sábado, 21 de abril de 2012

HABITACIÓN 3 EL CIRCO DE SLICTIK

 
 
 
El millonario Slictik había logrado su amplia fortuna en el negocio de las variedades. Su caso era en extremo curioso porque no había dedicado sus esfuerzos a la representación de vedettes con vistas al Folies Berger ni a descubrir cantantes para el hipódromo de los números uno en las principales listas del planeta musical, ni se había introducido en el negocio mediático de las cadenas privadas de televisión ni siquiera comenzó como un teatrillo ambulante de feria en feria con espectáculos de mucha chicha y humor grueso. Su genial idea no hubiera logrado en las apuestas mafiosas ni un mísero 100 a 1. Nadie hubiera apostado un céntimo por la posibilidad de que aquel jovencito escuchimizado y tímido acabara logrando con sus magros ahorrillos otra cosa que no fuera un embargo rápido y efectivo de algún banco desesperado capaz de prestarle un par de kilos de los de antes para levantar un negocio tan surrealista y delirante como las fantasías que le perseguían desde la infancia como abejorros molestos y coléricos.


Slictik adoraba el humor a pesar de que su rostro bien hubiera podido pasar por el de un enterrador vocacional. La primera película que vio en un destartalado cine de pueblo donde su familia intentaba sobrevivir a trancas y barrancas fue una noche en la ópera de los hermanos Marx. La impresión fue tan duradera que aprovechó todas las reposiciones de sus películas para analizar y viviseccionar el humor como si de una cola de lagartija recién cortada se tratara. A una noche en la ópera siguieron Un dia en las carreras, una tarde en el circo, el hotel de los líos, los hermanos Marx en el Oeste, Sopa de ganso, Amor en conserva, el conflicto de los Marx y el resto de su filmografia. Las películas menos conocidas y exhibidas pudo verlas en cineclubs o en vídeos cuando este invento empezó a ponerse de moda. Se las arreglaba para encargar videos en versión original a amigos o incluso desconocidos que viajaban al extranjero, principalmente a USA. Así consiguió su filmografía completa al menos según constaba en una enciclopedia del cine que un vendedor a domicilio le endilgó con la satisfacción del que consigue vender la tour Eiffel a un pardillo. En cómodos plazos mensuales durante tres años consiguió pagar los veinticuatro volúmenes de que constaba el alarde editorial de un ingenuo y primerizo editor. Supo así que tanto Harpo como Groucho habían interpretado algunas películas por separado y también que el humor no empezaba ni terminaba en este trío, a veces cuarteto, a quienes llegó a conocer incluso mejor que a su perrita Tula, un regalo de Reyes Magos que hizo de su vida de niño y adolescente un verdadero paraíso.


En el colegio religioso donde sus padres le internaron en un alarde económico sin precedentes descubrió al Gordo y al Flaco, Oliver Hardy y Stan Laurel o al revés. Todos los sábados a eso de las veinte treinta salía de estampida para llegar el primero al salón de actos donde se proyectaría una película cómica de alguno de sus ídolos o un montón de cortos de El Gordo y el Flaco o de Buster Keaton cara de palo o de Harold Lloyd el hombre araña o de Charlot que llegó a ser su preferido incluso por encima de los hermanos Marx. Todas eran películas en blanco y negro hasta que un sábado surgió la sorpresa: una película en color. Era de otro humorista que comenzó a abrirse paso en su corazoncito. Se trataba de Jerry Lewis, el cara de tonto, cuyas gesticulaciones llamaban más su atención que las situaciones cómicas en las que se veía envuelto. Le gustó especialmente una película en la que hacía de payaso, puede que se tratara de las joyas de la familia o the day the clown cried o cualquier otro título. Su pasión por el cómico cara de tonto perdió enteros con los años y ya no dominaba su filmografía como al principio.
Antes de ser expulsado fulminantemente del colegio a punto de terminar su segundo año descubrió a Jacques Tati, un cómico francés, del que exhibieron su película Les vacances de Mr. Hulot. Su humor refinado y su figura alta y apuesta le dejaron con la boca abierta. El hecho de que se perdiera la película de Fernandel el sábado siguiente debido a la expulsión fulminante no le preocupó mucho porque ya había trazado su camino en el plano de la vida. Quería ser cómico, humorista, y si esto no era posible al menos se convertiría en productor o mánager de humoristas.


Se echó al mundo y trabajó de casi todo con tal de conseguir unos ahorrillos con los que comenzar su vida de mecenas de cómicos. Tuvo la gran suerte de conocer en uno de sus viajes a una extraña pareja que no se las daban de cómicos ni mucho menos pero Slictik enseguida descubrió en ellos esa veta humorística oculta que su fino olfato de sabueso era capaz de encontrar incluso bajo las lápidas de los cementerios. El profesor daba una conferencia como profesor invitado en una universidad de verano de una ciudad costera cuyo nombre vamos a mantener en el anonimato porque la intervención del profesor emérito desembocó en un escándalo sin precedentes. El profesor y su sorprendente ayudante, un gordito bonachón y tonto que hizo las delicias de Slictik, se salvaron de ser linchados por azares del destino. Lo que no impidió que Hipo, así se hacía llamar el insólito gordito, terminara remojado en un cercano puerto pesquero.


Slictik alquiló una barca y rescató al patoso Hipo con unas redes de pescador. En el muelle les esperaba el profesor, muy tieso como en él era habitual y mordiéndose las uñas en un gesto que no se repetiría nunca. Slictik les invitó a pasar la noche en un modesto hotel cercano y mientras cenaban el joven mecenas les propuso formar parte de un espectáculo cómico que estaba montando. Viendo cómo devoraba la cena Hipo estuvo a punto de pensárselo, pero su olfato de sabueso dijo la última palabra y así fue como comenzó su accidentada carrera de productor de espectáculos humorísticos.


Todo esto que les acabo de contar viene a cuento porque justo ayer llegó a esta ciudad el famoso circo de Slictik. Un servidor, el narrador, ha sido encargado por el modesto diario de esta ciudad de escribir una larga crónica que ocupará todo el suplemento dominical. Una ocasión única para este recién ingresado en el mundo de la farándula periodística. La pequeña biografía de Slictik que acabo de esbozar me ha llevado toda la noche. El servicio de documentación que tiene el diario el Mercury es un verdadero desastre. Menos mal que mi novia trabaja en la biblioteca pública y me ha echado un cable.

Hace años que el circo de Slictik no pisa esta ciudad por lo que el acontecimiento ha sido calificado por el editorialista como el "acontecimiento del siglo". Este intrépido reportero ha podido enterarse de que la razón de semejante evento se debe a que la esposa de Slictik, Karen Latic, es oriunda de aquí y amenazó con el divorcio a su marido si el circo no recalaba al menos unos días en la ciudad. Al parecer Karen Latic quiere "fardar" con unas amigas de colegio de las que nada había vuelto a saber hasta que recibió unas cartas muy caústicas en las que se mencionaba al circo de Slictik como una "verdadera mierda", y cito palabras textuales, y un espectáculo bochornoso y grosero donde los humoristas no cesan de decir palabrotas y hablar de obscenidades tales como las rótulas al descubierto de actrices hollywoodienses de muy dudosa fama tales como Sharon Stone y Julia Roberts sin contar otras muchas que no cesan de caer de los labios de los humoristas de Slictik como cae la baba de las comisuras labiales de un niño al que acaba de enseñársele una piruleta.


