ALGUNOS DATOS ESENCIALES PARA COMPRENDER
HUMILDÍSIMA NOTA DEL AUTOR
Abjuro de este delirio. Alguien usurpó mi
nombre, el narrador, y lo colgó aquí sin mi permiso. Les ruego que no me metan
en danza. Si alguien quiere saber sobre mí o hacerme alguna pregunta, o
sugerencia, o contestar a mis dudas vitales o compadecerme, puede escribirme a
mi correo privado, papus21@hotmail.com
(abstenerse hackers). Si quieren saber cuántas pulsaciones doy al portátil o
cuántas pulsaciones tengo cada día, esperando el concurso de traslado, pueden
preguntarme.
Si quieren meterse con el narrador,
háganlo, si quieren decirle algo a Gestoreitor o Tramiteitor, háganlo. Si
quieren decirle algo a Milarepa o encargarle algún invento al profesor
chiflado, háganlo. Pero por favor no me metan en danza y cuando se dirijan al
narrador, encabecen “Para el narrador”,
etc y así todo será más fácil.
3001, ODISEA DE LA JUSTICIA
EL
TRASLADO DE GESTOREITOR
Tramiteitor se encontraba con la cabeza
hundida en el viejo ordenador del año 2000. Sus dedos metálicos daban a las
teclas casi a cámara lenta. Lo hacía porque el trabajo se había terminado.
Nadie asomaba ni un pelo por la puerta, por miedo a que Gestoreitor se lo
depilara. Pero como había salido así de fábrica, programado para trabajar, le
era preciso disimular a toda consta.´
De pronto Gestoreitor comenzó a dar grandes
saltos. Las paredes retumbaron, el suelo se agrieto y Tramiteitor, asustado,
echó mano al cajón y sacó un destornillador. El primero no cesaba de gritar:
¿Dónde está mi concurso de traslado? Quiero mi concurso de traslado. Y el segundo
no cesaba de intentar acercarse por detrás, el destornillador en ristre. Logró
introducir una milésima de segundo el instrumento en la ranura de la espalda de
Gestoreitor y giró un poco el tornillo.
Gestoreitor dejó de saltar y se puso a
llorar como un niño.
-¡Buah! Mi familia está partida por la
mitad. Mi esposa sola. Mis hijos lloran todas las noches preguntando por su
mamá y cuando van a verla lloran por su papá. Echo mucho de menos a mi esposa.
Voy a morir de amor como Romeo.
Tramiteitor lo consoló como pudo:
-Tú no tienes familia, ni esposa, ni hijos,
ni esperas ningún concurso de traslado. Tú eres un robot, como yo, pobre amigo.
Algo está fallando en tus circuitos. Tendré que llamar al programador, antes o
después. ¿Me autorizas?
-No. Yo soy un humano, tengo corazón, un
corazón enamorado, un corazón paternal. Quiero que saquen el concurso de
traslado de una vez, para pedir una plaza al lado de los míos. Si no lo hacen
pronto, moriré desesperado y enterrarán mis huesos en un muladar.
Tramiteitor introdujo otra vez el
destornillador por la ranura y dio varias vueltas al tornillo. Gestoreitor se
calmó un poco. Lloriqueaba y babeaba cada dos por tres. Su compañero no sabía
qué hacer. Llamaría al programador y que éste se arreglara como pudiera.
Entonces entró AuxEjecutoitor, Mari para
los amigos. Tramiteitor vio luz en lo alto. Se acercó a ella y le cuchicheó a
la oreja.
-Tienes que llevártelo fuera, algún
embargo, algún lanzamiento. Dale algo que llevarse a la boca o acabará con
nosotros. Enséñale a distinguir humanos de robots haciéndoles cosquillas y
procura que no piense mucho en el traslado o tendremos un serio disgusto.
AuxEjecuteitor salió llevando del brazo a
Gestoreitor, como una madraza haría con un niño. Mientras, Tramiteitor llamó al
programador. Para disimular se puso a teclear con lentitud, la a con la e, “e”,
la …
No se pierdan el siguiente episodio,
titulado “El programador”.
NOTA DEL NARRADOR
Para quienes anden un poco despistados debo
decirles que los japoneses hicieron los robots a imagen y semejanza de los
humanos que iban a reemplazar. Por eso Gestoreitor y Tramiteitor son hombres y
AuxEjecuteitor, mujer. No porque lo quiera yo, un mísero narrador, sino porque
así son las cosas. Debo decirles que los robots de justicia no tienen sexo y
que sus nombres y figuras solo son eso, carcasas para contener sus circuitos.
Los robots con sexo son carísimos y solo los tienen cuatro millonarios.
AuxEjecuteitor se llama Mari porque no
quiero poner el verdadero nombre de la heroína que me inspiró el personaje. Se
llamaba Laurita y nos tronchábamos de risa con las estadísticas. Ninguna
coincidía a la primera. Yo le decía con mucha chunga: no te preocupes, un robot
lo haría con la gorra. Y no me equivoqué. Ni en sueños hubiera imaginado que
esto llegara a suceder realmente.
Yo estaba muy enamorado de Laurita, pero
guardaba las formas, no iba con bermudas al trabajo y solo la miraba de reojo,
cuando ella no podía verme y nadie en la oficina me miraba. La echo mucho de
menos. ¡Buahhh! ¿Dónde estará? ¿Seguirá viva o habrá perecido en la primera
etapa de control robótico?
Si algo no entienden pregúntenme sin recelo
ni vergüenza.
COMENTARIO DEL SR. BUENAVISTA, ECONOMISTA
Se me pasaron los capítulos anteriores. Con
esto de la crisis uno no para. El gobierno quiere que manipule las
estadísticas, el sistema financiero quiere mi asesoramiento, los sindicatos han
pedido mi opinión… Dejaré mi comentario para el próximo episodio.
