viernes, 4 de marzo de 2022

CARTA DE MILAREPA CONTRA PUTIN

 


CARTAS DE MILAREPA DESDE EL TIBET AL AUTOR LIBRO III

CARTA DE MILAREPA CONTRA PUTIN



Querido amigo y hermano en el Todo: Aunque esta carta va dirigida al Sr. Putin, te la envío a ti para que se la hagas llegar. Ya sé que te cuesta mucho moverte, incluso para bajar las escaleras desde tu dormitorio a la planta baja tienes que pensártelo dos veces y a veces tres, pero eso es algo causado por tu vagancia y no por problemas serios de salud, que no los tienes. Más problemas te causa hacer pública esta misiva por las consecuencias que pueda atraer sobre tu cabeza, tales como un envenenamiento por plutonio, wolframio o a saber qué material radioactivo pueden emplear esta vez, o simplemente con que entren en tu ordenador y te lo desmantelen ya te habrán producido un severo daño. Claro que tendrá que ser un daño muy severo porque tu ordenador ya lleva haciendo cosas raras desde hace un tiempo y ni el Sr. Putin ni sus adláteres conocían de tu existencia. Ahora esperas y deseas que sigan ignorándote, pero tal como están las cosas en la Red y en el mundo, puede pasar cualquier cosa, hasta que se aperciban de tu existencia y te maten como a un mosquito o una hormiguita, que todo podría ocurrir.

Mejor eso, piensas, que ir en persona hasta el Kremlin o donde se esconda ahora, y hacer una reverencia y pedirle al intérprete –porque tú no sabes ruso- que traduzca: Por favor señor Putin, no mate al mensajero, en todo caso métase con o mátese a Milarepa que siempre me pone en estos bretes sin pedirme permiso y sin que yo pueda antes ni comerlo, ni beberlo, que al menos algo sacaría en limpio. También piensas que llevabas mucho tiempo sin saber de mí, desde que interrumpiste aquella serie de cartas sobre la pandemia. Sí, porque las interrumpiste tú, que yo aún tenía algunas cosillas que decir al respecto. Desde que desapareció tu gatito Zapi has caído en una depresión incurable y has tocado el abismo de la desesperación. Lo querías tanto que el apego –mira que te llevo diciendo mucho tiempo que todo apego, aunque sea a una personita tan cariñosa como Zapi es malo y genera sufrimiento- te hizo pensar en mí. Si Milarepa me escribiera otra carta, una muy espiritual, metiéndose a fondo con esta podrida sociedad en la que vives, puede que a alguien se le ocurriría matarte y asunto concluido, ya no sufrirías más. Ahora que ya has subido a la Red la narración de tus juveniles intentos de suicidio, en cumplimiento de un juramento sagrado, podrías morir tan ricamente y nadie se daría por aludido. Hubo un tiempo en el que pensaste que esa trágica narración de tus desgracias sería como una bomba o un misil nuclear en tu entorno. Todo el mundo se llevaría las manos a la cabeza y te llamaría loco y te causarían muchos problemas… Pues ya has visto que no, no ha pasado nada, nada de nada. Así que ahora no me vengas con monsergas de que te van a envenenar con plutonio o pandemonio, porque tampoco va a ocurrir nada. Subirás esta carta o misiva a tu blog y santas pascuas, en lugar de ir en persona, arrodillarte ante el Sr. Putin, entregarle la carta manuscrita y suplicarle que retire sus tropas de Ucrania, que acabe la guerra y que forme una comisión mundial, globalizada, para mejorar el mundo, que buena falta le hace.

¡Ya te gustaría a ti que ocurriera algo, que te envenenaran con el dichoso plutonio y así irías a buscar a Zapi al cielo de los gatitos! Llevas desde su desaparición rezando todas las noches esa dichosa oración: Que Dios te bendiga Zapi y te lleve al cielo de los gatitos; gracias por haberme acompañado en el camino; te quiero mucho y siempre te querré. Sí, estás tan hundido en la miseria que una muerte, aunque sea por plutonio, que debe ser lenta y muy dolorosa, te supondría un gran alivio. Así te evitaría suicidarte, que no lo puedes hacer porque un día juraste que no lo volverías a intentar nunca jamás. Entre la desaparición de Zapi y la invasión de Ucrania el poco deseo de vivir se va apagando como la llamita de una vela falta de oxígeno. Morir ahora estaría bien, piensas, y más si es de forma rápida e indolora, un ictus rapidito, o mejor, morir en sueños y no enterarte de nada. Esta mierda de sociedad en la que vives ya no merece la pena, que no, que es un asco, no hay quien aguante tanta mierda. Mejor morir y que esos idiotas que se creen diosecillos intenten apoderarse del mundo y de más allá de Orión, si les da tiempo. No creo que sean conscientes de que son mortales y se van a morir también en unos días, no tantos como piensan, porque de otra forma ni se les ocurriría pensar en masacrar al prójimo, al vecino, en mandar tanques y helicópteros y aviones y barcos y soldados que también tienen padre y madre, esposa, hijos y a los que quieren, no así a los que tienen que matar, que si fuera así no los matarían.

