viernes, 5 de febrero de 2016

METRÓPOLIS VIRTUAL III




                    METRÓPOLIS VIRTUAL III



             EL PUB DE MARTINA LA DIVINA


Viejos-verdes City es una de las ciudades piratas más caóticas que conozco y tan peligrosa como Las Vegas City. Los muñequitos no tienen el menor control, pueden arrojarse bajo tu coche con total desvergüenza y no sirve frenar porque se ríen en tus narices. Si alguna vez llegan a ella les aconsejo que pisen el acelerador de su coche a fondo y se olviden de las consecuencias. Los corchos de champán francés rebotaban en los cristales, en la carrocería y armaban un ruido de mil demonios al caer sobre el techo. Era una tormenta de granizo, pero de granizo francés del caro. Me encomendé a Santernete, nombrado recientemente patrón de los internautas, y aceleré todo lo que pude, procurando mantenerme en el centro de la calle porque nunca sabes lo que puedes encontrarte en sus orillas. Si tenía suerte podría llegar sin más tropiezos al pub de Martina, la divina, justo al final de la calle, en un callejón mugriento y oscuro, según se mira a la izquierda. Allí me esperaban los coleguillas de siempre, aquellos viejos verdes con los que había vivido y revivido tantas aventuras.

En el mundo virtual todo es tan fugaz como la propia vida, solo que la aceleración es mucho mayor, debemos estar en un tris de alcanzar la velocidad de la luz. Con lo que todo se ralentizaría, se producirían extraños fenómenos temporales y puede que los viejos verdes alcanzásemos una segunda juventud que nos vendría muy bien. Las amistades son fugaces. Los muñequitos que te encuentras hoy por la calle y con los que trabas amistad eterna mañana ni te conocerán. Así es la vida virtual y hay que aceptarla como es o dejarla. No hay término medio. Por eso tengo suerte de haber conservado durante tantos años a mis viejos amigos del club de la comedia. Nos conocímos hace muchos  en una de aquellas páginas antiguas donde era preciso registrarse, luego pasabas al foro e intentabas hacer reír al personal con alguna gansada. Allí fue donde conocí a Slictik, a Smyte04, a Smart 25, a Lunaroja01 y tantos otros. Mientras los demás se enzarzaban en insultos y recriminaciones sin fin, nosotros íbamos a nuestra bola y bien que lo pasábamos. Decidimos crear una sociedad secreta y hasta prestamos juramento: Uno para todos y todos contra todos.

Hemos aguantado carros y carretas mientras el universo virtual evolucionaba. Nada ni nadie pudo separarnos. Muchos han caído por el camino. Llevamos tatuados en nuestros pechos, a la altura del corazón, sus nombres sobre una crucecita. Nunca los olvidaremos. Ahora nos reunimos en el pub de Martina, un delicioso lugar donde nos podemos poner de buena cerveza hasta la nariz y fijarnos en la bulla que montan un grupito de jóvenes que caen por allí de vez en cuando. La cerveza, en realidad, se la toma Martina. En cuanto recibe la correspondiente trasferencia de créditos se sirve unas cuantas cervecitas, las que sean, y se las bebe al ritmo que le vamos marcando los muñequitos. Como estamos conectados virtualmente con ella los efectos de las cervecitas los repartimos entre todos. Menos mal porque de otra forma Martina no hubiera podido sobrevivir ni mantenerse tan joven, atractiva y dicharachera. ¿Se imaginan a Martina bebiéndose unos doscientos tanques de cerveza todos los días sin el derivador electrónico que nos hace llegar la euforía del alcohol y las ganas de hacer pis, con perdón?. Martina evacua la cerveza por un tubito que le han acoplado al riñón. Es molesto pero compensan los créditos que se ingresan en este negocio.



No pude llegar hasta el final de la calle. Hoy Viejos-verdes está más congestionada que nunca. Se celebra el milenio-nuevo. Estaremos en el año 3000 a las doce y un segundo de esta noche. Ahora son las 22,10 por lo que espero llegar al pub de Martina a tiempo. Encontré un huequecito en el arcén derecho. Cinco metros libres, con tan solo dos filas de coches, unos encima de otros. Esta es la mía, me dije. Paré el vehículo, tomé lo necesario, casi todo, porque los cacos suelen dejarte hasta sin frenos si ven algo en el interior que pueda interesarles, e insertando mi tarjeta de créditos en el buzón más cercano contemplé el espectáculo siempre divertido de ver salir del pavimento una grua enorme que se apoderó de  mi vehículo colocándolo en tercera fila, en el huequecito que había visto. Recibí el correspondiente ticket que guardé en la cartera y me dispuse a seguir andando hasta el pub de Martina. Junto a una farola observé a un inconfundible empleado del ayuntamiento pirata con su mono azul celeste de los aparca-coches, fumándose tranquilamente un pitillito. Me acerqué hasta él y le solté una propinilla.

-Vaya. Creí que hoy no llegaba. He tenido cuatro peleas y dos heridos por reservarle el sitio de costumbre.

Le entregué las llaves del vehículo por si surgia algún problema y dándole una palmadita en el hombro le deseé un buen milenio entrante. Antes de dar un paso más introduje todo aquello de valor que encontré en mi persona en el bolsillo oblongo de la camisa que sellé con la contraseña para hoy: "Soy un viejo verde, no me rasques que hoy no me pica". Caminé por la acera con agilidad impropia de mi edad, me deslicé a través de los grupos como un fantasma y en pocos minutos me encontré a la entrada del oscuro callejón donde Martina ha situado su pub.





METRÓPOLIS VIRTUAL II




  LA CIUDAD PIRATA




Desde luego las ciudades piratas son actualmente lo más divertido de la Red. Todo lo marginal, lo pirata, ha sido lo más divertido a lo largo de la historia. Lo establecido, el stablishmen, el statu quo, será lo que sea, que no me voy a meter en juicios de valor, pero de divertido tiene poco.  Con la seriedad de entierro que acostumbran a exhibir los que van montados en ese burro, con perdón, no es extraño que todo el mundo se lance de cabeza a lo prohibido. Que no digo yo que no sea algo serio mantener a la bendita sociedad al margen de piratas y macarras pero una cosa es una cosa y otra ir por la vida con cara de entierro. Que ya sabemos que todos nos vamos a morir pero tampoco es cuestión de recordarlo todos los días y a todas horas. Vamos, digo yo.

La ciudad a la que me dirijo en mi cochecito virtual tiene el atrevido nombre de Viejos-verdes-City. Allí he quedado con el resto de la pandilla. Los que quedamos de aquellos heroicos tiempos de chats, foros, correos electrónicos y tortugas en la Red. Que no exagero nada con lo de tortugas porque simplemente en encender el ordenador y buscar una página te tirabas medio fin de semana. Algunos de ellos se han encontrado con la Parca virtual en cualquier esquina y se han colado por el agujero del cementerio de internautas donde recibes un entierro de primera si has cotizado la mitad de tu sueldo a las Cias de seguros virtuales que son unas verdaderas lobas. He tenido la desgracia de asistir a varios de estos sepelios con música de banda y muñequito orador con disfraz del Ejército de Salvación que está en todas partes, lo mismito que la divinidad. Otros colegas están demasiado doloridos ya para permitir que les trasladen del lecho del dolor al casco virtual del sudor. Ni siquiera las dulces y potentes enfermeras que nos ha puesto la S.S. consiguen animarles para este viaje infernal. ¡Quién nos iba a decir a nosotros, los jóvenes carrozas, que la S.S. no solo aguantaría el tirón del futuro sino que incluso llegaría a ser la multinacional por excelencia, más sólida que Fort Knox donde los yanquis siguen teniendo sus cuantiosas reservas de oro!

