parece dejar de captar mi mente porque las imágenes que sucedieron poco tenían que ver con mi interés en el asunto. La cámara buscaba el pasado del iniciado. Los momentos que él consideraba muy interesantes.
Pero de pronto el iniciado perdió los papeles, porque las nuevas imágenes eran muy poco satisfactorias para su honrilla de ser humano y la imagen de persona pública que había intentado mantener los años de su existencia.
Intenté no reírme de su pasmo ni de lo que estaba viendo. El pobre incauto aún estaba comprendiendo las frases bíblicas sobre la visión profunda y omnímoda de Yahvé que ve en lo más profundo de nuestros corazones y a quien nada se le escapa.
Era verdad, por supuesto, ni el tiempo ni el espacio son barreras que no se puedan saltar por las consciencias evolucionadas y las paredes materiales ni siquiera soportan el escrutinio de las nuevas tecnologías.
Estamos desnudos ante la divinidad y desnudos ante cualquiera que tenga interés y medios para espiarnos. Perdemos el tiempo creando imágenes falsas para que los demas nos tengan por lo que no somos. Nada hay oculto que no haya de ser descubierto. Gran verdad.
El iniciado pasó de la estupefacción a la rabia, suele suceder habitualmente.
-Esto me lo deberían haber dicho. Este es un secreto que no puede permanecer oculto por más tiempo… Cuando regrese a mi cuerpo lo pienso pregonar hasta al lucero del alba….Maldita sea mi alma….
Y esto fue lo más suave y dulce que dijo. Blasfemaba como un condenado y me vi obligado a pausar sus desvarios para no llamar la atención de los dioses del karma. Lancé una imagen contundente, contra su mente: un dios levantándose molesto por la interrupción y aplastándole bajo su inmenso pie.
Dio resultado instantáneo. El iniciado supo que aquello no era una broma y se controló como buenamente pudo, no sin antes jurar y perjurar en voz baja que desvelaría aquel secreto a todo bicho viviente.
Me sonreí pero no dije nada.
El iniciado continuó observando en el monitor diferentes etapas de su vida. La sensación que tiene un espectador frío y objetivo como éste verdugo del karma se parece a la de un carcelero que contemplara a un recluso a través de una cámara de vigilancia, sin que el recluso sepa que le observan, y aún más, sin que conozca siquiera su condición de recluso. La cara que se le estaba poniendo al iniciado era todo un poema de la sorpresa, la desesperación y la impotencia. Hubiera sentido pena de su sufrimiento de no haber pasado yo por ello y saber que todos, antes o después, han de pasar por este trago.
Mi actitud era la de quien siente deseos de troncharse de risa viendo a un actor de cine cómica o quien ha puesto la zancadilla una vez, quejarse dramáticamente de su destino, cuando el resto de actores de la película han pasado por lo mismo mil veces, y sin rechistar ni perder la sonrisa.
Me daban ganas de patearle el culo a semejante imbécil y enchufarlo con los instrumentos de tortura que me son propios, como verdugo del karma, así aprendería que la facultad empática es la forma de conocimiento más perfecta, puesto que nos sitúa dentro de la piel del otro, colocándonos en la perspectiva adecuada en la jerarquía cósmica.
El iniciado no solo percibía su realidad física, en un entorno concreto, sino también sus pensamientos y emociones más íntimas. Esta sorprendente condición del monitor dejó a mi iniciado totalmente “turulato”, como decíamos los niños en la infancia de mi última reencarnación.
-¿Cómo es posible que pueda suceder algo así? Me preguntó con verdadero pasmo.
-Creo que has leído el Kybalion. Recordarás que allí se dice que el universo es “mental”. Si es así nada más fácil para un dios kármico que confeccionar, con la energía, instrumentos donde se reflejen los pensamientos y emociones humanas.
Al iniciado esa explicación no le calmó en absoluto.
-¿Quieres decir que el esfuerzo que realizamos para ocultar nuestros pensamientos y sentimientos más íntimos es un esfuerzo inútil y ridículo, puesto que los dioses lo ven y lo conocen todo y parece que hasta las moscas pueden entrar aquí y ver en los monitores lo que desean, siempre que no hagan ruido.
Dejé que siguiera pataleando. Al fin y al cabo la pataleta es el derecho de la víctima. Mientras tanto no perdía ripio de lo que iba proyectándose en el monitor.