3001, ODISEA DE LA JUSTICIA
EL PROGRAMADOR, PRIMERA PARTE
El día sigue despejado en Hawai, mucho sol,
mucho calor, muchas robotinas en bikini por la playa, muchos robotines en
tanga, y algún que otro humano, tal vez muchos. ¿Pero quién puede distinguir
uno de otro? No creo que la técnica de AuxEjecuteitor –hacer cosquillas- sea
realmente efectiva.
El calor resultaría insoportable sin el
termostato que todos llevamos incorporado. Antes de salir de casa, de la casa
inteligente y con patas, uno le pregunta, a la casa, como quien no quiere la
cosa: ¿Qué temperatura tenemos ahí fuera, preciosa? Según lo que diga, 50
grados a la sombra, 60 o incluso 70, uno regula el termostato, pongamos a 30
grados, es verano, o si quieres sudar un poco puedes subir hasta los 40. Lo
haces antes de abrir la puerta, por eso la oleada de calor tórrido no te pilla
descuidado. Claro que sin otros artilugios y modificaciones colaterales el
termostato no serviría de nada, te derretirías en un par de segundos.
Llegas a la playa en tu robot-móvil y te
tumbas en la hamaca a tomar el sol. Desembalas tu portátil, que puede hacer de
todo… bueno, menos sexo…es decir, buen sexo, porque hoy sexo lo hacen hasta las
tostadoras, y te pones a dictarle a Marietta (así llamo yo al sistema operativo)…
“Tramiteitor esperaba al programador con un cierto miedo…”
De vez en cuando Marietta te interrumpe,
con su voz dulce, acariciante, sugerente y te pregunta: ¿No sería más
conveniente seguir los pasos de Gestoreitor y de AuxEjecuteitor, la línea argumental
así lo exige, y ver cómo se desenvuelven en un embargo o en un lanzamiento?
Tú la llamas de todo mentalmente pero te
callas, porque si la insultas se bloquea y te puede tener a dieta durante un
par de días.
En realidad yo quería comenzar este capítulo
dando algunos datos esenciales, de otra forma será complicado entender lo que
va a ocurrir. Datos tales como que los Secretarios Judiciales fueron también
transformados en robots y llamados Secretarius, AX al cuadrado, etc.
Desapareció su faceta de jefes de personal (los robots son obedientes a las
tres leyes de Asimov, más unas cuantas más)y pasaron a ser “coordinadores”. En
cuanto a los Jueces fueron llamados “Magister Justitae” y su tarea primero fue
encomendada a robots especializados, como esto diera pésimos resultados, luego
se formó una plantilla de jueces humanos y otra de robots sofisticados en
periodo de prueba. Pero ya hablaremos más de ello en su momento.
En cuanto a los programadores… Creo que lo
dejaremos para el siguiente episodio. Ahora me toca levantar la cabeza, dejar
de dictar a Marietta y ponerme a ver robotinas en bikini. En el siguiente
episodio hablaremos más del gobierno… quiero decir, de la Justicia.
NOTA DEL PROFESOR CHIFLADO
Quiero hablar, déjenme comentar algunas
cosillas…
RESPUESTA CONTUNDENTE DEL SR. BUENAVISTA
Me toca a mí. No consentiré que nadie se me
cuele.
DIRIME EL NARRADOR
Nada que les dejaré un pizarrón especial
solo para ellos. Puede que se cuelen también Pirulo, físico teórico; Karl
Future y algún otro, que formaron parte de la Comisión asesora para
robots-jueces. Seguro que Bautista, el sindicalista tiene algo que decir y
alguno más. Allá se muelan a palos entre ellos. Yo voy a descansar y si
descubro alguna humana de buen ver… pues ya veremos.
RESPUESTA DEL NARRADOR PARA MGB Y
TRAMITEITOR
Antes que nada agradeceros vuestra participación, estimados lectores,
telespectadores o protagonistas de Perdidos, que os habéis quedado en el año
2010, cuando el tiempo ha continuado avanzando y ahora estamos en el 3001, a
finales de febrero, por carnaval, más o menos.
Recordaros que para cualquier pregunta o sugerencia deberéis encabezar:
"Narrador", "Profesor chiflado", etc. No deduzco ninguna
pregunta o sugerencia de vuestras intervenciones, aunque parece que alguien
duda de que el Sr. Buenavista, economista, asesore al gobierno, sistema
financiero, sindicatos, etc. Seguro que él tiene alguna respuesta.
En cuanto a la Nueva Oficina Judicial se tratará en su momento y el
narrador contará lo que pasó y lo que no pasó. Sabremos qué caminos
inexcrutables siguió, cómo dio sus pasos de bebé y terminó... ¡Dios sabe dónde!
Creo que el Sr. BAutista, sindicalista, dará su versíón del tema y también hará
una crónica, desde su punto de vista, de la lucha sindicalista antes de que los
funcionarios de justicia fueran desplazados por robots y cómo se lanzaron a las
barricadas y movilizaciones etc etc.
Recuerden dirigirse a quien proceda en el encabezamiento de sus
intervenciones y en cuanto a sus sugerencias sobre cómo debe encarrilarse la
historia, los temas que aún no se han tocado, etc hagan cuantas deseen y
diríjanse al narrador. Éste, o sea el narrador, está un poco hasta la coronilla
de las sugerencias de Marietta, su portatil, pero seguro que con ustedes será más
amables. Al fin y al cabo son humanos, aunque perdidos en el tiempo, ¡No hace
nada que pasó el 2010!
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