A mi me duelen todos los músculos -suponiendo que me quede alguno- y todos los huesos, que me quedan muchos,  de este cuerpo serrano que aún conservo, por llamarle de alguna manera. Pero os aseguro que nada ni nadie podrá evitar que moribundie bajo este casco virtual de nuestros dolores, que es un verdadero engorro, creánme. Sudaba como un bendito cuando a la entrada de la ciudad un muñequito vestido de policía federal me dio el alto. No me sorprendió lo más mínimo puesto que las autoridades de Metrópolis velan con ahinco por que se cumplan las normas. Una de las más importantes es no llevar nunca droga debajo de la ropa interior. Ya sé que les puede extrañar que unos simpáticos muñequitos actúen de manera tan incorrecta pero las drogas de diseño continúan haciendo furor y algún listillo ha inventado una droga-virus que oculta bajo la ropa interior y activada en el momento adecuado contamina el casco virtual del internauta real llevándole a curiosos mundos encuadrados dentro de un universo de saga de ciencia-ficción donde todos acaban perdiéndose en fantasías futuristas sin pies ni cabeza. Nadie que se sepa ha vuelto nunca de esos mundos por lo que las autoridades están aterrorizadas por el bajón de natalidad en Metrópolis, los internautas cada vez son menos y más viejos.

Dejé que el policía hurgara en mi ropa interior sin ningún miedo. Acostumbro a llevar siempre unos marianos viejos y remendados que antes utilizaba solo en invierno pero con los años uno va sintiendo más y más frío, incluso cuando suda. Le bastó el tacto de la vieja prenda de lana y un rápido vistazo para darse cuenta de que un servidor era inocuo por naturaleza. Son los jóvenes con su manía de llevar ropa interior de colorines y de andar probando siempre cualquier novedad que se les ponga al alcance los que más les preocupan. Alcé mi gorra en un saludo amistoso y puse el cochecito en marcha adentrándome por la calle principal de "Viejos-verdes-city".

Suena raro que justo a la entrada de una ciudad pirata nos espere un policía federal de Metrópolis. Es como si en un puti-club de los de antes un policía de uniforme vendiera entradas pero es que los tiempos han cambiado mucho y la tecnología ha avanzado tanto que cualquiera puede hoy construirse una ciudad pirata en el primer arrabal o desierto que se encuentre al paso y hay muchos. La posibilidad de controlar estas ciudades piratas es una entelequia a la que las autoridades renunciaron hace tiempo, incluso las más recalcitrantes. De esta manera se conforman con poner un miembro de las fuerzas del orden a la entrada de cada ciudad pirata para que se cumplan las normas más elementales. La principal es no llevar droga-virus que pueda acabar con la mínima tasa de natalidad capaz de mantener Metrópolis dentro de unos límites aceptables. Se dice que apenas nace un internauta por cada uno que muere. Un verdadero desastre que nadie sabe cómo remediar.

La ciudad pirata más famosa es "Las-Vegas-sueño-de-ludópatas", en inglés "Dream-ludopatín". Está controlada por las diferentes mafias piratas que se mueven por Metrópolis como Pedro por su casa. Cada una de ellas tiene su trozo de pastel muy bien delimitado y a nadie se le ocurriría comerse algo ajeno o sufriría una terrible indigestión virtual. Se la distingue muy fácilmente de las otras porque las fuerzas del orden son muñequitos de anchos hombros, sombrero caído sobre los ojos y trajes a la vieja moda de los años veinte del siglo del mismo guarismo. La moda retro sigue haciendo estragos y cada vez son más los que buscan en un pasado remoto la pátina de individualidad que todos hemos perdido en numerosas hemorragias virtuales.

Hace algún tiempo que no voy a Las Vegas porque el juego no ha sido nunca una de mis adicciones. De vez en cuando junto con la pandilla hacemos una escapada porque las muñequitas de los espectáculos musicales están de toma pan y moja. Alguna que otra vez merece la pena escuchar a un viejo cantante, de los de antes, que nos deleita con los viejos éxitos. La música de ahora es una especie de machaqueo insufrible a base de los más modernos instrumentos, sintetizadores de ensueño, que sólo se utilizan para encontrar el vellocino de oro del ritmo supermachacante. Tiene algunas otras atracciones divertidas que algún día les contaré.

Estaba deseando llegar al pub de Martina "La divina", una portorriqueña que quita el hipo a pesar de su edad provecta. Allí me estaría esperando toda la panda a la que tanto quiero y tanto me quiere. ¡Oh Dios mío qué recuerdos más deliciosos cada vez que veo sus viejas y feas caras!. Seguramente faltaría alguno ya demasiado dolorido para ser trasladado desde su lecho hasta el sillón superanatómico. Cada vez somos menos y es que ni en Metrópolis uno se libra de empalmar el cochecito al carro fúnebre de la Parca virtual que aún utiliza el viejo medio de transporte de la carroza tirada por caballos. ¡Pero vaya lo que corren los viejos percherones!. Me puse triste pensando que a mí también me llegaría la hora y gruesas gotas de sudor perlaron mi casta frente de viejo verde. Y eso que ya era de noche en "Viejos-verdes-City" porque aquí puedes salir de casa con un sol espléndido y pillarte una granizada en mitad de la autopista o hacerse de noche justo en lo que tardas en echar un pis ecológico en el arcén.

Estaba a punto de llegar al pub de Martina cuando apenas tuve tiempo de frenar para no cargarme a un muñequito que estaba gesticulando como un loco en medio del asfalto. Observé su uniforme y me puse a temblar. Se trata de un guardia de seguridad de la ciudad pirata. Son los peores, los más meticulosos y los más cencerros. No hay quien les aguante en cuanto se ponen a hacer tolón-tolón. No me atreví a bajar el cristal de la ventanilla, no me fío de que se acabe calentando y me suelte un sopapo. Di orden a mi casco virtual de que encendiera los altavoces exteriores del cochecito. El guardia gritaba como un energúmeno sin lograr hacerse entender y es que los cristales están hechos a prueba de bombas virtuales y de estrépitos no deseados. Los altavoces no solo me sirven para comunicarme con el exterior sino que recogen todos los sonidos del entorno hasta el límite que tú quieras, incluso la raspadura de un fósforo contra la cajetilla de tabaco de los fumadores empedernidos que no han sido capaces de dejarlo ni a tiros y las autoridades han tenido el detalle de permitirles fumar en público.

>>Pare el motor, amigo, tengo que registrar el coche.

Me había olvidado de advertirles que otra de las normas esenciales es llevar programas de contrabando en el maletero. Los hackers siguen haciendo de las suyas y no resulta especialmente gracioso quedarte paralizado en cualquier parte incluso en mitad de un beso a tornillo con una muñequita de las Vegas. Siguen pretendiendo apoderarse de Metrópolis y de todas las ciudades piratas que encuentren a su paso. Son como los caballos de Atila donde pisan ellos no vuelve a crecer el chip. Lo cierto es que llevan un tiempo tranquilos porque las autoridades de Metrópolis han decidido pagarles un canon por cada visitante. Guardan sus créditos en las cuentas cifradas de la banca-suiza-virtual (B.S.V.) que sigue siendo el inconmovible paraíso fiscal de la historia. Algunos rumores pretenden que los gobiernos virtuales empiezan a tener miedo de un golpe de estado virtual de los hackers pero es solo un rumor porque qué haría un hacker en el gobierno si precisamente lo suyo es hacer la puñeta al statu quo a cualquier precio.

A todos nos gustaría que se acabara de una vez el paraíso fiscal del B.S.V. porque cualquier tipo de guerra virtual termina siempre con las armas nucleares-víricas escondidas en sus cajas fuertes. Así no hay manera de acabar de una vez por todas con el armamento. Estas guerras son como ciclos climatológicos a los que uno se acaba acostumbrando. Que toca lluvia, pues lluvia, que toca guerra de hackers, pues qué le vamos a hacer. En este momento nadie sabe si estamos en primavera o en otoño y ¡maldito lo que nos importa!

