sábado, 26 de mayo de 2018

DICCIONARIO ECONÓMICO-HUMORÍSTICO V


CRISIS Y POLÍTICA




LAS RECETAS DEL POLÍTICO

Deja pasar el tiempo. No hay mal que mil años dure. Todo se arreglará porque los humanos tenemos la cabeza muy dura, nos tiramos de cabeza al abismo y rebotamos, como la bolsa. No importa que no haya agua en la piscina, lo importante es el gesto de subir al trampolín y hacer el paripé.

Mientras tanto vamos tapando agujeros como podemos. Si los pensionistas salen a la calle y dan mucha murga, pues les prometemos una pequeña subida no se sabe cuándo, nada del IPC, es mucho dinero, que ellos pierdan un poco cada año no va a ninguna parte. Cuando gritan que no hay pan para tanto chorizo, nos tapamos las orejas. Ellos no saben que la corrupción es una minucia comparada con el presupuesto anual, no nos daría ni para un chupachups a cada español. No saben que la miel es muy golosa y atrae a todas las moscas, que acaban muriendo en el tarro y eso se convierte en una mierda. En realidad no saben que si juntáramos todo el dinero que han chorizado los corruptos y les quitáramos a los ricos una parte proporcional, justa y equitativa, de sus riquezas, en cifras globales dentro de un presupuesto no daría ni para los gatos sociales más elementales y urgentes. El pueblo no sabe nada, por eso hay que explicarle estas cosas.

Es más fácil predicar que dar trigo. Mucho con que estamos con el pueblo y lo podemos todo, pero a la hora de la verdad, si consigo una hipoteca desmesurada para una chalecito en el campo para que la familia deje de estresarse y todos podamos ser felices, pues no pasa nada, todo es legal y coherente, porque quien mucho trabaja y se sacrifica merece una recompensa. Y el hecho de estar con el pueblo no debería obligarnos a comer sopas de ajo todos los días con el pan duro que recogemos en los cubos de basura o a renunciar a ir en coche y tener que hacernos el tour de Francia cada vez que vamos al Congreso. Que no, que no se nos puede pedir sacrificios heroicos, porque no somos santos ni aspiramos a serlo. Que yo sepa en el comunismo, en la izquierda, no hay santos, ni eso es progresista. Se nos puede pedir que no vayamos de traje de Armani y encorbatados y peripuestos, pero no que vayamos desnudos o con ropa que nos han dado en Caritas. Como mucho, como mucho, nosotros aspiramos a ser como la clase media, tirando un poco hacia abajo, por supuesto, pero tan abajo, tan abajo que lleguemos a vivir en la calle, a convertirnos en clochards, en vagabundo en la ciudad, pues no, que también tenemos nuestras familias y nos gusta vivir en una casita agradable, con nuestro cochecito, con todo lo que tienen los de clase media-media, o tirando un poco hacia arriba, que tirar un poco hacia arriba no es malo, mientras no lleguemos a burgueses, a casta repugnante, especuladora, corrupta. Que no nos pidan lo imposible, que acabemos con el capitalismo en dos días, que mientras luchamos tengamos que renunciar a una comidita o cenita en un buen restaurante o tengamos que decir no a una hipoteca que es una jauja y que no se la darían a nadie más que a nosotros.




