NOTA INTRODUCTORIA/ Al regresar a casa, tras una larga estancia en una residencia geriátrica, para recuperarme de un grave incidente de salud, me encontré con muchas cajas amontonadas por la empresa de limpieza que contraté para hacer limpiar la casa. Les advertí que no tiraran ningún libro ni cuaderno, libreta o papel. Y ahora, haciendo yo limpieza para desprenderme de todo lo que ya no me sirve (mejor me hubiera ido de haber seguido el desapego budista) me encuentro con este poema defensivo para el piquete de una huelga que yo no quise seguir porque ellos no me habían apoyado en caso muy dramático de acoso. Ya he subido otro texto de una obra de teatro inacabada sobre el drama del acoso psicológico. Han pasado muchos años. Ya estoy jubilado y viviendo una nueva vida que me ha sido concedido por la gracia de las fuerzas poderosas que controlan y dirigen el universo. No guardo rencor. No tengo nada que perdonar, pero lo que viví entonces no puede ser quemado por el fuego, como lo serán estos papeles. Fue una tragedia bufa, pero fue mi tragedia. La vida es a veces muy dura, pero lo sería menos si hubiera más buenas personas de las que hay en este mundo de nuestros pecados.
EL ESQUIROL LOCO
Por un poco de dinero
Hasta el más cobarde
Mueve el culo
Como un sambero.
Por ayudar a un compañero
Expedientado y acosado
Muy, muy pocos movieron un dedo.
Señores del piquete:
Veo entre vosotros
A quienes me dijeron
Que no se puede
Luchar contra el poder.
¿No se puede
Para conservar la dignidad
De un compañero?
¿Se puede
Para conseguir un poco de cinero?
No digo que vuestra huelga
Sea injusta. Que no lo es.
¿Pero dónde estuvisteis vosotros,
Señores del piquete,
Cuando fui expedientado
Y acosado durante años?
Veo a quien grita en voz alta,
Que él tomaba café
Con quien le salía de los …
Mesones.
Curiosamente tomaba café
Con el jefe acosador,
Mientras el acosado
Vivía un infierno.
¿Y ahora tiene la desvergüenza
De chillarme desde el piequete?
¿Quiere que le apoye
Por un poco de dinero,
Cuando él no movió un dedo
Por un poco de dignidad?
¿Qué pretenden ustedes,
Señores del piquete,
Que el loco les apoye
En sus justas razones?
¿Acaso no me lolamaron loco
Por los pasillos de este edificio?
Quienes lo hicieron
Ahora est`´an en huelga.
¿Quieren que les apoye un loco?
¡Los creía más cuerdos!
¿Qué este no es el momento
De reivindicar el paado,
Si no de unir en una piña
A la clase obrera?
Claro que no es el momento,
El momento estuvo
Cuando alguien fue acosado
Por defender que el reparto de trabajo
Lo hiciera el jefe
Y no los señores del piquete.
Sí, porque entre dichos señores
Están quienes repartían sin protestar
Y protestaban cuando yo repartía.
Estas son razones de un loco,
Dirán ustedes,
Señores del piquete.
Y tienen razón.
Porque si todo el mundo
Me ha llamado loco
Y nadie ha protestado,
La verdad es evidente.
Naturalmente,
Soy un loco.
¿Pero ahora quieren
Que les apoye un loco,
En sus justas reivindicaciones?
¡Los creía más cuerdos!
¿Qué el resto de compañeros
No tienen la culpa?
Naturalmente.
Si ellos se hacen eco de mi voz,
Yo me haré eco de la suya.
¿Por qué voy a apoyar
Por un poco de dinero
A quienes consideran
Que la defensa de la dignidad
De un compañero acosado
No merece la pena
Y unas moneditas
Por muy justas que sean
Sí les dan razones
Para enfrentarse al poder?
Seguiré entrando por esa puerta
Con la cabeza muy alta.
Y si no me dejan entrar
Tendrán que hacerlo por la fuerza.
No me avergüenzo
De ser un esquirol loco,
Como antes no me avergoncé
De ser un acosado loco
Y mañana no me avergonzaré
De ser un escritor loco
Que defiende sus razones
En su blog de Internet.
Por cierto, yo no les molestaré si ustedes no me molestan. Si lo hacen
podrán seguir la divertida historia del esquirol loco en mi blog.
Crearé el personaje humorístico del esquirol loco y contaré mi historia,
con humor, para que todos nos divirtamos. ¿Queréis que os apoye, señores del
piquete? Aún estáis a tiempo de apoyarme. Si reconocéis públicamente el trato
mezquino y miserable que sufrió un compañero, yo no tendré inconveniente en
declararme en huelga mañana mismo. ¿Me apoyaréis vosotros o solo debo apoyaros
yo, señores razonables y cuerdos del piquete?
Suyo afectmo.
El esquirol loco.