A la orden del guardia respondí con una sacada de lengua de  total desvergüenza. A lo que respondió aquel con otra sacada de lengua mucho más larga y de color verde, supongo que ya había descubierto que se trataba de un viejo verde aunque no crean que algunos jóvenes y sobre todo jovencitas se dejan caer por aquí. Supongo que es el morbo que nunca muere. Mano de santo, pueden creerme, el guardia pasó de registrarme el coche y es que para mi suerte aún seguían conservando la contraseña de mi última visita. El guardia bajó la mano, esbozo una sonrisa de oreja a oreja y me hizo señas de que podía continuar mi accidentado camino.

La ciudad bulle de muñequitos que saltan como cabritillas locas y descorchan botellitas de champagne francés con un entusiasmo digno de la celebración de un nacimiento. Los viejos verdes somos así, alocados, llenos de vitalidad, todo lo queremos celebrar, sea lo que sea, y con champagne del bueno. Un corcho rebotó en el parabrisas y me preparé para lo peor porque nadie escapa indemne a estas celebraciones.




Continuará.

EL PALETO Y LA ECOLOGÍA

POLIEDRO


NOTA: Este texto es muy viejo, casi tanto como yo, lo escribí hace ya muchos años, cuando comencé a conocer Internet y se publicó en el Poliedro, uno de mis primeros blogs que me facilitó mi entonces operadora telefónica, hoy desaparecida. Como no quiero morirme y que mis textos humorísticos más viejos permanezcan en el eterno olvido, como no quiero que una sola risa se pierda por mi culpa, he decidido buscar y subir aquellos viejos textos de una época, no sé si gloriosa, pero sí pasada, muy pasada.



E L P A L E T O Y L A E C O L O G Í A



El hueso del albaricoque está ahora en eso del crecimiento sostenido. Algo que no comprendo muy bien, tal vez porque la señorona Economía y quien les habla no nos llevamos... ni bien ni mal. Carece de esos atractivos que me ponen... es gorda, bien vestida, más bien fea si se la mira detenidamente y huele a putrefacto a pesar de las capas de fuertes perfumes que la cubren de los pies a la cabeza.



Digo, y puede que no me equivoque, que eso del crecimiento sostenido dependerá del techo de nuestro hogar. En mi caso, que soy bajito, podría seguir creciendo un centímetro cada año y me moriría de viejo antes de alcanzar el techo. Pero aunque la señora Economía sea muy bajita, casi todas las gordas lo son, tiene ínfulas de inmortalidad, y claro, así no se puede, porque aunque dicha señora -que tiene todos mis respetos- sea muy bajita y el techo de su hogar muy alto -pongamos las estrellas- si va a vivir para siempre, aunque solo creciera un milímetro anual, terminaría por darse un buen coscorrón contra el techo. No es que me importe mucho, entre otras cosas porque no estaré aquí para soportar sus chillidos histéricos, pero puede que a algún retoño de mi simiente se le horaden los tímpanos ante esos gritos destemplados y no es por nada pero tengo un especial afecto por esos hipotéticos retoños, ustedes me disculparán.



Si el hogar donde vivimos es de todos, me temo que o la señorona Economía adelgaza un poco poniéndose a dieta o pronto no cogeremos ni los más delgados. Ademas, no es por nada, pero sus desechos inundan nuestro retrete y sus olores, con perdón, atufan a leguas de distancia. Cada vez que me toca ir al retrete detrás de tan digna señora me persigno y me pongo una pinza en las narices.



Los desechos son naturales, forman parte de la humillación a que nos somete la naturaleza biológica humana, pero podríamos tener un poco más de cuidado, digo yo. O al menos que no me pongan siempre detrás de esa gorda a la hora de ir al retrete. Ahora, encima, a tan digna señora se le ocurre pasear por todas partes cada tres por cuatro. Debe de ser por esa moda de la globalización.



Con ello atasca los retretes de medio mundo y encima pone los dientes largos a tanto ciudadano tercermundista que no ha visto algo gordo en toda su vida y menos una señora tan gorda. Y dejemos los chistes soeces para otra ocasión que no está el horno para bollos. Porque no me negará usted, señorita o señorito, que después de unos días de ayuno y abstinencia ni ustedes ni nadie estaría por la labor; ni siquiera por labores muy placenteras, ustedes me entienden y yo me comprendo.



Que los delgaduchos esos sí están por la labor; bueno, hijos míos, si no tenemos para comer procuremos que al menos una parte del cuerpo engorde aunque solo sea un instante. ¡Que luego nacen retoños como hojas de árbol frondoso!, y qué van a hacer esos delgaduchos si nadie les enseña el baile de un pasito "palante" y otro "pa tras". Me temo que eso que está pensando usted señorona Economía no está ni medio bien, eso de castrar o convertirse en clitoricida, no es digno de tan gran señora. Imagínese usted que la clitoricidan y ya no vuelve a tener orgasmos en su vida, vea usted los niños guapos, musculosos y bien vestidos que vea. Ya sé que a usted eso no le preocupa mucho pero imagínese que la paladizan, o como se diga que soy "mu burro" para esto del lenguaje, y pierde el paladar a la primera de cambio. ¿Cómo va a seguir disfrutando de tan exquisitos manjares como llegan a su boca?. Puede seguir engordando como una elefanta "preñá" y no disfrutará nada, lo que es nada. Ni orgasmos ni paladasmos, va usted buena, digna señora...



A lo mejor, tal vez, si no me equivoco -como soy tan burro me paso el día pidiendo disculpas- una dieta suave permitiría que dejara unas toneladas de fofa carne que se podría repartir entre los delgaduchos que dejarían de pensar en engordar esa parte del cuerpo tan "poblemática". Aparte de que la contaminación disminuiría, vamos digo yo, al menos dejaría de sufrir durante un ciclo, aunque sea cortito, esas ventosidades suyas, digna señora -y no se ofenda- pero hay días que ni todo el perfume del mundo podría ocultar semejante putrefacción.




¿Y qué me dice del derritimiento, o como se diga, de los polos?. Que no parece sino que ha ido usted allí a ventosear para que nadie la oiga ni la huela. ¿Y eso de los diluvios universales que ahora actúan en plan zonal, como si odiaran la globalización?. Pues no parece sino que usted se ha tronchado de risa por allí en una de sus visitas globalizadoras y se ha orinado -con perdón- en sus enormes bragas. Y todavía hay a quien le extraña que el Danubio venga "crecío". El mozo "tié" que venir furioso, se ha tragado todo el líquido cuando usted se ha puesto a escurrir esa prenda íntima en sus orillas.



Sí ya sé que no es "pa reirse" cuando a uno le quitan la vida, lo único que realmente tiene -¡y "pa lo que dura"!- pero si no me tomase las tragedias de mi hogar a risa ya me habría "suicidiado", que están las cosas muy mal por nuestro querido hogar ahora que usted se ha marchado a dar vueltas como un satélite espía alrededor del mundo.



Por cierto, digna señora, que no me parece ni medio bien que ande usted por ahí siempre del brazo de señorones gordos y encopetados que si viniera alguna vez conmigo, bajito y delgaducho como soy, ya le habría puesto a dieta y hasta "enseñao" la danza de un pasito palante y otro patrás. ¡Que vá usted en "mu malas" compañías, digna señora.



Y ahora a ver si llego al correo que quiero que esos del "Griinpeace" me publiquen este manifiesto, a ver si entre "tós" podemos arreglar nuestro hogar que no hay mas que uno a no ser que nos visiten los marcianitos y confiesen que eso del planeta rojo era una engañifa, un enorme toldo rojo que ponen cubriendo su planeta en cuanto "qui se" enteraron de que mandábamos los cohetes al espacio. Que no se porqué me da en la nariz que eso de mundos deshabitados en la Galaxia es una gran manipuleision o como se diga de sus habitantes en cuanto "qui se" enteraron de que la raza humana iba a salir al espacio. Porque no me negará usted, digna señora, que somos los más guarros de la Galaxia y tal vez los más malos, que ni los flims de holligood han podido inventar malos más malos que nosotros.