Mañana pues, por la tarde, a las 21,30 para ser más precisos, el circo de Slictik abrirá su puerta a todo el mundo, incluidos niñas y niños que ya han recibido un permiso por escrito de sus padres. Exigencia de Slictik que será cumplida a rajatabla. Les aconsejo que no se lo pierdan aunque me dejen sin butaca en primera fila. Entre los números más apreciados no están el del domador de fieras ni los trapecistas ni el de los elefantes, el de los payasos sí pero con un toque slictiano que los hace irreconocibles. Las figuras que aparecen en el cartel que estoy desenrrollando en este momento entre otras muchas son: El profesor John Cabezaprivilegiada; Hipo su ayudante; Amabilio el político gentil; Marianela la criticona; Antonius Pelota-redonda famoso entrenador de fútbol ahora en el candelero; Ladino el terrorista psicológico; el psiquiatra Carlo Sun discípulo de Jung; el telépata loco, anónimo humorista al que no lograran ver pero sí oír; Conciencia-Krosnamurti el famoso guía de la Cuesta del marrano el rastro espiritual más conocido de oriente y occidente y otros muchos humoristas que les sorprenderán con sus números surrealistas de humor a ultranza.


Y debo despedirme porque junto con mi novia, la bibliotecaria, he sido invitado al cóctel que la esposa de Slictik, Karen Latic, da esta noche para toda la ciudad de Moonpaper. Les aconsejo que no se pierdan la función de mañana. Saquen sus entradas con antelación y traten de conseguir un buen lugar porque al parecer algunos humoristas tienen la voz cascada y no se van a enterar de mucho ni con los megáfonos que Slictik tiene preparados para casos de emergencia. Incluso se habla de que este archiconocido millonario va a presentar a sus pupilos, algo que no hace desde la famosa entrevista en el programa de televisión de Carson Maccallers, que le abriera las puertas de Hollywood donde hizo sus primeros doce flims como quien no quiere la cosa y que asentaron su fortuna a prueba de debacles bursátiles.

El millonario Gregotd








AUTOPARODIA. Los caminos del Señor o del demonio, según sean los acontecimientos, benévolos o funestos, son infinitos. He aquí un ejemplo: GREGOTD, persona poco conocida salvo por su alias en Grupo búho, es un hombre de complexión normal y de mediana estatura, por lo que nunca tuvo problemas con la altura de los marcos de las puertas. Siempre pensó, que su limitado desarrollo en vertical, podría ser debido al peso de sus atributos reproductores, que quizás restringió su crecimiento. Pero, como dice este absurdo refrán, “no hay mal que por bien no venga”, su éxito con las mujeres compensó con creces ese nimio defecto. A partir de su primer contacto sexual con el género femenil, se fue corriendo la voz entre las damas, y nunca le faltó una cama que deshacer en compañía de una escultural mujer. He de decir, como contrapunto a lo anterior, que su exiguo cuerpo, no obstante, está, estaba, muy bien proporcionado y dotado de unas facciones perfectas. Ojos azules, nariz delgada y recta, labios carnosos, dientes perfectos, pelo ondulado, y una simpatía innata, (que aún conserva) que le daba al conjunto un atractivo irresistible para el sexo contrario, e incluso para algunos de su propio sexo. Casi superdotado en inteligencia, no la supo aprovechar, por su tendencia a llevar una vida bohemia, sin una residencia fija ni un entorno adecuado. Tuvo muchos contratiempos en su vida, trabajó en diversos oficios, pero no fue maestro en ninguno. Tampoco creó una familia de carne y hueso, pero sí, una familia de personajes literarios, humorísticos y de otros géneros, hijos de su, (valga el término) partenogénesis mental, nacidos en distintos países y por ello con distintas características físicas, influenciadas por la idiosincrasia propia de cada lugar.

Hace pocos años, en plena madurez de su vida, orondo, calvo, cansado y medio loco, conoció a una señora viuda de un multimillonario, del que había heredado todos sus millones, millonaria en carnes también, y se casó con ella. Nada más casarse, la convenció, (más bien fue su fogosidad sexual) y lo nombró heredero universal. Ella murió hace un año, no se sabe muy bien de qué. Hay quien dice que de un orgasmo tan placentero y prolongado que le paró el corazón. Él heredó la gran fortuna, y ahora, millonario y loco, o no, ha comprado Las Torres Kio en Madrid, con el fin de fundar La Editorial GREG, y dar verdadera vida a todos sus personajes y a los que pueda parir a partir de ahora su mente perturbada, que de seguro serán terroríficos. Ha contratado a los arquitectos estadounidenses Philip Johnson y John Burgee para que le unan las plantas 26 mediante prolongación de las mismas. Una especie de puente que una las dos torres, porque está convencido de que se van a volcar como La Torre de Pisa, y también, porque él se va a instalar en esas doble planta, y así no tendrá que bajar para ir de una torre a la otra. También le irá bien vivir a esa altura, para subir a las nubes que tanto le atraen. En breve, presentará una OPA hostil para la compra de todas las acciones de La Editorial Planeta, para auto-darse el premio cada año, e incluso creará uno nuevo para cada mes. Pero su idea principal, es, ejercer una competencia agresiva, para hundir a todas las editoriales que han rehusado la publicación de sus obras literarias, por no ser escritor conocido. Lo que, a su entender, es una gran paradoja; ¿cómo le van a conocer como escritor, si no le publican sus libros?...

Reglamento club de millonarios




Y el millonario Slictik, muy contento de tener en sus rodillas a Clarita Alegría, comenzó a contar la historia del club internacional de millonarios, de esta forma:

CLUB INTERNACIONAL DE MILLONARIOS

CONSTITUCIÓN Y REGLAMENTOS

En Marbella, a 1 de enero de 2012

Constituidos en el despacho del Sr. Aladro, abogadro, los millonarios Sres. Gregotd y Slictik, exhiben poder notarial a mi favor, otorgado ante la señora notaría de Marbella, Doña Perfecta Allebram. con fecha 20 de Diciembre de 2011, por el que me apoderan a mí D. José-Luis Aladro Gómez, para realizar todos los trámites legales pertinentes con el fin de fundar un club internacional de millonarios, para el cuidado y mantenimiento de millonarios en tiempos de crisis. Ambos están de acuerdo en ser socios fundadores, en igualdad de derechos y deberes, asumiendo ambos y mientras no se lleven a cabo elecciones democráticas en este club, la presidencia conjunta del mismo. Están a su vez de acuerdo en nombrar como asesor legal y su abogadro de cabecera al Sr. Aladro. El resto de cargos serán listados y adjudicados en su momento, cuando el número de socios así lo permita.
Desean fijar la sede del mismo, aquí en Marbella, concretamente en el yate del millonario Slictik, que se encuentra amarrado en el club privado de Puerto Banús, por estar en reparaciones el yate del millonario Gregotd, sin perjuicio de que cuando esté en condiciones la sede social de dicho club también será, en igualdad de condiciones, en el yate del Sr. Gregotd.
Desean formalizar Estatutos y Reglamentos con el fin de que sean aprobados por la autoridad legal competente y a dicho fin proponen lo siguiente:

-Si bien la sede social será la arriba referida, se establecerán delegaciones en todos los continentes y países, porque en todos ellos existen millonarios a los que proteger, mimar y divertir en estos tiempos de crisis.
-Se proponen como condiciones para adquirir la condición de socio del club las siguientes:
1-Deberán acreditar la posesión actual de al menos mil millones de euros, dólares o de cualquier otra moneda de curso legal de igual valor, bien sea en bonos, acciones, o cualquier otro formato de curso legal.
2-Deberán pedir la admisión por escrito dirigido a la sede social. Se les citará en los yates de los fundadores, donde acreditarán su condición de mil millonarios. Después serán invitados a un piscolabis y a la subsiguiente juerga.
3-Acreditadas las condiciones se les inscribirá en el libro de oro del club, se les otorgará una tarjeta Club M oro y platino con la que podrán acceder a todas las delegaciones del club en el mundo y a todos los eventos y fiestas que se organicen.
4-Perderán su condición de socios en cuanto este club tenga conocimiento de la llegada a peor fortuna, por debajo de los mil millones, si bien, en el caso de que la cantidad sea somera y poco enjundiosa, se les dará un plazo, digamos que de seis meses, para volver a mejor fortuna y acreditarlo.
5-Este club se regirá por normas y estatutos democráticos, sus cargos serán elegidos por mayoría simple en las urnas y tendrá al menos un presidente, un vicepresidente, un tesorero (el Sr. Buenavista, economista), y un asesor legal, el Sr. Aladro, abogadro. El resto de cargos serán establecidos en la primera asamblea de socios que se convoque.
6-No se permitirá hablar, llevar insignias, o cualquier otro tipo de comportamiento que pueda herir la susceptibilidad de los socios. Así, se podrá pertenecer al Real Madrid, Barcelona o cualquier equipo, pero sin decirlo y sin hacer ostentación. Se podrá pertenecer a cualquier partido político, pero nunca se hablará de política. Se podrá ser miembro de cualquier confesión religiosa mundial, e incluso se permiten las donaciones y limosnas, pero sin que la mano derecha sepa lo que hace la izquierda y al revés o viceversa.
En este momento me detengo, tomo aliento, dejo mi pluma DuPont de oro sobre la mesa de mi despacho, y concedo la palabra al Sr. Millonario Slictik. Por este se concede a su vez la palabra al Sr. Millonario Gregotd, para que diga si está de acuerdo, si propone nuevas normas, si cree conveniente ligeras o amplias modificaciones y si está dispuesto, salvo contingencia inesperada, a celebrar la fundación de este club en el yate de Slictik, esta noche, a las 21 horas, con la asistencia también del refrendante, es decir del Sr. Aladro, quienes deberán comparecer solos, aunque estén o estuvieren casados, con el fin de poder participar en una orgía pistonuda que Slictik ha preparado contratando a las pupilas más bellas de una madame llamada Anabél, heredera por línea directa de su patrona Lily. No comparecerá Johnny el gigoló, por ser los dos socios fundadores y el asesor legal, heterosexuales, sin perjuicio de que si en algún momento alguna pupila tuviere queja de las prestaciones sexuales de socios y asesor, podrán llamar a Johnny el gigoló para dar un descanso a los participantes en la fiesta, que millonarios o no, también deben descansar de vez en cuando.
CONCEDIDA LA PALABRA AL MILLONARIO SR. GREGOTD, POR ESTA SE MANIFIESTA AL RESPECTO LO QUE SIGUE:
Tomo la palabra para decir que estoy de acuerdo en todo lo expuesto anteriormente por el SR. Aladro y suscrito ya por mi socio el millonario SR. Slictik. Dicho lo anterior, confirmo mi asistencia esta noche, a la inauguración y celebración de la fundación de del club, en el yate del SR Slictik, a la apetitosa comilona que tendrá lugar, y la no menos deliciosa fiesta que celebraremos después.
Mañana, si el SR Aladros no está impedido por la resaca, teniendo en cuenta que estamos de acuerdo ambos socios, puede presentar nuestra petición a las autoridades que se suponen competentes, para su aprobación.

Toma la palabra el millonario Slictik y solicita votación para aprobar los estatutos, puesto que la francachela de esta noche en el yate requiere algunos preparativos.

Votan a favor el Sr. Gregotd y el Sr. Slictik. Por este se pide al Sr. Aladro que decida con su voto, por este se responde:

-Me temo que no puedo votar. No soy millonario y aún me queda mucho para serlo.

-Eso puede arreglarse, amigo.

Y sin más se cierra esta sesión constitucional del club internacional de millonarios.
En Marbella a tantos de tantos... de tantos....

Firma millonario Gregotd Firma millonario Slictik

Habitación 3 El club de millonarios



Apenas llegados al pasillo de las habitaciones, en el primer piso, Alvarito fue despachado con malos modos por Clarita Alegría, doncella y camarera de habitaciones. Nuestro botones solo accedió a largarse con viento fresco cuando una vez extendida la palma de la mano el millonario Slictik puso en ella un billete de 500 euros. Antes había intentado poner un bono de la deuda griega por importa de un millón, pero Alvarito se negó en redondo. Quiero euros contantes y sonantes, dijo.


Clarita llevó ella misma las maletas a la habitación número 3 desde ahora residencia del millonario Slictik y de su famoso club internacional de millonarios.

Slictik, conmovido por el agotamiento de Clarita, la invitó a sus rodillas y sirviéndola un bourbon, para que se recuperara, le hizo alguna que otra carantoña a la doncella de planta y luego puso un billete de mil euros en la palma de su mano. Pero Clarita Alegría no quiso despedirse. Al contrario, siguió sentada en sus rodillas y le pidió si no tenía una larga historia que contarle. A esto el millonario Slictik respondió que tenía una y muy larga.
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domingo, 8 de abril de 2012

INDICE DE AUTORES Y PERSONAJES





LOS AUTORES Y PERSONAJES QUE HAN ESCRITO E INTERPRETADO TODAS ESTAS ESCENAS SON LOS SIGUIENTES:

-GREGOTD Y SU PERSONAJE NATALIA Y FAMILIA

-SLICTIK Y SUS PERSONAJES JUANITO SOLOTOV, UN NIÑO FEROZ, Y SU LORITO Y FAMILIA... DE JUANITO, NO DEL LORITO

HABITACIÓN NÚMERO 1-NATALIA Y FAMILIA

NARRADOR





Alvarito Pina con las maletas de la familia Fuentecilla en el patín turbo, enfiló el pasillo de la planta baja en dirección al ascensor situado al final del mismo, a escasa velocidad seguido por Natalia y sus padres. En un descuido, aceleró más de lo previsto, hizo un giro brusco hacia la izquierda, y tiró por los suelos un macetón con una palmera de interior, que forma parte del exquisito ornamento de dicho pasillo, en el que se encuentran además, numerosos lienzos de gran valor, una mesita sobre la que reposa un jarrón con flores y un anaquel con diferentes figuritas de ornato. Una de las maletas cayó al suelo, y fue recogida de inmediato por Alverito que no pudo evitar que Don Serge le viera, ya que al oír el golpe, llegó corriendo con las manos en la cabeza, con ganas de dar un sopapo a Alvarito, paro se contuvo ante la presencia de los huéspedes y el temor de causarles mala impresión, y se limitó a quitar hierro al incidente.
-Nada, no ha pasado nada. Avisaré al jardinero para que compre otro tiesto y sustituya el roto. Al perecer, a la palmera no le ha pasado nada. Disculpen la torpeza de Alverito. Es su primer trabajo y aún está en periodo de aprendizaje.