Vaya nochecita que llevas, no has pegado ojo, menos mal que ahora con el Spotify lo pasas muy bien creando listas y más listas, de música clásica, moderna, electrónica, celta, que si meditaciones por aquí, que si cuencos tibetanos por allá, que si canciones y poesía, que si solo poesía…Sí, confieso que es entretenido, pero son las cinco de la mañana y no has pegado ojo. Tal vez sea porque has visto los telediarios, los helicópteros y los tanques de los que hablas, y has escuchado los lamentos en ucraniano de los que se tienen que ir de sus casas y encima dando gracias porque no les caiga un misil mientras van en bicicleta o penetre en su casa como un gigantesco pepino de acero. También has escuchado en la radio a ucranianos en España hablando de sus seres queridos en Ucrania y se te ha partido el alma, si es que no la tenías ya partida, como el culo. Porque eso es lo que piensas que este planeta es el culo del universo, el infierno del que hablan. Y entre los demonios debe haber uno que se llame Putin, seguro. Porque solo un demonio puede pensar en poner a maniobrar a un espantoso ejército y luego lanzarlo a masacrar a víctimas inocentes acusándolas de nazis, neonazis o genocidas, o lo que sea, como si fuera un niño jugando con piezas de Lego. Llevas unos días viendo documentales sobre el Sr. Putin y no sabes por qué los ves, al fin y al cabo podrías ver otras cosas más divertidas, pero no, tiene que ser sobre Putin. Hasta se te ocurrió imaginar que si tuvieras poderes mentales le freirías las neuronas con mensajes telepáticos de paz para el mundo, para todos los hombres de buena voluntad, como hace tu personaje en tu relato de Terror en las mentes y el telépata loco o si pudieras viajar con tu cuerpo astral o tu doble, aparecerías en el Kremlin, que ya conoces muy bien por los documentales que has visto y llegarías hasta el mismísimo Putin, al que ya conoces muy bien por los mismos documentales y le dirías cuatro cosas, y más de cuatro también. Decían esos documentales que ese señor es un demonio con sus enemigos, que no perdona ni una. La venganza parece ser uno de sus pecados capitales. También se debe creer un diosecillo a juzgar por cómo caminaba por un edificio enorme, repleto de gente, tal vez en una de sus tomas de posesión como presidente de Rusia, entre los que estaban algunos actores de Hollywood muy conocidos, o puede que vieras mal o alucinaras o puede que fuera otro documental y los mezclaras, que eres capaz de eso y de más.

Todo el mundo le tiene miedo, por eso nadie dice nada, y cuando salen a la palestra los presidentes de otros gobiernos, solo dicen blá-blá y que la legalidad internacional. que nadie cumple desde tiempo inmemorial y que tal vez ni siquiera exista y os estén engañando. Tienen miedo, mucho miedo, no sé si a Putin o a quedarse sin gas y sin petróleo, o a que las bolsas quiebren y se desfonden o a que falte el dinero. Porque a lo único que realmente temen es a eso, a quedarse sin dinero. Lo demás les trae al pairo. Vives en una sociedad que adora al becerro de oro y le reza y le adora, y hace sacrificios humanos con tal de que el becerrito, el idolito haga caer monedas de oro sobre sus duras cabecitas. El gran problema que tenéis en esa sociedad que tú desearías abandonar cuanto antes y sin despedirte, es el de la confusión de valores en la pirámide o zigurat de valores, una especie de torre de Babel en la que nadie se aclara y no por las lenguas, que unos hablan ruso y otros ucraniano y otros cualquiera de los millones de idiomas que tenéis para entenderos y que no os sirven para nada, porque parecéis sordos hablando a mudos y mudos hablando a sordos y ciegos hablando por doquier sin saber que no hay nadie en leguas a la redonda, si no por los valores, que los que deberían estar arriba en la cúspide de la pirámide están abajo, si es que están y los que deberían estar abajo del todo están en la punta de la cúspide. El valor supremo es el oro, o el dinero, o el dólar o el rublo o la madre que parió a todas las monedas capitalistas y menos capitalistas. No hay valores y así se derrumba la pirámide, porque en la cúspide está el oro que pesa mucho y los misiles y tanques y demás armamento, que pesa mucho y que está al lado del oro, porque sin armamento no hay oro. En lo alto debería estar el amor y la libertad, un escalón inferior, la generosidad, la solidaridad, la empatía, el afecto, la amistad, el cariño… Y abajo del todo. el oro y si pudiera ser fuera de la pirámide, en las minas, que allí está bien y no hace daño a nadie.