A pesar de ello le mando un suave abrazo, digna señora, que no "pue" ser fuerte porque no abarco su cintura de avispa -y esto va con retranca- pero a pesar de ello la quiero no en vano me da de mamar "tós " los días a sus ubres enormes de matrona robusta, que ya ha conseguido que me ponga a cien solo de pensarlo. Me voy "disparao" al retrete y espero que sus olores ya se hayan "atenuao".



Que me acabo de enterar que otro petrolero se ha "escoñao" y perdón por la expresión en la Costa de la Muerte, que no parece sino que aquello sea el cementerio de los petroleros y como esto siga así me voy a ir a Marte y me meto debajo el toldo, que me han dicho que las marcianitas son bocaíto de nata, oigan. Que esto se acaba, oiga, que nunca venderé más barato. Dos manifiestos a un rial (uy, perdón, que como soy tan mayor se me ha "quidiao" lo del rial, que ahora son euros o economeuros o lo que sea).




Adiós y no os descuidéis mucho porque la próxima postal va a ir desde Marte.



Y que perdonen las señoras por meterlas en esta danza macabra pero como en nuestra lengua Economía es femenino "pues" se me ha "ocurrío" que el "señor Economío" no pegaba mucho aunque los que manejen el "cotarro" sean los señores políticos y los señores economistas y los señores... que todos son señores y así nos va, que las señoras tienen otra manera de hacer las cosas, más dulce, más suave...y no es por "na" pero más inteligente. Desde aquí hago un llamado a las señoras a ver si se ponen al tajo y nos gobiernan lo suficiente para que esto cambie (me acabo de acordar de la señora Tacheer o como se diga y es que en "toas" partes hay algún garbanzo negro).



Que "na" más. Que este paleto será "mu" paleto pero en mi pueblo cuidábamos mejor las cosas...hasta que llegó la globalización, que no sé qué será pero "too" lo está "istropiando".












EL FUTURO DA RISA

Nota: Me apasioné por la ciencia-ficción cuando leí La Fundación de Isaac Asimov en mi primera juventud. Luego descubriría nuevos autores y nuevos textos. Desde entonces no puedo pasarme sin leer al menos un par de novelas de ciencia-ficción al año. Mi opinión personal es que a este género aún le queda un poco para alcanzar la calidad literaria que lograra el género negro con los grandes clásicos como Hammet, Chandler y tantos otros. Hay algo que echo a faltar sobre todo: el humor. No suele ser muy frecuente en este género hasta el punto que ahora mismo apenas se me ocurre un solo nombre, Stanislaw Lew. Estoy convencido: el humor podría darle nuevas alas a uno de mis géneros favoritos. Claro que no seré yo quien consiga esta empresa, pero al menos lo voy a intentar. Al menos será divertido. Por cierto que este relato me vino a la mente pensando en la ola de frío que nos invade por estos pagos. Es un \"poco\" apocalíptico, pero es que los tiempos son propicios para la negrura.



I

OLA DE FRIO


La mercenaria voz de una locutora de radio intenta convencer a los habitantes de la casa de las grandes ventajas que ofrecen los almacenes \"Stock-pour-toujours\".

\"No se preocupe usted de la ola de frío y compre edredones \"Sueños de oro\". Sueños arropados, sueños cálidos, mientras en el exterior el aire se congela. Espere la llegada de la próxima primavera con edredones \"Sueños de oro\" y reciba como regalo una mantelería decorada por el gran diseñador Andy Jorjol. Hermosos soles harán cálidas y apasionadas sus cenas junto al fuego del hogar\".

El anuncio se repite cada media hora, de forma machacona, incordiante, plena del encanto de la publicidad diseñada para idiotas. Luego sobreviene un silencio frío, ominoso, en la radio digital a prueba de las más bajas temperaturas. Diseñada por la empresa \"Electronic Anticongelator\".

Los silencios son debidos a que todo el equipo de \"Onda Fuego\" permanece en sus puestos...congelados hasta los huesos. La publicidad sale a las ondas puntualmente gracias a la solidez y perfección de los ordenadores fabricados por Electronic. Los habitantes de la casa en cuestión han sufrido la misma suerte: el padre permanece en el retrete con una revista de \"Venus de fuego\" entre las manos y una gran sonrisa satisfecha en su rostro de hielo; la madre, con la plancha de Electronic en su congelada mano derecha, mira con ojos yertos cómo el calor, que sigue conservando esta pequeña maravilla doméstica, ha hecho un agujero en forma de plancha en la camisa de su marido (la mesa de madera humea con la lentitud con que ascendería el humo de un cigarrillo que empezara a congelarse); el hijo mayor demuestra una gran alegría gélida frente al video juego, en el ordenador de Electronics, en cuya pantalla aún siguen matándose figuras virtuales de gran realismo y en cuanto se refiere al hijo menor se ha congelado en su habitación, en una postura indescriptible, frente a la consola mágica de \"Electronics Anticongelator\".

Por toda la ciudad de Metrópolis se pueden observar escenas similares: una familia frente al televisor Electronics, por supuesto, en el que continúan programando películas por cable. En un coche, parado ante un semáforo, que pasa del verde al ambar y de éste al rojo con puntualidad Electronics, el conductor tiene la mano, congelada, bajo la falda, congelada, de su acompañante. Ambos sonríen glacialmente, mientras por la radio, marca Electronics naturalmente, se oye una canción de Leonard Cohen. Ha fallado estrepitosamente la calefacción, que no es precisamente de nuestra marca favorita.

En el campo un grupo de vacas congeladas, en una granja de última generación, se ha quedado con el mugido en la boca, en protesta por la música que sigue expandiéndose desde los altavoces JX-124, de Electronics, a prueba de congelación. Y en el Polo Norte la última familia de osos polares permanece congelada, de pie sobre el hielo, con las fauces abiertas en señal de protesta.

¿Cómo es posible que alguien pueda estar narrando los efectos de la última y definitiva ola de frío? Se preguntarían ustedes en el caso de que no estuvieran plácidamente congelados. Voy a satisfacer su gélida curiosidad: yo soy el ingeniero jefe de \"Electronics Anticongelator\". El último y definitivo golpe de frío me pilló embutido en un traje experimental, diseñado para soportar las temperaturas más bajas que podría generar el universo en primera fase de glaciación.

Sigo vivo, es cierto, ¿pero ahora quién me calienta a mi...? Ustedes me entienden.

Fin.



viernes, 29 de enero de 2016

EN LOS BOSQUES DE CRAZYWORLD III

EN LOS BOSQUES DE CRAZYWORLD/ CONTINUACIÓN





-Eres un sinvergüenza de mucho cuidado, simpático, pero muy sinvergüenza.

-¡Si tú lo dices! En cuanto lleves aquí más tiempo comprenderás que la única forma de sobrevivir es pensando en ti, solo en ti y siempre en ti, antes, ahora y después.

-Eso es de un egoísmo atroz.

-Pues muéstrate generoso y no durarás dos días. Te lo digo yo.

-Bueno. Me estabas contando lo del millonario.

-Sí, gracias a los datos que he ido obteniendo aquí y allá podría reconstruir la historia de Crazyworld. Mr. Arkadin, el millonario, tenía un grave problema con una hija que le salió rebelde, díscola y peligrosa. Se dedicaba a espiar a sus amigos y no se le escapaba nada de lo que sucedía en su propia familia, hasta lo más íntimo. No existía motivo alguno para ello y menos para que luego se dejara entrevistar por los medios de comunicación o fuera a los reality shows, como Gran hermano, y allí se fuera de la lengua sin el menor control. Su padre, el gran Arkadín, le daba cuanto necesitaba, satisfacía sus menores caprichos y hasta le presentó a varios productores de Hollywood cuando a ella le dio por ser actriz. Era guapa y cada noche introducía en su cama a los guaperas más perseguidos por las chicas de su generación. Lo tenía todo…

-¿Y cómo se torció este camino de rosas?

