sábado, 4 de mayo de 2024

LA CANTANTE DE LA TROPICANA III




LA CANTANTE DE LA TROPICANA III










Autor: Cecilia Santisteban Sánchez

Me detiene,
travesías por calles sin cerrojos,
puentes polvorientos de miedo,
miedos de acero.

Me detiene
el agónico mar de silencios,
silencios de salitre
en huesos con brillo.

Me detiene
pasos de escombros sin dueño,
escombros del tiempo
en amores sin rostros.
©sally04

Se acercan las Navidades, fechas entrañables para todo el mundo, incluidos los detectives. El nuestro se pregunta cómo pasará estas Navidades. Seguro que espiando a la cantante de la Tropicana. No son malas navidades, no, para sí las hubiera querido todos estos años pasados en los que ocupó la nochevieja vigilando a un par de matrimonios ligeros de cascos, los dos. Los maridos le encargaron que vigilara a sus esposas y estas que vigilara a sus esposos. Con tanta esposa suelta decidió esposarse al buffet o barra libre del hotel donde las parejas se engañaban mutuamente. Hizo un par de fotos para cumplir y el resto de la noche lo pasó comiendo y bebiendo como un cosaco hambriento en plena Siberia. Lo malo es que tenía la tv muy cerca y tuvo que tragarse el programa de fin de año.

Esta vez el panorama se presenta mucho más entrañable. Seguro que la cantante pasará las fiestas con su familia, recordando al viejo año que se va. De vez en cuando se asomará a la ventana para contemplar la luna navideña y él podrá disfrutar de su rostro silueteado contra la noche. Pondrá unos adornillos a los prismáticos y por un momento se hará a la idea de estar bajo el árbol navideño. Tal vez pueda acercarse y robar algunos manjares y una botella de buen ron. Desde luego estas fiestas no se presentan nada mal. Incluso puede que la cantante de la Tropicana alegre la noche con algún villancico. Y para redondear no es lo mismo un clima caribeño-tropical que estar hundido en la nieve en Suecia, vigilando a un idiota que dejó a su linda mujer mediterránea para irse tras una sueca gorda, que las hay, a celebrar la Navidad. Y es que nadie está conforme con nada. Al menos él no se queja… de momento.


SLICTIK

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