El iniciado era un hombre como cualquier otro, con sus debilidades y sus grandezas anónimas que él creía que nadie puede conocer, como sucede a tantos y tantos héroes anónimos que llevan una vida de entrega, de generosidad hacia el prójimo y de pensamientos y sentimientos tan puros que hasta los querubines y serafines se asombran de que los humanos, tan débiles y tan tentados puedan preservar su esencia más pura y cristalina, sin la menor mancha.
El iniciado en cambio no se cortaba con sus pensamientos y emociones que más deberían avergonzarle. Pensamientos de lujuria o de odio, emociones mezquinas, tan mezquinas que en vez de risa daban asco, auténtico asco. No quiero detallar lo que vi, porque hasta el ser más miserable merece un respeto a su intimidad, que por quien corresponda se corra un tupido velo sobre las debilidades más vergonzosas de la especie humana. En este caso a quien corresponde correr un tupido velo es a a mí y lo hago de mil amores.
El iniciado sufrió un shock postraumático.
Continuará.
EL VERDUGO DEL KARMA V
LOS DIOSES DEL KARMA
EL INICIADO/ CONTINUACIÓN
El susto que se llevó el iniciado hubiera descontrolado mi equilibrio emocional de no estar ya acostumbrado a estos sobresaltos.
-Esto es un sueño. Esto es un sueño. No puede ser verdad.
Es lo que dicen todos, la típica reacción de incredulidad. Tuve que ponerme inmediatamente a darle explicaciones de dónde estábamos y qué hacían aquellos gigantes, por qué estaban sentados delante de unas desmesuradas pantallas, observando con detenimiento escenas que no se nos permitía ver, al tiempo que pulsaban extraños controles de diferentes colores y formas.
-Los dioses del karma hacen sus turnos de tres en tres. Como bien sabes la trinidad es el símbolo del equilibrio. En él están presentes las dos fuerzas fundamentales del universo y una tercera, resultante de su mezcla y equilibrio.
No voy a presentarte a los dioses porque no está previsto y porque para ellos somos tan poca cosa que tienen que esforzarse para vernos. Sin embargo tenemos el correspondiente permiso que nos libraría de los efectos de su cólera en el improbable caso de que les molestáramos con alguna conducta reprobable e imperdonable.
Saqué un pergamino con el sello del Consejo de Ancianos y se lo mostré.
-Esto nos librará de su cólera, pero no se te ocurra abusar o nos veremos en un buen lío.
Nos encontrábamos a las puertas de un salón de altos techos, muy amplio y casi vacío, a no ser por varias enormes consolas en su centro, unidas a gigantescas pantallas que se mantenían en el aire por algún raro milagro. Enormes ventanales rectangulares permitían la visión del exterior. Los dibujos multicolores de las galaxias producían un efecto en el ojo que los ve por primera vez a través de este ventanal que me permitiría calificar de pasmo y éxtasis.
Así quedó mi iniciado, estático y pasmado, observando el universo a través de los ventanales de la oficina del karma.
Cuando recuperó el habla me gritó, como si yo fuera sordo.
-Esto no puede ser, es imposible. El universo es infinito, no se puede ver desde un ventana, como si fuera el jardín que tenemos delante de nuestra casa.
-Recuerda que no estás en el cuerpo físico. Esto no lo estás viendo con tus ojos de carne, sino con tu ojo espiritual o tercer ojo. Para el ojo del espíritu no hay espacio ni distancias, todo puede ser visto fuera del tiempo y por encima o por debajo del espacio, en un punto donde todas las perspectivas convergen y lo que se ve es más el dibujo geométrico del creador que la materia burda que contempla la criatura.
El iniciado se acercó a un ventanal, un poco temeroso, como si temiera que no de aquellos gigantes se levantara de pronto y la aplastara bajo sus descomunales pies.
Me acerqué y me puse a su lado.
El espectáculo del universo desde los ventanales de los dioses del karma siempre resulta profundamente bello y estremecedor. Uno comprende entonces que la cantidad o extensión no deja de ser una cuestión del grosor de la lupa que utilizas, es decir algo exterior a ti y a la esencia auténtica de la realidad.
Para los dioses del karma el universo puede que sea poco más que el jardincillo que tienes delante del ventanal. En cambio para una hormiga escapa a su consciencia ampliada hasta el infinito.