-La muy idiota cometió el error de enamorarse. Hay pocos errores que no tienen remedio y ese es uno de ellos. Y como pasa siempre, él solo buscaba su fortuna. Aquel fue el revés más importante que había sufrido en su vida, en su camino de rosas, como dices. Caroline no lo superó. Ella creía hasta entonces que los dioses la habían elegido para una vida de cuento de hadas y la protegerían de todo. Se equivocó. En venganza contra su padre, su familia y todos los millonarios del mundo, que no habían sido capaces de protegerla, decidió hacerles todo el daño posible, atacándoles donde más duele a los millonarios, en su intimidad. Su padre la obligó a seguir todo tipo de terapias, puso a su disposición a los mejores psiquiatras y terapeutas del mundo, incluso pagó a conocidos actores para que la sedujeran y así hacerla olvidar su tragedia amorosa. Todo fue inútil. Y cuando agotó su paciencia con revelaciones en un reality show que ocuparon los titulares de los medios de comunicación durante un mes, decidió que había que actuar. Recluyó a su hija en una clínica privada y allí hubiera permanecido el resto de su vida de no ser porque ella intentó suicidarse y Arkadín descubrió el trato que allí recibían los enfermos. Comenzó a pensar en soluciones, incluso en construir él mismo una clínica. Cuando un millonario amigo suyo le habló de un problema con un hijo, al que necesitaba poner remedio de inmediato, él le habló de su idea. El caso de la hija de Arkadin era claro, había sido declarada incapaz por un tribunal, en el que testificaron un buen montón de psiquiatras, bien pagados por el millonario. En cambio su amigo no había tenido tanta suerte. Su caso llegó hasta el Tribunal Supremo, que dictaminó que esta perfectamente cuerdo y podía regir su persona. ¿Qué hacer?




“Cuando más amigos de Arkadín le plantearon problema semejantes, éste consultó a sus mejores asesores legales, a eminencias en el campo de la psiquiatría y a sus asesores económicos. Todos le vinieron a decir lo mismo. Por los cauces legales solo se podía llegar hasta un punto, más allá del cual ni un millonario como él podría librarse de la justicia. Entonces una idea delirante fue creciendo dentro de su cráneo. Convertiría su finca en una clínica privada para millonarios. Construiría todo lo que fuera necesario construir y adaptaría lo ya existente a sus nuevos planes. Por suerte la finca estaba muy alejada de la civilización, en medio de bosques densos, solo visitados por sus amigos para cazar. Nunca había permitido que los medios de comunicación entraran allí, de hecho ni siquiera sabían de su existencia, la que ocultó a efectos legales, fiscales y de todo tipo. Un entramado legal muy complejo la había convertido en invisible a los ojos del Estado. Así fue como empezó todo.

Un sonido extraño nos interrumpió. Me pareció el canto de un pájaro, pero de un pájaro muy raro.



Jimmy miró su reloj de pulsera y apagó la alarma. Porque eso y no otra cosa era lo que me pareció el canto de ave más extraño que había escuchado nunca. El Pecas me explicó que había puesto la alarma para poder estar de regreso antes de la cena. Ahora ya íbamos retrasados. Me enseñó su maravilloso reloj de pulsera, que hubiera podido servir al mismísimo James Bond, y me urgió a dejar de hacerle preguntas hasta llegar a la meta señalada. Hablar nos retrasaría aún más. Nos quedaba el peor trecho, el más tupido, y donde sería fácil perdernos si él no iba atento a las señales que había dejado para señalar el sendero. Me ordenó ponerme tras él, mantenerme en silencio y apresurar el paso. Y eso hice.

El bosque permanecía en un silencio intenso y abismal, solo roto por el canto de algún ave lejana o por el ruido de nuestros pasos. El espléndido sol del verano, que habíamos dejado tras nosotros al introducirnos en el bosque, era ahora solo un sueño. Árboles milenarios, altísimos y copudos, nos impedían el menor atisbo del cielo. A pesar de mi amnesia creí recordar que se llamaban sequoias. No se lo quise preguntar a Jimmy, que iba muy ocupado dando machetazos a diestro y siniestro y mirando de vez en cuando hacia atrás para ver si yo podía seguir su apresurado caminar. Por fin llegamos a un claro circular, cuyo centro estaba ocupado por un enorme tronco seco y hueco. Yo me sentía muy cansado y El Pecas debía de estarlo aún más que yo, porque me propuso pararnos allí y descansar un poco.

-¿Queda mucho para lo que quieres enseñarme?

-No mucho.

Me hizo trepar el tronco y allí nos sentamos. Permanecimos en silencio hasta recuperar el resuello. Luego Jimmy quiso proseguir su historia.

-¿Dónde nos habíamos quedado?

-Me estabas contando cómo el millonario Arkadín decidió transformar su finca en este frenopático infernal.

-Sí, como te decía se había cubierto bien las espaldas. Su mente rapaz y astuta lo planificó todo muy bien. Sus amigos millonarios colaboraron económicamente y juraron mantener el secreto, aún a costa de sus vidas. Arkadín contrató a los mejores profesionales de la construcción, uno a uno, como si se tratara de un casting para una película. Eligió a los que supuso le darían menos problemas y los puso a las órdenes de un hombre de confianza que había aceptado permanecer en Crazyworld como jefe de mantenimiento. Arkadín lo compró con un tratamiento experimental para su esposa, enferma de cáncer. No tenían hijos, así que cuando ella murió aceptó un sueldo elevadísimo que repartió, en parte, entre los familiares más cercanos y se recluyó aquí, como un anacoreta. 

“La construcción se hizo en un tiempo record, había dinero más que suficiente, los mejores profesionales y el millonario Arkadín azuzándoles para que se dieran prisa. Cuando todo estuvo concluso los mejores profesionales del país repasaron los planos como si se tratara de un proyecto para una película. Dieron el visto bueno, y quien se interesó en algo tan sorprendente fue silenciado de una u otra manera, alguno terminó aquí, como asesor de la ciudad fantasma que Arkadín quería crear, ampliando Crazyworld, para que en ella cupieran todos los que le molestaban, que cada vez eran muchos. El hombre iba perdiendo la chaveta poco a poco y nadie se atrevía a internarlo a él.

“Yo fui de los primeros en llegar. Su hija, Caroline, fue la primera paciente…

-¿Aún sigue aquí?

-Pues sí. No la has visto porque Arkadín la mantiene apartada, no quiere que los demás pacientes la contagien. Aún no ha perdido la esperanza de recuperarla algún día. Ya te la presentaré en su momento. Seguro que los dos os caéis bien, uno que no recuerda y otra que no quiere recordar, jeje. Como te decía yo fui de los primeros, aunque cuando mi padre me encerró aquí, los amigos de Arkadín ya habían aprisionado a sus hijos y familiares conflictivos. Mi progenitor no era amigo personal de Arkadín, pero en cuanto le llegaron rumores de lo que estaba tramando le faltó tiempo para apuntarse.
-¿Ya estaba todo el personal preparado?

-No, apenas había suficiente para atendernos. Luego fueron llegando más pacientes, y más personal. El doctor Sun ya estaba aquí, lo mismo que el director y celadores y un nutrido grupo de agentes del cuerpo de seguridad.

-¿Ya sabíais que nunca os dejarían salir?

-En absoluto. Esta era para nosotros una clínica más. Eso sí, bastante rara. Nos hicimos conscientes de ello con el tiempo, cuando algún paciente pedía el alta porque ya creía encontrarse muy bien, o cuando alguien del personal solicitaba el finiquito para marcharse…Fue un duro golpe para todos… Pero creo que ya hemos recuperado el resuello. Será mejor que te de la sorpresa ahora.