Estrechó la mano de Andrés, volvió a besar a Sonia, e intento abrazar a Natalia que se escabulló y se resguardó detrás de su madre, y se marchó susurrando... «cuando te pille después, a solas, Alvarito, te vas a enterar de lo que vale un peine»

Cuando salieron del ascensor, accedieron a otro pasillo como el anterior, finamente decorado, y Alvarito que aún conservaba las mejillas sonrojadas por la vergüenza pasada y el temor a la bronca que le esperaba, muy atento, abrió la puerta de la habitación Número 1, e invitó a pasar a los primeros huéspedes, contento, porque contribuirían a que conservara su empleo. Pues, con cinco millones de parados en nuestro país, mantener el trabajo es muy difícil. Y después de disculparse por lo sucedido y asegurarse de que no necesitaban nada más, se disponía a subir a su patín turbo-propulsado, cundo Natalia haciendo gala de su gran sensibilidad, hizo una seña con su pálida manita para que se detuviera.
-No te preocupes, Alvarito. Un accidente lo tiene cualquiera, y no ha pasado nada grave. Cuando estemos instalados bajaremos. ¿Verdad papá?
Por supuesto, -dijo Andrés, sorprendido por el atrevimiento de su hija que parecía estar empezando a superar su timidez.
-Gracias, preciosa niña por tu comprensión. Estoy a vuestro servicio. Si me necesitan, será un placer orientarles en lo que deseen.
Y dicho lo anterior, se montó en su patín, y se marchó por el pasillo a toda velocidad con riesgo de estrellarse contra la pared del final.

Cerraron la puerta, y se dedicaron a deshacer las maletas, no sin antes mirar detenidamente la estancia que consta de una amplia habitación con una cama de matrimonio, y unida ella, una pequeña alcoba con una cama unipersonal donde dormirá Natalia. Ambos aposentos tienen una ventana que da al exterior, así como el cuarto de baño común a las dos habitaciones. La decoración de las habitaciones, en consonancia con lo visto hasta ahora; cortinas, camas y muebles de calidad, de estilo moderno pero, con cierta sobriedad. En la habitación de Andrés y Sonia hay una mesita y sobre ella, una lamparita. Dos sillas, una a cada lado, y en el suelo el búcaro de flores, regalo del hotel. En un rincón, una nevera pequeña. En la cabecera de la cama, a dos tercios de altura, adosado a la pared, un aplique de luz con interruptores conmutados para que ambos cónyuges la puedan encender o apagar cuando lo deseen. Un amplio armario para la ropa. En la alcoba de Natalia, además de la cama, hay una mesita y sobre ella, una lamparita con flexo para adaptarla en altura, propia para leer, y una silla. También un pequeño armario para la ropa, y, un aplique de luz igual que el del dormitorio grande.

Cuando colocaron sus ropas y otros enseres en los armarios, a petición de Natalia, decidieron bajar para ver algo más del hotel y de paso, preguntar si habían llegado más huéspedes. En el pasillo, frente a las puertas de las habitaciones hay un acristalamiento a través del cual se ve todo el patio interior con sus mesas redondas alrededor del pozo que abasteció a la comunidad religiosa hace más de cuatrocientos años. La familia Fuentecilla contentos de haber elegido ese lugar, pues, les gusta todo lo que han visto, hasta ahora, salieron al pasillo y se dirigieron al ascensor. Pero, la curiosidad de los niños es inagotable, y Natalia, miró a través de la pared acristalada, y guitó.
-¡Mirar, papá, mamá, que patio tan bonito se ve desde aquí!
Y miraron y quedaron admirados como su hija y bajaron para verlo mejor, de cerca.

Llegaron a recepción y salió a su encuentro Don Serge, frotándose las manos de contento, con una sonrisa de oreja a oreja.
-Qué tal señores, ¿les ha gustado la habitación? Y a ti señorita Natalia, ¿te ha gustado la tuya?
-Sí, Don Sege, nos han gustado mucho. –contestó Andrés-, hora, nos gustaría ve el patio...

HABITACIONES-CLARITA Y NATALIA




Hola Natalia, mona, voy a ser tu camarera de habitación. No dudes en llamarme para todo lo que necesites. Ofrecimiento que hago extensivo a tus papás. En esta planta no hay más normas que las que los propios huéspedes se autoimpongan. No obstante es conveniente que sepan lo siguiente:

-Las habitaciones se abren con una tarjeta que se introduce en la ranura. Si se han olvidado de dársela en conserjería bajen a pedirla. Con ella se encienden las luces, se pone en marcha el televisor, etc.

-No pueden ser molestados en su habitación sin previo permiso. Ante cualquier intruso no duden en llamar a nuestro cuerpo de seguridad, presidido por el detective Asta de Toro.

-Aquí pueden hacer lo que quieran sin pedir permiso a nadie. No obstante si otro u otros huéspedes deciden compartir historia tendrán que ponerse de acuerdo entre ellos.

Sigue abierto el casting. Necesitamos más camareras o camareros y personal de habitaciones, doncella, doncello, etc.

HABITACIONES-UN SALUDO DE CLARITA ALEGRÍA




Hola a todos, soy Clarita Alegría, camarera, doncella y lo que se tercie.
Les invito a todos los interesados a participar en el casting de personal de habitaciones. No se abrirán de momento, hasta que las reformas se lleven a cabo, pero pueden ir solicitando plazas. Anímense, soy muy pizpireta y se lo haré pasar de cine o de "muete" como prefieran.

-Doncellas de habitaciones y doncellos, si alguno se apunta.
-Camareros de habitaciones, ambos sexos.
-Personal de limpieza, a cargo de aspiradores y demás artilugios de limpieza.
- También se pueden inscribir aquí los interesados en limpieza de fachadas y cristales.

RECEPCIÓN-JUANITO-NARRADOR GLOBAL

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NARRADOR GLOBAL.

TERCER NARRADOR O NARRADOR GLOBAL.

Si no lo cuento yo, no lo cuenta nadie, porque soy el único que está en todas partes y puede ver todo lo que sucede en el hotel, en tiempo real. Debo decir que a poco que se hubieran retrasado Natalia y su familia se habrían dado de bruces con Juanito Solotov, su lorito y su familia, quienes aparcaron su vehículo, en el que se habían trasladado por autovía durante horas (Juanito estuvo insoportable, como siempre) en el parking del hotel. Mientras consiguieron calmar a Juanito que se hacía pis y acabó haciéndolo contra la pared del hotel, sacar las maletas y rodarlas hasta la recepción (debido a la escasez de personal en el hotel el parking aún no está atendido) pasó un tiempo. Cuando hicieron su entrada Don Serge estaba de nuevo tras el mostrador.