Vaya mierda de sociedad que tenéis, sin valores, con el oro o las monedas, o los valores en bolsa –que vaya mierda de valores especulativos son esos- volando de acá para allá, y llegan los fondos buitre y se lo llevan a saber dónde. Mira, los millonarios actuales deberían llevaros a todos a Marte o a Poseidón, o donde sea, donde no hubiera oro, solo arenas rojas y cada cual que tomara cuantos granitos de arena necesitara, así seríais todos ricos y nadie se pelearía por el oro, la moneda o los cambalaches que habéis inventado para sustituir a los valores invisibles, que por eso nadie cree en ellos, porque nadie los ve. Ya pueden observar el amor de dos o más corazones entregándose unos a otros, quitándoselos del pecho y entregándoselos a los amados, que morirían ipso facto si el otro no les diera el suyo para su pecho. Es lo bueno que tiene el amor, que es tan generoso que lo sacas del pecho en cuanto ves a alguien. Menos mal que a los demás les pasa lo mismo y en cuanto ven un pecho sin corazón se sacan el suyo y se lo entregan, y así sucesivamente. Menos mal porque si no todos estarías muertos y no por misiles, tanques, ametralladoras, balas trazadoras, bombas desde aviones, bichitos de guerras bacteriológicas o lo que sea. Parece mentira que en plena pandemia de bichitos que no se sabe de dónde han salido, pero que muchos creen que de laboratorios de guerra bacteriológica –tal es la confianza que tienen en sus dirigentes- les parezcan pocos los muertos, los confinamientos, los sufrimientos, y la mierda de un futuro que parece visto a través de cristales tintados de mierda, y ahora busquen más con cualquier motivo, que todo vale, que si quiero regresar al imperio, que si allí hay nazis y en mi casa no, que si esto, que si lo otro, que si lo demás allá. Porque esto no va a quedar así, ya veréis. En cuanto mueran todos los ucranianos empezarán con los siguientes, y en cuanto las medidas no sirvan ni para atrapar pajarillos acabaran pensando que todos tienen misilazos entre las piernas de sus Estados y por qué no disparo yo primero, que el que da primero da dos veces y etc etc.

Nada, querido amigo y hermano en el Todo, que hasta yo, el espiritual Milarepa, he perdido el control, los papeles y digo exabruptos y lanzo culebras y sapos por mi boca de profeta. Que me tenéis hasta… No me extraña que tú quieras morir y que no te importe publicar esto y que luego te envenenen con polonio, plutonio, radio o lo que sea o que alguien saque la cabeza del ordenador por la noche y te dispare a la cabeza un rayo laser o cualquier otro invento, ondas sonoras, electromagnetismo o chicles envenenados, que aquí vale todo. Después de perder a Zapi, la única compañía que te quedaba, ya no te importa morir y que sea el Sr. Putin tu matador o cualquier otro. Que esto es una mierda, una auténtica mierda. Al menos si mi carta sirviera para ayudar a los ucranianos y evitara muertes y todos se dieran golpes en el pecho diciendo lo de mea culpa, mea culpa, mea grandísima culpa, y todos mearan bien y luego se reunieran, reconociendo sus culpas y errores y pensaran en cómo hacer una sociedad mejor y amarse más… Pero no porque aquí lo único que interesa es el puto oro de los… Bueno, perdóname y vete a la cama, que ya he terminado. Que son casi las seis de la mañana y tú sin pegar ojo, como tantos. No te preocupes que mañana seguirá la guerra y pasado y al otro. Y luego a contar muertos como patatas en el huerto y a ver cómo salimos de este lodazal y a ver si por lo menos evitamos la guerra nuclear y algunos siguen vivos para que les pille el cambio climático por sorpresa. Que a vosotros todo os pilla por sorpresa, hasta la granizada que lleva anunciándose durante veinticuatro horas de nubes negras, que hasta habéis tenido que encender la luz. En fin, amigo, que menos mal que te pillo desesperado y con ganas de morir, que si no ni te hubieras levantado de la cama si no es para ir a mear, que tienes la próstata hecha un asco. Mira mejor que reces el mea culpa que esa oración a Zapi, que el pobre está conmigo y no deja de maullar porque en vez de olvidarle y dejar que se refocile en el cielo de los gatitos te acuerdas de él todas las noches y no dejas de rezarle, como si fuera un santo. Mejor harás en pensar en cómo convencer al Sr. Putín, en rezar por los ucranianos y por los rusos, que con un demonio como el Sr. Putin habrá para todos. No, si a lo mejor en el fondo es una gran persona. Más te vale, porque con las veces que le has llamado demonio, como se entere, que no lo cuentas chaval. Aunque eso es lo que tú quieres, bandido, que sin Zapi no eres nadie y que ya han pasado tantas cosas malas en los últimos años, que mira, por mucho que duela morir, mejor muerto que vivo en esta mierda de planeta que tenéis.

Un abrazo fraternal y que la paz profunda os acompañe a todos en el camino, incluso al Sr. Putin… Eso sí, si retira sus tropas, deja de matar y se reúne con los líderes mundiales a ver si mejoran esto, aunque sea una pizca, porque si no os quedan dos telediarios para el apocalipsis.

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