-¿No decías que aún nos quedaba un poco?

-Te mentí. Todo este tiempo he estado pensando si descubrirte el secreto o no.

-Lo entiendo. Nos acabamos de conocer y no sabes nada de mí, ni siquiera yo se mucho de mí. Lo que no entiendo es de qué secreto puede tratarse para que seas capaz de mantener la boca cerrada. Perdona que te lo diga, amigo, pero lo tuyo no es precisamente el secretismo.

-Eso te dará una idea del secreto que voy a descubrirte. Me gustaría que juraras sobre este crucifijo que no se lo desvelarás a nadie más sin mi permiso.

Y Jimmy se abrió la camisa y me puso delante un crucifijo de oro, bastante grande, que llevaba colgado al cuello con una cadena.



-¿Eres religioso? Ese sí que era un secreto bien guardado.

-No seas idiota. No creo en nada ni en nadie, pero cuando lleves algún tiempo aquí descubrirás que es preciso buscar algo en lo que creer o te colgarás de uno de estos árboles. ¿Vas a jurar o no?

Lo hice, repitiendo sus palabras, y luego me obligó a besar el crucifijo. Entonces se puso en pie y señaló entre los árboles. Por un momento supuse que me iba a enseñar a un incrédulo colgando.

-Fíjate allí. Entre aquellos dos árboles. Sigue la dirección de mi dedo. ¿Ves algo?

-Nada de momento.

-Fíjate bien.

-¿Qué debería ver, Jimmy?

-¿No te parece aquello el tejado de una cabaña?

-Ahora que lo dices…

Jimmy miró su reloj.



-Vamos muy retrasados, pero no te he traído aquí para que regresemos sin que conozcas mi gran secreto.
El Pecas me hizo bajar del tronco y nos fuimos acercando al lugar que él había señalado. Aquel claro me gustaba. Se podía ver el cielo, el suelo estaba cubierto de hierba, musgos y hojas. Olía bien, a alguna plante desconocida –todas deberían serlo para mí- y una suave brisa acariciaba los pulmones al tiempo que provocaba el susurro de las hojas de los árboles. Era un buen lugar para meditar o para buscar refugio en los malos momentos. Me dije que, si como decía Jimmy, iba a permanecer allí el resto de mi vida, aquel sería un estupendo lugar para olvidarme de Crazyworld. Si además había una cabaña donde refugiarse y algún manantial cercano, aparte de plantas o setas para comer, pasaría largas temporadas allí, a no ser que me echaran de menos y las patrullas de seguridad conocieran aquel escondrijo. Decidí no preguntárselo a Jimmy, de momento, antes de conocer aquel tesoro del que parecía tan orgullo.

La cabaña estaba muy bien disimulada, árboles de tupidas copas lo ocultaban a miradas aéreas, si es que por allí pasaba algún helicóptero o avioneta. Una colina de mediana altura, repleta de vegetación salvaje, escondía la parte trasera de la cabaña de madera, que así, a simple vista, no parecía gran cosa, incluso me decepcionó un poco. Una cabañita para que un par de cazadores estuvieran a gusto, no más. Me dije que aquel no podía ser el secreto, dentro debería haber algo mucho más importante. Sentí curiosidad y no me pude contener.


-¿Qué hay dentro?

-Ahora lo verás.

La puerta estaba disimulada tras unas ramas que observé habían sido colocadas muy cuidadosamente. Jimmy excavó en el suelo, al lado de una vieja maceta medio podrida. Cuando se puso en pie y se volvió pude ver una sonrisa deslumbrante en su rostro. Nunca me imaginé que aquel hombre pudiera ser tan feliz. Me enseñó una llave que introdujo rápidamente en la cerradura de la puerta, que se abrió chirriando.

Entramos. La cabaña permanecía a oscuras. Jimmy tanteó cerca de la pared y sacando un mechero del bolsillo encendió un cabo de vela que al parecer había dejado sobre una repisa. Estaba colocado en una botella de cerveza cubierta por restos de cera. Creí escuchar ruido de agua, como una cascada lejana. No quise preguntarle nada al Pecas. La travesía por el bosque había excitado mi sensibilidad hasta límites dolorosos.

-Voy a poner en marcha el generador para que tengamos luz.

-¿Un generador? ¿Cómo te arreglas con el combustible?

-De vez en cuando consigo un bidón de gasolina. Los guardias de seguridad patrullan todo el perímetro de Crazyworld a diario. Guardan los “todoterreno” en un edificio que tiene surtidor de gasolina. Los coches llevan siempre un bidón de gasolina por lo que pudiera pasar. Disponen también de un helicóptero, aunque de nada serviría si se quedan sin gasolina en pleno bosque.



-¿Un helicóptero? ¿No sabrás pilotar? Sería la manera más sencilla de salir de aquí.

-No lo creas. Es la posibilidad de fuga más evidente. Todo está muy vigilado y controlado. Lo sé muy bien porque intenté fugarme aprovechando que lo utilizan para el suministro de alimentos desde la ciudad más cercana, pero me descubrieron y Sun me mantuvo casi un mes en las celdas de aislamiento. Estuve a punto de volverme loco. Pero es una historia que ya te contaré en otra ocasión. Lo primero es lo primero, voy a poner en marcha el generador y luego te enseñaré mi secreto.
Jimmy abrió una puerta, al fondo del pequeño salón en el que nos encontrábamos y esta vez sí que escuché con toda claridad lo que me pareció un salto de agua. Me apresuré a seguirle, curioso. Lo que observé me dejó con la boca abierta.
En un principio la cabaña me había parecido muy pequeña para una reunión de cazadores, casi diminuta, como la casa del bosque de Blancanieves y los siete enanitos. Los amigos del millonario deberían haber sido también enanos para sentirse allí a sus anchas. Ahora lo comprendí todo. En realidad la supuesta cabaña no era otra cosa que una especie de careta para ocultar una obra de ingeniería que me pareció portentosa. Vista desde el claro la cabaña de madera parecía apoyarse en un gran peñasco que se elevaba tras de ella. Había árboles gigantescos por todas partes, que ocultaban la visión de la cabaña a cualquier curioso que se acercara por allí. Solo sabiendo de su existencia uno podía descubrirla si miraba en la dirección correcta con la perspectiva adecuada.




Resultaba impresionante abrir aquella puerta de madera y encontrarse en un gran jardín circular. Miré hacia arriba y pude contemplar las copas de los árboles y a través de un pequeño hueco el cielo azul. La enorme peña en la que parecía apoyarse la cabaña mirando desde el claro no era sino la proa desgajada del gran peñasco que había detrás. En el hueco natural existente entre ambos se había diseñado un bonito jardín, de un tamaño más que aceptable. Del gran peñasco brotaba una cascada que caía desde varios metros de altura, produciendo un ruido ensordecedor. El agua rebotaba en un estanque artificial, creado al efecto, y salpicaba todo el círculo. En medio del estanque un excelente escultor había formado un grupo escultórico que me pareció muy bueno. Lo que me sorprendió fue la crudeza del tema. Se trataba de una orgía numerosa y variopinta. Hombres desnudos, con gorritos de cazador en la cabeza, perseguían o penetraban a mujeres de diferentes edades y con físicos de amplio espectro. Había jovencitas retozonas, maduritas de formas opulentas, parejas lésbicas y animales, perros y caballos, que hasta a un ingenuo amnésico como yo no le cabía la menor duda de sus propósitos al perseguir a las mujeres. Todo era de una crudeza que repugnaría a una naturaleza más sensible que la mía y no digamos que la de Jimmy, quien ya debía de estar más que curado de espanto si frecuentaba el lugar tanto como me yo imaginaba. Un cazador era especialmente llamativo, sin haber visto una sola foto del millonario, de quien me hablara Jimmy, yo hubiera jurado que no podía ser otro. En lo alto de una especie de plataforma floral y boscosa penetraba por detrás, con un enorme miembro a una jovencita, mientras las restantes figuras, en círculo, le contemplaban con rostros arrobados al tiempo que continuaban con sus placenteras faenas. 