Recibió con una sonrisa a los nuevos huéspedes, aunque el niño le dio muy mala espina desde el principio. Cuando Juanito inició un soliloquio en voz alta diciendo que aquel hotel le parecía un convento y muy aburrido, Don Serge llamó de inmediato al botones, Alvarito, y le pidió que llevara ipso facto a los nuevos huéspedes a su habitación, la número 2. Eso hizo el botones motorizado, quien comprendió de inmediato que Juanito iba a ser un hueso duro de roer. Así que lo montó en su patín y dejó que los papás subieran las maletas en el ascensor.

RECEPCIÓN-NATALIA Y JUANITO ANTECEDENTES







NATALIA. CONTINUACIÓN DE LA ESCENA.

NARRADOR.

Cuando los niños salieron del despecho después de hacerle el test a Natalia y el test de Rochas a Juanito para entretenerle, Sara le explicó a los padres en qué consistía la terapia vacacional:

-Creo firmemente, como les insinué antes, que es muy conveniente para todos, niños y adultos, que vayan juntos, a un viaje de vacaciones. Que se alojen en un mismo hotel, con el fin de que pasen el mayor tiempo posible en contacto. Que se relacionen. Serán unas vacaciones aparentemente ociosas, pero, en realidad será una terapia de conjunto que les vendrá bien a todos. Por una parte, los niños tendrán la necesidad de relacionarse, compartirán juegos y otras actividades, lo que hará que mejoren sus conductas. «Juanito no mejorará jamás, pero a Natalia sí que le irá bien para empezar a salir poco a poco de su retraimiento mental. -Pensaba mientras hablaba-» Por otra, ustedes, los padres, teniendo en cuenta que son los educadores naturales de sus hijos, y por ello los responsables, en parte, de su comportamiento, también les irá bien relacionarse y sacar conclusiones positivas de su interrelación. Si están aquí, es porque aparte de la naturaleza de sus hijos, en algo han fallado. Quizá no han sabido estimular a Natalia, ni aplacar a Juanito en su momento. De lo que unos observen en la manera de proceder de los otros y viceversa, con sus hijos, pueden sacar conclusiones importantes.

Estuvieron de acuerdo y prometieron hacer ese viaje una vez que lo tuvieran planificado. Y mientras transcurría lo anterior, los niños en el antedespacho, siguieron conversando. Natalia, después de un largo silencio que Juanito aprovechó para mirarla fijamente, con la intención de psicoanalizarla, pues, seguía intrigado y pensaba que escondía un as en su mente para sacarlo en el momento oportuno, preguntó:

-¿Crees... crees, que nos lo pasaremos bien en ese viaje que planean nuestros padres, y que llegaremos a ser amigos?

Juanito estuvo a punto de darle un cachete, pero, optó por seguirle la corriente y respondió con una sonrisa sardónica que no captó Natalia:

-Sí, claro, nos lo pasaremos bomba. No te preocupes, seremos amigos, yo cuidaré de ti. «Y mientras lo decía pensó: esta niña tonta cree que voy a ser su amigo. No sabe lo que le espera. Cuando estemos en el hotel, haré todas las travesuras que pueda, y diré que las ha hecho ella, y como es tan ingenua, no tendrá valor para delatarme»...

En ese pensamiento estaba Juanito, cuando salieron los padres de ambos acompañados de la doctora Sara, se despidieron y salieron todos a la calle...

RECEPCIÓN-NATALIA-CONTINUACIÓN





NATALIA. CONTINUACIÓN DE LA ESCENA.

NARRADOR.

De pronto, como si una lucecita se encendiera en su cerebro, sintió el pulso de hacer un acercamiento a Juanito, porque, aunque es un niño muy travieso, ella cree que no es tan malo como aparenta, sino que actúa así porque se siente solo como ella. Pensó que quizá si pudiera vencer el miedo y hablar con él, sería bueno para los dos. Ella podría salir del caparazón mental en el que se encuentra encerrada y ser más extrovertida, y Juanito podría moderarse un poco y perder parte de la soberbia que le domina. El lorito sería el catalizador que acelerase ese acercamiento, y por ende la transformación de dos mentalidades tan contrapuestas. Con mucho miedo, se decidió a contestar.

-Pues... pues... no sé, los animales son imprevisibles. Quizá tu lorito es muy inteligente y muy sensible, se ha apiadado de mí, y por eso ha actuado así.

Natalia esbozó una sonrisa. Juanito la miró con aire de superioridad, pero un tanto confuso por la respuesta de Natalia, decidió seguir simulando ser benévolo, e indagar más el porqué del comportamiento timorato de la niña, ya que, le extrañó mucho la reacción de John Silver, y pensó que quizás Natalia en su mente introvertida tenía algún poder oculto.

-Bueno, sí. Los animales son espontáneos, a veces, pero, no razonan como nosotros. Parece que por alguna extraña razón, le has gustado o tienes algo que la atrae.
-¿Crees... crees, que podríamos ser amigos? Así yo jugaría con él y contigo...

Mientras los niños mantenían esa tímida conversación, sus padres comentaban los problemas de sus hijos que les habían traído a la consulta de la psicóloga.

-Nuestra hija, -comentaban los padres de Natalia- es un cielo pero vive encerrada en sí misma. No sabemos qué hacer para que se relacione con los niños del colegio. Quizá nosotros tenemos parte de las culpas por nuestra manera de ser; tampoco nos relacionamos mucho con las personas de nuestro entorno. –Concluyó el padre de Natalia-.

-Nuestro problema, -comenzó el padre de Juanito- es completamente inverso al vuestro. Juanito es como un torbellino que va arrasando todo cuanto se interpone en su camino. No sabemos cómo conseguir que se adapte a las normas de convivencia establecidas en la sociedad. En el colegio, los niños no quieren jugar con él porque todos le tienen miedo.

Quedaron en silencio. Silencio que interrumpió la madre de Natalia mirando en la dirección de los niños que para sorpresa de todos, seguían conversando, y propuso: Creo que sería conveniente que ustedes y nosotros, con nuestros hijos, hiciéramos algo que sirviera de excusa para reunirnos fuera de la consulta. No sé, una excursión de fin de semana, unas vacaciones...
En ese momento, la psicóloga, que había terminado la consulta con otro paciente, les hizo pasar, para proponerles una terapia de conjunto...
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RECEPCIÓN-ANTECEDENTES PRIMEROS HUÉSPEDES-NATALIA






NATALIA EN LA CONSULTA DE SARITA BLANCO.

NARRADOR.

Natalia, cada día se iba sumergiendo más en sus miedos, en su timidez y en su soledad, hasta que sufrió un ataque de histeria en el colegio y cayó al suelo convulsionando. La directora llamó a su madre, que acudió preocupada. Cuando fue informada de lo ocurrido, la llevó al servicio de urgencias de su ambulatorio, donde le recomendaron que la llevara a un psicólogo. Pidió que le orientaran dónde encontrar uno, y le dieron la dirección de la consulta de Sarita Blanco, psicóloga infantil y pediatra.