Está claro que no se puede sacar de donde no hay... por lo tanto o recortamos en la sanidad y aceptamos las listas de espera como un mal necesario, o congelamos las pensiones, o recortamos con tijeras de podar los gastos sociales, o nos endeudamos hasta las cachas, o asumimos que en épocas de crisis la sociedad del bienestar tiene que apretarse un poco el cinturón, un agujerito de nada... o vamos a la ruina. ¡Ya me dirán ustedes de dónde sacamos si no hay! No nos dejan endeudarnos porque luego viene Europa con las rebajas y quebramos y estamos peor que nunca. No hay trabajo suficiente para que trabajen todos y cobren unos sueldos majos con los que cotizar a la seguridad social para que las pensiones no se vayan al garete. ¡Y mira que se lo hemos puesto fácil a los empresarios con eso del contrato basura que te contrato hoy y te doy la patada mañana y vas a cobrar lo que yo diga que hay muchos haciendo cola en la puerta! Pues ni por esas. Y es que el capitalismo tiene unos agujeros en el culo que nadie quiere ver pero por ahí se le va toda la fuerza. No sabemos lo suficiente de economía para impedir las crisis, pero al menos sí sabemos recortar y podar. Empezamos por los más débiles y desheredados, que son los que menos protestan. Gastos sociales, fuera. Que se mueren por falta de vacunas, pues que se mueran, es ley natural, todos nos morimos. Que tienen que estar en lista de espera dos años y para entonces ya han muerto con muy mala salud, pues qué le vamos a hacer, todos somos mortales. Que no hay dinero para los discapacitados, para quienes necesitan cuidados todos los días y a todas las horas, paralíticos cerebrales, enfermedades varias, pues que se aguanten, porque ellos no producen nada y hay cosas más importantes en las que gastarse el dinero, como mantener un ejército, por si nos atacan. No podemos estar indefensos, señores, que cualquier día cruzan nuestras fronteras y nos someten, nos convierten en esclavos. ¿Alguien quiere eso? Pues de algún lado habrá que sacar el dinero para los tanques, y de dónde mejor que del presupuesto para unos desgraciados que se van a morir pronto. Y lo mismo con los pensionistas. Esos abueletes que bien harían en morirse ya y dejar sitio a los jóvenes que ni trabajan, ni estudian, porque ni hay trabajo y para qué estudiar y sacar masters si luego van a agradecer trabajar como técnicos de la basura. Que estamos creando una generación desesperada, sin futuro, que no puede salir de casa ni a los treinta y eso con patada en el trasero, que no pueden pensar en fundar una familia y tener muchos hijos para que la natalidad crezca y aumente la cotización a la Seguridad Social, porque si no tienen ni para tomarse un café, no sé de dónde sacarán para pañales para los bebés. Y así se dedican a divertirse dando patadas por las calles, grabándolo con el móvil y subiéndolo a youtube a ver si consiguen un gran número de descerebrados en su canal y de esta forma les paguen algo, lo que sea, porque los publicitarios están a la que salte, y si un canal tiene dos millones de visitas, aunque sean descerebrados para ver cómo damos patadas por las calles a señoras indefensas o les damos galletas con pasta de dientes a los vagabundos de la calle, que se comen todo, hasta piedras, pues habrá que poner publicidad y pagar a los youtubers que se lo montan como unos emprendedores de c... Nada, que es mucho más razonable que los abueletes mueran pronto y dejen el presupuesto a los jóvenes que no tener que pagarles por no hacer nada, todo el día sentados mirando a las avutardas. Y dejen eso de que se lo han merecido con un duro trabajo durante toda su vida para que cuando llegue la vejez puedan sentarse al sol. Que los políticos trabajamos duro y cuando la ciudadanía nos echa nos quedamos a dos velas, salvo que nos contrate una empresa hidroeléctrica, pero no hay para todos, solo para los más importantes. Así que recortemos las pensiones, el presupuesto social, la sanidad, recortemos todo, menos lo esencial: gastos de defensa, aeropuertos para pasear, edificios megalómanos para nidos de aves... ¡Pues no hay cosas esenciales ni "ná"!


Los políticos a lo nuestro, a mirar para otro lado cuando vemos corrupción, a decir lo que sea si nos hace subir en las encuestas, a presentar mociones de censura, a sacar presupuestos comprando votos, a poner a parir al otro partido aunque tenga una idea maja, porque es nuestro enemigo en las encuestas. Nosotros a lo nuestro, a salvar a nuestros partidos de la debacle, a echar mierda sobre los demás, a decir hoy digo y mañana Diego, a pelearnos como niños malos en el patio del colegio. Que no somos gestores para gestionar bien el bien común, que aquí no nos ha puesto el pueblo ni los ciudadanos, nos hemos puesto nosotros con nuestros cerebros privilegiados, pagando encuestas, organizando partidos políticos y peleando como jabatos para entrar en el congreso. Que les den tila a los pensionistas, si les duele la cabeza, que lo sentimos pero no hay dinero para los dependientes, que no hay para subir sueldos porque la economía está en crisis. A nosotros que nos dejen pelearnos por nuestras cosas, que el tiempo acabará con la crisis, el tiempo acabará con todo, incluso con nosotros, pero seremos los últimos, porque estamos más protegidos que nadie.

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