La percepción del universo no es cuestión de proporciones, sino de consciencias. Par aun verdugo del karma el universo sigue siendo estremecedoramente bello e inmenso. Para un iniciado aún más. Por eso ambos permanecimos con la nariz pegada al ventanal y la respiración suspendida. Tuve que pellizcarme el brazo, hablando metafóricamente para volver a aquella realidad (hay muchas realidades). Al iniciado tardé más en recuperarlo para la vida práctica. No hacía más que lanzar exclamaciones. ¡Uuh! Aah! Y repetía una y otra vez: Esto deberían verlo los que no creen en nada. Ya lo creo.
Le conminé a seguir a rajatabla mis instrucciones.
-Estamos aquí para que conozcan cómo funcionan las oficinas del karma. Empezaremos por lo que se ve en los monitores kármicos. Este de aquí. Está vacío. Usted póngase detrás de mi y no haga ruido, se lo suplico.
El monitor estaba apagado, los dioses de guardia utilizaban los tres centrales, situados en forma triangular. Encendí el monitor oprimiendo un mando con forma de cráneo peludo. Sin un zumbido la pantalla se encendió y en su centro un planeta azul inconfundible parpadeó ligeramente y luego se quedó fijo, como muerto...
-Bien estos monitores son una prolongación de las consciencias de los dioses del karma. Construidos de pura energía sus mandos están pensados más para inexpertos como nosotros que para los propios dioses, a quienes basta con el deseo para manejar sus instrumentos generadores de sus mentes y consciencias. Aparece enfocado hacia la Tierra porque el ordenador está ligando mi mente, supongo.
La imagen del monitor fue cambiando, caímos en picado hacia el planeta, que se fue viendo cada vez más y más nítido. Estaba claro que nos dirigíamos hacia un país llamado España. En unos segundos estuvimos suspendidos sobre el techo de un cuarto. En el lecho, un cuerpo en horizontal parecía dormido, o más bien muerto.
La imagen pasó a primer plano del rostro y el iniciado soltó un gritito de sorpresa:
-Soy yo, soy yo… No puedo creerlo.
EL INICIADO/ CONTINUACIÓN
El susto que se llevó el iniciado hubiera descontrolado mi equilibrio emocional de no estar ya acostumbrado a estos sobresaltos.
-Esto es un sueño. Esto es un sueño. No puede ser verdad.
Es lo que dicen todos, la típica reacción de incredulidad. Tuve que ponerme inmediatamente a darle explicaciones de dónde estábamos y qué hacían aquellos gigantes, por qué estaban sentados delante de unas desmesuradas pantallas, observando con detenimiento escenas que no se nos permitía ver, al tiempo que pulsaban extraños controles de diferentes colores y formas.
-Los dioses del karma hacen sus turnos de tres en tres. Como bien sabes la trinidad es el símbolo del equilibrio. En él están presentes las dos fuerzas fundamentales del universo y una tercera, resultante de su mezcla y equilibrio.
No voy a presentarte a los dioses porque no está previsto y porque para ellos somos tan poca cosa que tienen que esforzarse para vernos. Sin embargo tenemos el correspondiente permiso que nos libraría de los efectos de su cólera en el improbable caso de que les molestáramos con alguna conducta reprobable e imperdonable.
Saqué un pergamino con el sello del Consejo de Ancianos y se lo mostré.
-Esto nos librará de su cólera, pero no se te ocurra abusar o nos veremos en un buen lío.
Nos encontrábamos a las puertas de un salón de altos techos, muy amplio y casi vacío, a no ser por varias enormes consolas en su centro, unidas a gigantescas pantallas que se mantenían en el aire por algún raro milagro. Enormes ventanales rectangulares permitían la visión del exterior. Los dibujos multicolores de las galaxias producían un efecto en el ojo que los ve por primera vez a través de este ventanal que me permitiría calificar de pasmo y éxtasis.
Así quedó mi iniciado, estático y pasmado, observando el universo a través de los ventanales de la oficina del karma.
Cuando recuperó el habla me gritó, como si yo fuera sordo.
-Esto no puede ser, es imposible. El universo es infinito, no se puede ver desde un ventana, como si fuera el jardín que tenemos delante de nuestra casa.
-Recuerda que no estás en el cuerpo físico. Esto no lo estás viendo con tus ojos de carne, sino con tu ojo espiritual o tercer ojo. Para el ojo del espíritu no hay espacio ni distancias, todo puede ser visto fuera del tiempo y por encima o por debajo del espacio, en un punto donde todas las perspectivas convergen y lo que se ve es más el dibujo geométrico del creador que la materia burda que contempla la criatura.