Al día siguiente, Sonia y Andrés, habiendo concertado cita por teléfono, llevaron a su hija a dicha consulta. Llegaron y hechas las presentaciones, la psicóloga les invitó a pasar y a tomar asiento. Una vez informada de los problemas que padecía Natalia y complementada la historia clínica, acompañó a Natalia a acomodarse en un sofá al fondo de la sala, con el fin de conversar con ella. Justo en ese momento, se oyó un gran golpe en la puerta que se entreabrió y volvió a cerrarse. Sarita salió del despacho sobresaltada, y volvió a entrar seguida de un niño iracundo que sangraba por la nariz y gritaba, con un loro sobre su hombro que repetía lo mismo que él, seguido a su vez por los que supuse eran sus padres. Sarita le curó la nariz y les dijo que debían esperar a que atendiera a Natalia.

Cuando el niño descubrió a Natalia encogida en el sofá, le pregunto su nombre, y como ella contestó con voz casi inaudible, dijo algo a su loro, y éste empezó a insultarla.
-¡Niña tonta, niña tonta!
-¡Juanito! ¡Insolente! -Dijo su padre- No le digas al loro, que insulte a esa niña. Y acto seguido lo agarró por la oreja y lo obligó a sentarse.

Natalia empezó a llorar desconsolada por los insultos recibidos y su madre fue a confortarla. Entonces ocurrió algo que sorprendió a todos. El loro pareció apiadarse de la niña y empezó a insultar a su dueño.
-¡Juanito tonto! ¡Natalia guapa! ¡Natalia guapa!

Y abriendo sus alas voló hasta posarse en el sofá junto a Natalia, y su madre. La niña saltó del sofá asustada y fue corriendo hasta donde estaba su padre, abrazándose a él. Andrés la tranquilizó, diciéndole que el loro no le haría daño, que sólo quería estar con ella porque se había enfadado con Juanito.

-Acércate a él, e intenta acariciarlo, verás que no te hará nada. –Le dijo Andrés.
-No, papá, quisiera acariciarlo pero me da mucho miedo.
-No te preocupes, hazme caso, te acompaño y lo intentas.
Cuando se acercaron, Natalia acercó su temblorosa mano para
tocarlo, el lorito voló, se posó sobre su brazo y dijo.
-¡Natalia! ¡Natalia!
Natalia temblaba, pero viendo que el loro no le hacía ningún daño, se atrevió a tocarlo con la otra mano, y dijo.
-Papá, quiero un lorito como este...

RECEPCIÓN-ANTECEDENTES LLEGADA DE JUANITO SOLOTOV





JUANITO SOLOTOV EN LA CONSULTA DE SARITA BLANCO.

NARRADOR.

Juanito tuvo que ser llevado por las orejas y a remolque hasta la consulta de la psicóloga Sarita Blanco. Durante todo el camino estuvo enrabietado y diciendo palabrotas por lo "bajini" para que el loro las repitiera. Pero como su padre conocía el truco más que de sobra no cesó de darle coscorrones todo el camino.

Al entrar en la consulta Juanito golpeó la puerta con fuerza con saña y rabia, esperando que diera un golpazo contra la pared y todo el mundo se enfadara con él. Lo que él ignoraba era que Sarita Blanco, a pesar de su juventud y bisoñez como terapeuta ya sabía algunas cosas. Por ejemplo: que sus pacientes solían ser muy violentos y desagradables, y a casi todos les daba por golpear la puerta con fuera. Solo tuvo que cambiarla una vez, cuando vino el cerrajero le pidió que pusiera un muelle, el más fuerte que tuviera.

Cuando Juanito dio una terrible patada a la puerta, ésta regresó hasta su cara con poderosa fuerza y le golpeó la nariz. ¡Ay, ay! Gritó Juanito y su lorito repitió. ¡Ay, ay, Juanito! Como si le hubiera dolido a él. Sarita salió de su despacho, asustada y viendo a Juanito sangrando por la nariz buscó su maletín de primeros auxilios y le curó. Se presentó a sus padres y les pidió que esperaran, se había retrasado un poco y aún le quedaba recibir a Natalia.

Fue entonces cuando Juanito observó la presencia de una niña, tímida y como escondida en un extremo de un sofá. Muy enfadado por el golpe recibido, Juanito se dirigió a ella:
-¿Cómo te llamas?
Como ella respondiera tan bajo que Juanito no la oyera, susurró para que lo repitiera su lorito.
-¡Niña tonta!
El lorito abrió sus alas, se esponjó, elevó la cabeza y repitió.
-¡Niña tonta, niña tonta!


JUANITO SOLOTOV. CONTINUACIÓN DE LA ESCENA.

NARRADOR.

Los narradores realistas nos las vemos y nos las deseamos para que los lectores nos crean cuando contamos algunas cosas que han visto nuestros ojos, que son reales como la vida misma, pero que, sin embargo, poseen un toque de magia, un color milagroso, una expresión como insólita, diría yo. Este es el caso que me ocupa.

Los loritos repiten lo que oyen y no improvisan o toman decisiones por su cuenta. Esto lo sabe hasta el más tonto, hasta el que asó la manteca. Juanito no era tonto ni mucho menos. Por eso se olvidó de su nariz sangrante, de Natalia y de todo lo que le rodeaba. Se rascó la cabeza preguntándose qué le había sucedido a su Lorito, a quien llamaba John el Largo, por el personaje de la Isla del Tesoro. Era la primera vez que le llevaba la contraria y la primera vez que se hacía amigo de un enemigo suyo. Bueno, en realidad, Natalia no era su enemiga, porque apenas la conocía, pero como si lo fuera o fuese. Juanito solo aceptaba como amigos a quienes le hacían la pelota o se convertían en sus esclavos. Mientras observaba a Natalia con su lorito en el hombro se preguntó qué poderes extraños tendría esa niña para transformar de semejante manera a su lorito. Se dijo que cuando regresaran a casa le daría una buena tunda a John Silver el largo, para que aprendiera la lección. Pero mientras tanto decidió disimular y hacer como que se arrepentía y quería congraciarse con Natalia. Se acercó a ella, se sentó a su lado y balbució:
-Lo siento, niña. No quería insultarte. Se me escapó. Veo que te has hecho amiga de John Silver el Largo. Me pregunto cómo lo has conseguido.

Natalia sentía un cierto temor de decirle algo a aquel niño que podía reaccionar de cualquier manera. Incluso le podía pegar. Permaneció callada un momento, pensando en qué hacer. Mientras los padres de Juanito y de Natalia se presentaron y se pusieron a comentar los problemas de sus respectivos hijos. Los padres de Natalia comentaron que su hija era un cielo, pero...

JUANITO SOLOTOV. NUEVA ESCENA DE JUANITO SOLOTOV, UN NIÑO FEROZ

TERCER NARRADOR, AGLUTINANTE DE LOS OTROS DOS NARRADORES.

Este narrador aparece aquí como muestra de cómo se engarzarán las historias que se hagan en el hotel cuando intervengan varios personajes a la vez y otros tantos narradores.