Lamenté no haber traído mi cámara fotográfica, aunque bien pensado yo no podía saber si poseía ese artilugio o no, puesto que era un amnésico. Aunque dado que el coche en el que me había estrellado era un deportivo último modelo, carísimo, resultaba lógico pensar que también obraba en mi poder una cámara fotográfica, entre otros numerosos artilugios que forman parte de los “objetos de bolsillo” que hoy día lleva todo el mundo encima. Al menos eso me estaba pasando por la cabeza, como un vago recuerdo del mundo exterior. Como me pasaba también la idea de saber qué había ocurrido con mi deportivo y si podría verlo. 

Me hubiera gustado preguntarle a Jimmy si él tenía cámara o si existía alguna grabación en video de aquella obra maestra de la escultura erótico, pero no me atreví a hacerlo. Ya habría tiempo para satisfacer todas las curiosidades pendientes. El Pecas había atravesado la cascada y desaparecido de alguna manera, tal vez en una cueva. Aquello me sonaba a alguna película que había visto alguna vez en alguna parte, aunque no lograra recordar dónde ni por qué. ¿Era aquel un signo de que la amnesia postraumática, como la había llamado el doctor Sun, empezaba a remitir? Esperaba que sí, aunque prefería que el grueso de recuerdo viniera a mí más tarde, por la noche, o si pudiera elegir, al día siguiente.

Regresó con la ropa mojada, aunque eso no parecía importarle lo más mínimo.

-Ya encendí el generador. Aquí entra la luz del día, pero necesitaremos la corriente eléctrica para movernos por el interior. Me has visto desaparecer tras esa cascada, ahí detrás hay una cueva natural, adaptada como almacén, ahí está el generador. Pero hoy no tengo tiempo para enseñarte todo. Iremos a lo más importante. ¡Sígueme!

Y eso hice. Jimmy abrió otra puerta, disimulada tras la vegetación, con la misma llave que había empleado para abrir la primera y me hizo pasar, tras dar al interruptor de la luz. Nos recibió un enorme salón, muy acogedor, decorado a lo grande, con muebles caros y sillones y sofás muy cómodos, como comprobé enseguida. El Pecas, sin pedirme permiso, me sirvió una copa. Era un bourbon excelente, según pude comprobar. Aquel salón tenía de todo, incluido un mueble bar mejor surtido que el de muchos hoteles de cinco estrellas… Bueno, eso pensé de forma natural, sin darme cuenta de que yo era un amnésico y por lo tanto no podía saber si era así o no. Esta extraña dicotomía, por un lado el hombre sin recuerdos y por el otro el hombre normal al que le vienen a la cabeza sensaciones y presuntos recuerdos que deberían ser normales en cualquier otro, me estaba molestando un poco. Se lo consultaría al doctor Sun en la próxima sesión de terapia.

miércoles, 27 de enero de 2016

SLICTIK OBRA COMPLETA II


SLICTIK-OBRA COMPLETA II
27 ENERO, 2016 · DEJA UN COMENTARIO · EDITAR









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ADALGISA.- ESTUDIOS ASTROLÓGICOS
LOS TAURO





PEQUEÑOS ESTUDIOS ASTROLÓGICOS – POR ADALGISA


HOY TAURO


El sol está en este signo del 21 de abril al 21 de mayo.


ASPECTO MÁS LLAMATIVO DE TAURO


Si ustedes se fijan en este signo descubrirán que lo que más les llama la atención son los cuernos. No es que todos los tauro los lleven, al contrario suelen ser tan fieles que sus parejas a veces se ven obligadas a sacarles de paseo, con una larga correa atada al cuello. No porque tengan miedo, sus parejas, de que se desmanden, recuerden que son muy fieles, sino porque es la única manera de echarles un rato de casa. Los tauro necesitan otras praderas donde pastar, o al menos verlas para que se hagan una idea de lo que se pierden.


SIGNO DE TIERRA


El tauro posee todas las cualidades y defectos de la tierra, sea arena desértica o tierra abonada de huerto. Es signo fijo, inamovible, diría yo, a no ser que se produzca un terremoto. ¿Es esto una cualidad o un defecto?. Pues dependerá mucho de para qué se necesite al tauro. Si es para pisar suelo firme, ideal, no suele resquebrajarse. Si es para llegar a las estrellas, un poco pesadito me parece a mi.


Le suelen achacar macrocefalia. Es decir, ser tan cabezón que antes prefiere rompérsela, la cabeza, contra la pared, que dar su brazo a torcer. El resultado es que rara vez se la rompe, la cabeza, la tiene muy dura, y para torcer su brazo se necesitarían al menos una docena de expertos en artes marciales.


De ideas fijas, cuando las cambian, hace ya mucho tiempo que las modificaron los otros, con lo que vuelve a ser cabezón, aunque antes los demás pensaban como piensa él ahora y no eran cabezones. Es lento de reflejos y eso es mala cosa, te roban la cartera demasiadas veces antes de que puedas verle la cara al chorizo.


CLASES DE TAURO


TAURO ARENA DE PLAYA.-


Cosquilleante a los pinreles. Cuando se le pisa se notan cosquillas y un agradable masaje. Eso hace que sea muy querido y muy buscado. Es un cielo hasta que le tocan las partes, entonces suele embestir con los ojos cerrados. Aquí se acabó la historia del tauro arena de playa.


TAURO PEÑASCO


No solo es inamovible y fijo sino más duro que un peñasco. Puedes confiar en él, no te va a traicionar. Incluso te puedes sentar en él, pero al cabo de un tiempo notarás una arista clavada en tu trasero. Es señal de que llevas demasiado tiempo sentado sobre él. Vete a estirar las piernas un rato y si al volver no has encontrado nada mejor, puede que aceptes su arista en tu trasero. Eso sí, procura no chocar nunca con él, te puedes hacer pupita.


TAURO CUEVA


Son un poco oscuros y desde lejos solo se ve la peña, pero si te molestas en acercarte encontrarás la oscura entrada a la cueva. Es profunda y muy negra aunque si eres capaz de adentrarte en su profundidad te sentirás muy protegido y hasta puede que te instales al fondo, un lugar muy cálido y acogedor.


TAURO EVEREST


No hay quien los escale, altos y abofeteados por todos los vientos, nieves y tormentas. Eso sí, cuando el primero pisa su cumbre, entonces aquello se convierte en una merienda campestre. Los everesturistas suelen dejar por allí toda la basura, ni se molestan en recogerla.


TIERRA FERTIL PARA LAS PLANTAS.


Tiene aspecto más bien asqueroso. Al tacto no se nota su mugre. Solo tiene que echarlo en un tiesto y echar semillas, las que quiera. Todo crece, plantas buenas y malas, hasta se podría repoblar un bosque. Los muy mugrientos solo sirven para un par de cosechas de champiñones.


SEXUALIDAD DEL TAURO


Potente y discreta. No van por ahí pregonando sus hazañas, salvo cuando se les saca de paseo. Suelen ser muy fértiles y cuidar bien de su progenie, ellas. Ellos suelen embestir a quien intente meterse con su prole. Necesitan arrojar o cuidar semillas. Caso de atravesar una etapa seca suelen perder el humor. Se les ve mustios, cabizbajos y cariacontecidos. No dicen nada, miran discretamente y callan. Si pasa mucho tiempo suelen reventar a escondidas. Si pasa más tiempo acostumbran a darse un paseo y ver otras praderas. No sé si debo hablarles ahora de la encuesta sobre el tauro o dejarla para más adelante. Puede que haga una sección de encuestas. Ya veré. Lo consultaré con Adalgisa.