El iniciado se acercó a un ventanal, un poco temeroso, como si temiera que no de aquellos gigantes se levantara de pronto y la aplastara bajo sus descomunales pies.
Me acerqué y me puse a su lado.
El espectáculo del universo desde los ventanales de los dioses del karma siempre resulta profundamente bello y estremecedor. Uno comprende entonces que la cantidad o extensión no deja de ser una cuestión del grosor de la lupa que utilizas, es decir algo exterior a ti y a la esencia auténtica de la realidad.
Para los dioses del karma el universo puede que sea poco más que el jardincillo que tienes delante del ventanal. En cambio para una hormiga escapa a su consciencia ampliada hasta el infinito.
La percepción del universo no es cuestión de proporciones, sino de consciencias. Par aun verdugo del karma el universo sigue siendo estremecedoramente bello e inmenso. Para un iniciado aún más. Por eso ambos permanecimos con la nariz pegada al ventanal y la respiración suspendida. Tuve que pellizcarme el brazo, hablando metafóricamente para volver a aquella realidad (hay muchas realidades). Al iniciado tardé más en recuperarlo para la vida práctica. No hacía más que lanzar exclamaciones. ¡Uuh! Aah! Y repetía una y otra vez: Esto deberían verlo los que no creen en nada. Ya lo creo.
Le conminé a seguir a rajatabla mis instrucciones.
-Estamos aquí para que conozcan cómo funcionan las oficinas del karma. Empezaremos por lo que se ve en los monitores kármicos. Este de aquí. Está vacío. Usted póngase detrás de mi y no haga ruido, se lo suplico.
El monitor estaba apagado, los dioses de guardia utilizaban los tres centrales, situados en forma triangular. Encendí el monitor oprimiendo un mando con forma de cráneo peludo. Sin un zumbido la pantalla se encendió y en su centro un planeta azul inconfundible parpadeó ligeramente y luego se quedó fijo, como muerto...
-Bien estos monitores son una prolongación de las consciencias de los dioses del karma. Construidos de pura energía sus mandos están pensados más para inexpertos como nosotros que para los propios dioses, a quienes basta con el deseo para manejar sus instrumentos generadores de sus mentes y consciencias. Aparece enfocado hacia la Tierra porque el ordenador está ligando mi mente, supongo.
La imagen del monitor fue cambiando, caímos en picado hacia el planeta, que se fue viendo cada vez más y más nítido. Estaba claro que nos dirigíamos hacia un país llamado España. En unos segundos estuvimos suspendidos sobre el techo de un cuarto. En el lecho, un cuerpo en horizontal parecía dormido, o más bien muerto.
La imagen pasó a primer plano del rostro y el iniciado soltó un gritito de sorpresa:
-Soy yo, soy yo… No puedo creerlo.
EL VERDUGO DEL KARMA IV
LOS DIOSES DEL KARMA II
EL INICIADO/ CONTINUACIÓN
Había decidido gastarle una broma. Los iniciados suelen ser bastante burros para estas cosas de captar cómo funciona todo por aquí. Creen que la realidad pasada no puede modificarse y por lo tanto cuando recuerdan algo de una determinada manera es porque en realidad sucedió así y no de otra manera. No entienden eso de los mundos paralelos, las distintas dimensiones, la posibilidad de que la realidad sea de mil formas diferentes y que cada individuo capte la que más le interese… Ahora que en el mundo de los mortales de carne y hueso ya llevan un tiempo jugando con la física cuántica y sabiendo que en el microcosmos las cosas son y no son y pueden ser de tantas formas que el pensar que lo que uno recuerda de su pasado es lo que realmente sucedió y lo único que pudo haber sucedido, suena a tontería infantil.
Mi broma iba a consistir en hacerle vivir nuestro encuentro de forma distinta y que recordara los dos. ¡A ver por dónde me salía aquel pazguato!
SEGUNDA VERSIÓN DE LA HISTORIA
Los verdugos del karma tenemos formas para servir como cicerones a los nuevos iniciados. Son tan pocos que el turno apenas corre y uno puede pasar años sin que le toque esta tarea, a veces ingrata, y otras muy interesante, y hasta divertida.