TERCER NARRADOR.

Nunca sabremos quien interviene en las casualidades. ¿Será el destino, también llamado azar? ¿Serán seres invisibles que velan por nosotros, ángeles de la guarda, o demonios que intentan perdernos? En este caso no me cabe la menor duda de que hay demonios de por medio. Dejando aparte a Juanito, claro. Ni Natalia ni sus padres eran conscientes de lo que se les estaba cayendo encima. Cuando se planteó la posibilidad de ir juntos a alguna parte, tal vez de vacaciones, ninguno de ellos podía saber que acabarían recalando en un hotel de Alcázar de San Juan, denominado Hotel Monasterio de los Disparates, ni tampoco eran videntes y capaces de ver el futuro. De otra forma hubieran huido, todos menos Juanito, como almas llevadas por el diablo.

Como narrador omnisciente yo sí sé lo que pasará y tiemblo por estos pobres. Excepto por Juanito Solotov, claro, este niño feroz ya ha conseguido hasta enemistarse conmigo, un narrador invisible al que no le va nada en el envite.

Cuando pasaron al despacho de la psicóloga, de nombre Sara, y casi recién licenciada en la universidad, no imaginaban que una de las terapias que les propondría, ésta genio de la sicología moderna, sería que todos fueran juntos de vacaciones, a alguna parte. Teniendo en cuenta el problema de Natalia y asimismo el de Juanito, le pareció evidente que se podrían complementar. Por si acaso, puesto que Sara no era tonta, les dejó el número de su móvil, aconsejándoles que la llamaran en cualquier momento y a cualquier hora del día, si fuera preciso. Y aquí les dejo por el momento. Cederé la palabra al narrador del personaje Juanito que es la propia Sara.

NARRADOR DE JUANITO SOLOTOV, LA PSICÓLOGA SARA.

Lo peor que podía pasarme me pasó. A veces pienso que soy gafe y que tengo tan mala suerte porque alguien me ha echado el mal de ojo. Lo cierto es que cuando Juanito y Natalia entraron por la puerta de mi despacho me dio en la nariz que aquel iba a ser el peor día de mi vida profesional y no profesional y sería el mejor de una larga cadena de días desgraciados. Hay niños que generan problemas, solo con mirar, aunque no se muevan. Ese es el caso de Juanito. Y hay niñas que son tan buenas y quieren evitar causar problemas por todos los medios que acaban sufriendo los problemas en su propia carne. Este era el caso de Natalia, una niña tímida, introvertida, tal vez un poco fóbica social. No me atreví a diagnosticarla sin hacer unos tests previos. A Juanito sí, a ese le diagnostiqué en cuanto me lanzó su lorito amaestrado a la cara, con la sana intención de arrancarme los ojos. Gracias a Dios que yo siempre tuve un don con los animales y el lorito debió notarlo, porque se posó en mi hombro derecho y ya no quiso marcharse de allí a pesar de los gestos y palabrotas que por lo bajini iba soltando Juanito.

Los padres de ambos niños parecían haber congeniado y eso me alegró, porque estaba empezando a pensar que tal vez una terapia de choque les vendría bien a ambos. Por un lado Natalia tendría que reaccionar ante un niño tan hiperactivo y malo, como Juanito. Porque mi diagnóstico fue certero desde el principio y nunca tuve que cambiarlo. Aquel niño era malo, lo peor que verían mis ojos nunca. Por lo demás no le pasaba nada. No tenía patología alguna y su maldad procedía de su naturaleza propia y libre y tal vez un poco de lo consentido que le tenían sus papás.

Mientras charlaba con los padres, los niños permanecían en sus asientos. Natalia muy modosita y Juanito porque en cuanto se movió le amenacé con mandarle al lorito. Él sabía muy bien cómo se las gastaba su mascota cuando hacia caso del dueño, y a mí me estaba haciendo caso como si fuera su dueña. Intenté abreviar la conversación porque mantener quietos permanente a niños es una tarea imposible. Supe lo que pensaban de sus retoños, sus quejas y necesidades. Y entonces, sin pensármelo más les hice la propuesta. Se lo tomaron muy bien. En cambio Juanito me miró como si quisiera matarme, por suerte para mí no tenía con qué hacerlo.

Antes decidí que Natalia hiciera unos tests para hacerme una idea de su problema y a Juanito le pedí que hiciera el test de Rochas, ya saben los borrones en los que cada paciente ve su propia patología. Sabía que eso le entretendría un rato y que no sería tan astuto como para ocultar sus malévolos designios. Cuando terminaron les pedí que salieran un momento al antedespacho porque tenía que hablar con sus padres.

RECEPCIÓN-DON SERGE, CONSERJE ADJUDICA LA HABITACIÓN NÚMERO 1





EL NARRADOR SEGUNDO O NARRADOR DE DON SERGE

Don Serge estaba deseando poder instalar a un huésped en el hotel. Tras las necesarias obras y reformas el nuevo Hotel Monasterio de los disparates había quedado en condiciones de abrirse al público. Así se hizo con una campaña en la prensa, la radio –Onda Cero- y la televisión local. También se abrió una página en Internet. Pero hasta que Don Serge no descolgó el teléfono el día anterior no se produjo la tan anhelada inauguración.

Una familia quería instalarse en el hotel, no sabían si por unos días, un largo periodo vacacional o puede que de por vida, si se producía un milagro. Don Serge tomó nota y reservó una habitación doble, para el matrimonio, y para su hija. Sería la habitación número 1. Anotó cuidadosamente en el libro de Registro: Familia Fuentecilla Agüera. Andrés, Sonia y Natalia.

Cuando al día siguiente una encantadora familia traspasó la puerta Don Serge esbozó una encantadora sonrisa y se frotó las manos. Por fin los primeros huéspedes hacían su entrada triunfal.

-Buenos días señores, soy el conserje, pero todos me llama Don Serge. ¿Desean alojarse?

-Sí. -Contestó Andrés. Tenemos habitación reservada. Somos la familia Fuentecilla Agüera. Mi nombre es Andrés, mi esposa Sonia y nuestra hija Natalia.

-Ah, sí. Ya recuerdo que hicieron la reserva por teléfono.

Como para no recordarlo. Hasta había soñado con el momento de inscribir a los primeros huéspedes del hotel. Estaba tan feliz que salió del mostrador, estrechó calurosamente la mano a Don Andrés, hasta casi aplastarla, besó en las mejillas a Doña Sonia y estrechó en sus brazos a la señorita Natalia que se puso muy colorada. Balbuceó algo ininteligible y luego, cuando Don Serge volvió a colocarla en el suelo, se puso detrás de sus padres para protegerse.

-Firmen aquí, en el libro de registro, los tres, y luego nuestro botones, Alvarito Pina, les subirá las maletas a su habitación, la número 1. Son ustedes nuestros primeros huéspedes. Enhorabuena y la casa tiene el detalle de invitarles a una botella de champán francés, Don Perignón, un refresco para la niña, una cesta de frutas, unas tortitas de Alcázar, y un bonito búcaro de flores. ¡Alvarito, Alvarito!

