VISITA AL ZOO DE VANTIS
-¡Ojú, Ojú, Alirina! ¿Estás ahí?
-Pues claro que estoy aquí, Arminido, lo sabes porque te lo
ha dicho producción y deja de hacer el tonto, que esto es muy serio.
-Bueno, bueno, no te pongas tan seria. Que la vida es una
comedia, por mucho que nos empeñemos en hacer de ella una tragedia. En efecto,
me han dicho que ya estáis volando hacia el zoo. ¿Qué te parece si hablamos
mientras tanto un poco de Ermantis, el posible candidato a la presidencia del
Consejo Planetario en las próximas elecciones? ¿Por qué no nos cuentas lo que
sabes de este mocetón de las Montañas Negras que va a ser nuestro próximo
presidente? Corren rumores de que lo conoces muy bien, que incluso has sido tú
quien lo ha desvirgado. ¿Es cierto Alirina?
-No te mando a donde mandaban nuestros antepasados a quienes
les encolerizaban, como consta en el diccionario de omeguiano antiguo
recopilado por “H”, porque nuestros holovisores merecen un respeto. Aunque creo
que ellos lo comprenderán y aplaudirán si te mando a la mierda, tal cual. Y
puestos a ello el próximo programa deberías hacerlo tú de reportero en el lugar
de los hechos. Te sugiero que trates sobre la escatología o cropología, de las
funciones groseras del cuerpo y cómo y por qué nuestra sabia inteligencia
artificial no ha modificado nuestros cuerpos para que no tengamos que seguir yendo
al servicio o retrete o como queráis llamarlo… Y ponles el bozal a tus
tertulianos que todos estamos escuchando unas risitas bastante desagradables,
no sé si por el tema que acabo de sugerir o por esa mierda de rumor de que yo
he desvirgado a Ermantis.
-Vale, vale, no te sulfures. En cuanto al tema para el
próximo programa lo pensaré, pero vayamos a la pregunta que te acabo de hacer y
que nuestros holovisores están deseando conocer la respuesta. ¿Es cierto que
has desvirgado a Ermantis?
- Es un tema personal sobre el que no diré una palabra más.
Bien podría haber ocurrido o bien podría tratarse de un rumor morboso que os
hace cosquillas solo porque Ermantis es un granjero. De haber nacido y vivido
en Vantis nadie se preocuparía con quién se ha acostado o dejado de acostar,
física o virtualmente, y quién le desvirgó o dejó de desvirgarle.
-Estamos recibiendo muchos holomensajes de nuestros
holovisores insistiendo en saber todos los detalles sobre el tema. ¿No te
conmueve su interés?
-No me conmueve el morbo, ni ellos, ni tú, Arminido. Lo único
que voy a decir es que hace un tiempo intenté conseguir una entrevista con
Ermantis para este programa. No lo logré porque aún sigue traumatizado por la
muerte accidental de su progenitor al intentar llevar a cabo un acto terrorista
contra “H”. Su venida a Vantis tuvo que ver con un deseo de venganza, pero al
parecer nuestra IA logró convencerle de que se trató de una muerte accidental
al poner en marcha el perímetro defensivo de su palacio por haber detectado
terroristas en Vantis. Pero dejémonos de circunloquios y vayamos al grano. ¿Por
qué no nos facilitas la documentación que obra en tu poder sobre la historia
del zoo?
-En efecto, compañera. En nuestro poder obra abundante
documentación histórica que nuestra redacción ha conseguido de los archivos
históricos de “H”, como no podía ser menos, aunque también han colaborado
algunos historiadores independientes. Con tu permiso voy a facilitar a nuestros
holovisores un resumen histórico del papel de nuestros animales en la evolución
del planeta.
“Como ocurre en todos los planetas habitados por especies
“inteligentes” de que tengamos noticia –y entrecomillo lo de inteligentes,
porque conocemos muy bien tu sensibilidad en este tema- la especie dominante,
especialmente si se considera a sí misma como inteligente, acaba practicando un
auténtico genocidio entre el resto de especies hasta el punto de extinguir a la
mayoría de ellas. Esto lo sabemos por los archivos históricos de “H” que
reflejan también los viajes de omeguianos a otros planetas habitados del
cuadrante, antes de que entráramos en cuarentena y se prohibiera toda salida o
entrada debido al ataque de los noctorianos, el planeta guerrero, que fue
repelido por nuestra IA con una contundencia que ha pasado a la leyenda. Un
tema, por otro lado, para tratar en un próximo programa. El trato a los
animales que se daba por ahí fuera no difería mucho del que dábamos nosotros
hasta que “H” se hizo cargo también de esa gestión. El planeta Noctor es el
único caso que conocíamos de la total y absoluta extinción de todas las
especies. Guerreros y cazadores hasta la
médula, terminaron con toda la fauna y se vieron obligados a crear fauna
artificial, pequeñas IAS, imitando los animales extintos para seguir cazando.
“En Omega, por suerte, ese proceso inexorable se vio interrumpido con la llegada del que fue llamado El Mesías de Omega. Una civilización alienígena llegó hasta nosotros, cuando aún estábamos en una época temprana de nuestra evolución, y nos cambió para siempre. Su nave permaneció en órbita mientras su comandante bajaba hasta nosotros, disfrazado, para explorar nuestra evolución y costumbres. Exaltado como Mesías de Omega, decidió darse a conocer como lo que era, pensando, con razón, que más vale saber la verdad que encharcarse en una mentira que no puede durar para siempre. Así bajaron los tripulantes que se mezclaron con los omeguianos hasta crear una raza esplendorosa. La vertiginosa evolución que esto causó hizo que el trato a los animales cambiara radicalmente, convirtiéndose la caza en una actividad salvaje, solo propia de tiempos primitivos. Pero no fue hasta la invención de Helenio de Moroni, su archifamosa IA HDM-24, que luego pasaría a controlar los destinos del planeta, que los animales fueron tratados como iguales y protegidos como si fueran nuestros hijos.
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