Recibí la comunicación y me preparé para enfrentarme al iniciado de turno, sin muchas esperanzas de que esta experiencia me aportara algo nuevo o al menos me hiciera pasar un buen rato. Con los iniciados no valen los trucos que solemos emplear los verdugos del karma con los dormidos, fáciles de manipular, o con los muertos, tan confusos que dan pena. Los iniciados vienen con los ojos bien abiertos y no se dejan tomar el pelo sin oponer una férrea resistencia.
Sabemos la hora y el lugar en que se materializará –es una forma de hablar- su cuerpo astral, pleno de energía y de consciencia. Normalmente los iniciados llevan mucho tiempo apareciendo por estos lares, unas veces completamente dormidos y otras veces con un ojo medio abierto y mucho miedo en el cuerpo. Nos conocemos bien y a veces hasta nos saludamos, a menudo deciden olvidar las experiencias que viven aquí, para no traumatizarse. ¡Ingenuos y tiernos corderitos! ¡Cómo si la vida no traumatizara mil veces más! Y sin embargo bien que abren los ojos cuando el hachazo –estoy hablando en metáforas- del prójimo descarga sobre su cabeza.
La iniciación no es otra cosa que la primera vez que un adepto –que lleva mucho tempo trabajando por describir qué se esconde tras el telón del Gran Teatro del mundo- viene perfectamente consciente y dispuesto a recordar todo lo que le suceda aquí. Suelen sorprenderse mucho de cosas que han visto ya mil veces y se ponen rebeldes y farrucos cuando algo no les gusta. ¡Como si aquí repartiéramos caramelos!
Cuando observé a mi tierno corderito, me santigüé, como si estuviera en una de esas iglesias que los mortales de carne utilizan para intentar llegar a un mezquino acuerdo con los dioses. Aquí, por el contrario, se dicen las verdades del barquero y más vale no llegar a acuerdo porque siempre sales perdiendo, se acuerde lo que se acuerde. Mi iniciado de turno era uno de esos repugnantes cobardes que cuando se van enterando de que ni la vida ni la muerte son como todo el mundo creía que eran (como si la realidad tuviera que adaptarse a lo que piensa uno o un millón) pone el grito en el cielo y clama a grandes voces que le han estafado, mentido y engañado. ¡Que no hay derecho! ¡Que esto va a cambiar de arriba abajo! ¡Que ni los dioses ni los hombres podrán obligarle a hacer lo que no quiera!
¡Bien poco que se quejan cuando en sueños les cae la breva de una experiencia erótica! Entonces lo recuerdan como un sueño muy agradable, y en lugar de hacerse conscientes de cómo son las relaciones sexuales por aquí, en el mundo de los sueños o en el más allá, se limitan a disfrutar sin hacer preguntas. ¡Si yo les contara!
Mi iniciado era especialmente incordión y rebelde, aunque por el contrario poseía hermosas cualidades, tales como una inteligencia muy dispuesta y un sentido del humor raro, pero espléndido cuando estaba en vena.
Me acerqué a él, que tenía los ojos muy abiertos, como platos, dispuesto a afrontar la tarea con esperanza, la esperanza de que el iniciado tuviera un día bueno y no estuviera de un humor de perros.
-Creo que a usted lo conozco.
Me soltó con una ingenuidad que casi me tumba de risa. ¡Cómo que me conocía! Nos veíamos tanto que éramos casi íntimos.
-No se esfuerce, amigo. Seguro que acabará recordándolo todo.
Le había respondido con lo que intenté fuera una ironía disimulada y una burla no demasiado evidente, incluso para un tonto del bote como él.
Y AQUÍ TERMINA LA VERSIÓN SEGUNDA DE LA MISMA HISTORIA
En realidad el muy idota sabía perfectamente que me conocía muy bien, no en vano acababa de vivir el mismo encuentro, solo que en otra versión diferente. Yo sabía muy bien que recordaba las dos versiones, el problema consistía en que no sabía cuál era la real y cuál la ficticia, producto de su imaginación. Las dos eran reales, pero eso no lo admitiría nunca, porque su mundo mental se vendría abajo.
Le ordené de nuevo que cerrara los ojos. Puse mi dedo índice sobre su entrecejo y grité:
-Un, dos, tres...
EL VERDUGO DEL KARMA III
miércoles, 1 de julio de 2015
EL VERDUGO DEL KARMA II
EL VERDUGO DEL KARMA I (RELATOS ESOTÉRICOS CON HUMOR)
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