Don Serge se desgañitó llamando al botones que no aparecía por parte alguna. Por fin se oyó un ruido, como de turbo, y Alvarito apareció en recepción, montado en sus famosos patines turbo. Su alegría fue tan expansiva como la de Don Serge, besuqueando a todo el mundo, incluido el propio conserje, quien disimuladamente se limpió luego las mejillas con el pañuelo.

-Lleva a los señores a la habitación número 1. Cerciórate de que no falte nada. Ustedes disculparán pero andamos escasos de personal. Y ponte a sus órdenes. Y no le den propina, que aquí la propina está comprendida. “Prix comprís” como dicen los franceses.

Alvarito colocó las maletas en el patín turbo y les pidió que le siguieran, procurando no pasar de primera para que los huéspedes pudieran seguirle sin tener que correr.

RECEPCIÓN-NATALIA Y FAMILIA-NARRADOR GLOBAL





TERCER NARRADOR O NARRADOR GLOBAL

El autor me trae aquí por los pelos, para explicar un poco del pasado y situar en el presente esta historia. Debo decirles que en realidad nuestro Hotel Monasterio de los Disparates es una copia exacta del Hotel Convento de Santa Clara, aunque éste, donde nos vamos a mover nosotros está en otra dimensión, solo accesible a personajes. Por lo tanto si ustedes no lo son, o creen no serlo (hay mucho personaje que se cree real y mira a otras personas reales como personajes) pueden reservar habitación en el Hotel Convento de Santa Clara y palpar con sus propias manos su realidad física. De paso pueden presentarse a Paloma Mayordomo y que les enseñe el Convento y les hable de la Escuela de escritores Alonso Quijano.

Pero… pero si son ustedes personajes, como es el caso que nos ocupa, hay algunas cosillas que deben de saber antes de inscribirse en el Hotel. Nuestro conserje actual, se inscriban a la hora que se inscriban, es Don Serge, conserje por vocación y casi por naturaleza. Su biografía consta en los archivos secretos del Hotel de los disparates y podrán leerla muy pronto en el blog donde se muestran los modelos de personajes. Baste con que sepan que Don Serge es catalán o al menos nació en ese bonito territorio, nacional o no nacional, terráqueo y galáctico. Desde niño quiso ser conserje de hotel y desde niño fue socio del Barça. Es un forofo peligroso, por lo tanto les aconsejo que no le tiren de la lengua al respecto. Su vida es un prodigio de precocidad. A los diez años ya era botones de un hotel de dos estrellas, a los quince fue emancipado por sus padres para que pudiera trasladarse a Madrid y trabajar en un hotel de tres estrellas y desde entonces su vida se podría resumir en tres temáticas obsesivo-compulsivas: hotel, Barça y fundar una familia. Le encanta estar en recepción y recibir a los huéspedes. Hasta tal punto que renunció a los ascensos que le propusieron, incluso el de dirigir un hotel de una cadena que iniciaba su andadura. Con el Barça sufrió unos años y ahora disfruta todo lo que puede. En cuanto a lo de fundar una familia, Don Serge es muy tradicional y quiere encontrar a la mujer de su vida, con la que tener unos preciosos hijos, cuantos más mejor. Lo malo es que es bastante escogido. No le gustan todas y por si eso fuera poco quiere que sea virgen, algo complicado en estos tiempos.

El hotel ha comenzado a funcionar hace poco –en esta dimensión- porque en la otra, en la que todos ustedes conocen, hace ya mucho tiempo que lleva funcionando, y muy bien. De momento solo tenemos los empleados imprescindibles, estamos en cuadro, entre ellos Alvarito Pina, el botones, de quien ya les hablaré más adelante, Iñaki Lizorno, cocinero postmoderno, en las cocinas y nuestra amada directora, la Sra. Abadesa del Convento, una encantadora mujer siempre pendiente de sus huéspedes y del personal, para que todo el mundo esté contento y sea feliz, aunque ella duerma poco y coma cuando puede.

Y ahora permítanme ceder la palabra al narrador de Don Serge.

RECEPCIÓN-NATALIA Y FAMILIA

Aceptaron la sugerencia de la doctora Sara, de viajar a Alcázar de San Juan y alojarse en el Hotel Convento de Santa Clara, Sonia y Andrés, prepararon sus maletas y el sábado por la mañana, a las ocho, se dispusieron a iniciar su viaje y a recorrer los150 kilómetros que distan desde Madrid, en poco más de una hora si el tráfico se lo permitía.

Natalia fue muy nerviosa todo el tiempo, pero a la vez, alegre y contenta. Era su primer viaje fuera de Madrid y presentía que iba a ser una aventura inolvidable. El viaje transcurrió sin incidentes. Pararon a mitad de camino en un área de servicios para estirar las piernas y tomar un café, y a las nueve y media llegaron al aparcamiento del hotel.
Cuando bajaron, Natalia quedó sorprendida al mirar la fachada principal y dijo:
-Mira papá, mira mamá, qué bonita es. Nos lo pasaremos muy bien aquí. Y más cuando vengan Juanito y sus padres. Él me prometió que jugaría conmigo.

-Claro, hija, todos pasaremos unas vacaciones estupendas. Me he documentado en un poco. Este es un hotel situado en un edificio histórico. El hotel Convento de Santa Clara ocupa un convento del siglo XVI reformado. De la primitiva construcción renacentista, tan sólo se conservan, la portada exterior y la estructura del patio interior. El resto, ha sido reconstruido para albergar el establecimiento hotelero. La portada, a la que accederemos mediante seis escalones, es de sillares de arenisca roja y está formada por un arco de medio punto rematado por un frontón triangular en cuya parte central se abre una hornacina. De gran sobriedad decorativa, lo más destacado es el juego geométrico de las esferas de influencia escurialense.

A los padres como a Natalia, les gustó mucho el frontal del edificio y después de contemplarlo durante unos minutos, se dirigieron al atrio al que se accede por una suave rampa y de ella a la entrada que conduce a la recepción. Entraron a una estancia no muy espaciosa que está decorada con cierta estrategia; una mezcla de enseres antiguos y modernos como si quisieran mostrar el paso del tiempo.

Una lámpara de pie, a cada lado de la entrada, de un estilo antiguo en cuyas pantallas hexagonales acristaladas, lucen tres velas en cada una situadas a diferente altura. En el centro, una mesa redonda; una estructura de hiero sobre la que se apoya un grueso cristal. A la derecha, una mesa con mantel y sobre ella unos adornos. Un macetón con una palmera y dos sillas con respaldo muy alto probablemente de estilo modernista. Al fondo, una puerta con dos hojas que seguramente da paso al patio interior. En el centro del techo, una gran lámpara de araña. Y a la izquierda, una silla como las descritas, un macetón con una planta de interior y el mostrador de recepción.

Se dirigieron al mostrador, y como si les estuviera esperando, un hombre salió a su encuentro.

Buenos días señores, soy el conserje, pero todos me llama Don Serge. ¿Desean alojarse?

-Sí. -Contestó Andrés. Tenemos habitación reservada. Somos la familia Fuentecilla Agüera. Mi nombre es Andrés, mi esposa Sonia y nuestra hija Natalia.

-Ah, sí. Ya recuerdo que hicieron la reserva por teléfono...