Habría mucho que hablar sobre la sexualidad del tauro. Lo mismo que sobre otros aspectos de este signo, inamovible “ma non tanto”. Lo dejaremos para otra ocasión. Con su permiso.




LOS TAURO II


LOS TAURO


Slictik, como todos los meses, entra al despacho de Adalgisa. Esta vez lo hace de perfil, como intentando que Adalgisa vea lo menos posible de su persona. Se acerca de puntillas e intenta acariciar su nuca y rascar su espalda. Pero Adalgisa lo descubre a tiempo y comienza a ladrarle.
-No, esta vez no. Se acabó.
-Pero Adalgisa, guapa, que es mi cumpleaños. Tienes que esmerarte con los tauro.
-Ni hablar. Ya te hice hace años un estudio y no pienso repetirlo.
-Pero fue muy duro, Adalgisa, guapetona. No puedo felicitar a los tauro con ese estudio. Se me subirán a las barbas.
-Pues tú verás lo que haces.
-Está bien. Al menos préstame tu enciclopedia astrológica.
-¿Para qué la quieres? ¿No irás a entrometerme? Te puedo denunciar por intrusismo.
Slictik observa mientras tanto, rumiando, la decoración del despachito. Es evidente que Don Alcanfor, modisto y decorador, ha dejado allí las huelas de sus zapatones. Decoración surrealista, abstracta, postmodernista. Hasta las ropas de Adalgisa han sufrido una metamorfosis provocada por las manazas de Alcanfor. Slictik no puede mirar durante mucho rato el vestido de Adalgisa porque siente que se marea.
-Anda, no seas mala con tu rascador oficial. Te prometo que te rascaré la espalda seis o siete horas. Es una buena oferta. ¿No crees?
Adalgisa pierde por completo la paciencia. Un chantaje tan sutil la crispa los nervios, porque si hay algo que puede convencerla de algo, de cualquier cosa, de todo, es una buena rascada de espalda. Se levanta como un tiro y busca la enciclopedia astrológica en la librería, estilo daliniano. Se vuelve como un trompo a la máxima velocidad y le lanza el mamotreto a Slictik. Éste, que no se lo espera, recibe un fuerte golpe en el pecho y cae de popa, como el Titanic.
No tiene tiempo para asimilar nada, porque Adalgisa ya le está tirando el resto de los libros, y ésta vez a la cabeza. Se hace con la enciclopedia y sale como un spunik por la puerta. ¡Menos mal que estaba abierta!


Se dirige a su despacho, en la Torre de Babel. A la entrada una placa de oro dice: Slictik, creador de personajes. Entra, cierra la puerta con llave y se sienta en su sillón, tras la mesa de despacho. Silva por lo bajo. ¡Esta Adalgisa! Y se queda pensativo. Ningún otro personaje le odia tanto como Adalgisa. ¿Por qué? Rumia y rumia. No encuentro motivo alguno. ¿Qué signo será Adalgisa? No recuerda cuando fue creada. Tal vez sea tauro también.
Al cabo de un tiempo se decide a escribir con la pluma creadora de personajes. Antes relee los estudios astrológicos anteriores de Adalgisa.


LOS TAURO
TIERRA, FIJO, FEMENINO.
PLANERA REGENTE: VENUS
PALABRAS CLAVE: POSESIÓN, PERMANENCIA.


EL MITO
Tauro fue el blanco toro que cortejó a Europa, llevándosela sobre su lomo. Naturalmente que era Zeus, el rijoso, disfrazado, y al volver a su forma normal colocó el toro en el firmamento.


CARÁCTER


No sé los demás tauros que pueblan el planeta, en mi caso concreto el defecto de carácter que más desgracias ha atraído sobre mi cabezota ha sido la cólera.
Las explosiones coléricas son tan comunes en el tauro como los volcanes sobre la corteza terrestre. El tiempo, que es el más sabio entre los sabios, me ha enseñado que arrojar magma por la boca no sirve de nada. Siempre produce más efecto la impasibilidad y una frase contundente, dicha en tono dulce, que todas las explosiones volcánicas del planeta. Pero cada cual tiene su naturaleza y eso es inevitable.
CONSEJOS PARA ZAFARSE DE SUS ATAQUES COLÉRICOS


Las personas que conviven con los tauro y especialmente sus parejas deben tener en cuenta los siguientes consejos, si quieren salir indemnes de sus cóleras:
-No se muevan. El toro ataca a todo lo que se mueve.
-No hablen, permanezcan en silencio. En todo caso que sus palabras sean dulces mientras acarician su testuz. Algo así como: ¡Cuánto te quiero, torito mío!
-Si no da resultado procuren no moverse y en cuanto les dé la espalda salgan corriendo y déjenlo solo, que explaya su cólera como en él es habitual.
-Cuando regresen no hagan aspavientos y esperavanes al ver los destrozos. Sean pacientes y permanezcan imperturbables, como si se tratara de daños colaterales, de todo punto inevitables.
-Ni se les ocurra echarles en cara los destrozos y la sinrazón de su comportamiento. Eso acentuará su cólera. Ni mucho menos comentarles que tienen los cuernos astillados de tanto clavarlos en los burladeros, ni que luego tendrán que tapar con la pala la larga zanja que han cavado con sus pezuñas, arrojando la tierra al aire. Si hacen eso podrán ser corneados de forma inmisericorde.
-Dejen pasar un tiempo y luego muéstrense cariñosos con él. El tauro necesita mucho, mucho cariño. Si lo hacen podrán lograr que el tauro olvide y les de todo el cariño que almacena en su corazón.


PORQUE EL TAURO ES CARIÑO Y MEMORIÓN
El gran problema del tauro y su gran capacidad, según se mire y desde donde, es su capacidad para recordarlo todo o su incapacidad para olvidar.
En mi caso hasta recuerdo una escena, siendo yo niño de unos cinco años, los matones de la escuela me habían arrebatado mis apreciadas canicas. Además se burlaban de este niño enclenque. Mi estallido de cólera aún permanece en mi memoria. Me enfrenté a todos ellos, y eran unos cuantos, e intenté golpearles con puños y pies. El resultado fue que me dieron una gran paliza, y cuando caí al suelo, con un ataque de asma, tal vez causada por la cólera, siguieron golpeándome sin misericordia hasta que llegó la maestra.
Si he sido incapaz de olvidar aquella escena, comprenderán que no olvide las demás.
Esta capacidad memorística tiene un lado positivo. Un tauro puede recordar para siempre a una bella mujer que pasara por su lado hace tres décadas, por ejemplo, o el beso ingenuo de aquella niña coletitas…


PORQUE EL TAURO ES SENSUAL Y LUJURIOSO
Si han leído el mito habrán comprendido que el tauro llevaría sobre sus lomos a la señorita Europa, América, Asia, África, Oceanía y hasta a la señorita extraterrestre, con cabeza de calamar y manos de pulpo. Es un signo extremadamente sensual y lujurioso. La clave está en que su planeta regente es Venus y ya saben que Venus es la diosa de la lujuria.
A pesar de ello sus parejas no deben preocuparse en exceso porque es un signo con tendencia a la monogamia, al hogar dulce hogar, y en realidad ve a las otras mujeres como el toro mira a las otras vacas, porque están ahí, pastando, al alcance de su mirada.
No se preocupen sus parejas porque el tauro es…
FIEL, MONÓGAMO Y FIABLE EN LAS RELACIONES SENTIMENTALES


Eso sí, tengan cuidado, porque el tauro es en extremo celoso. Como le sucede al torito bravo, le basta ver a su vaca rumiando al lado de otro toro para que se ponga a cornear a diestro y siniestro. Es un signo en extremo posesivo, por lo que más vale que no ande falte de cariño o estará malhumorado y colérico.
Como signo de tierra una vez se instale en un hogar será difícil que ande por ahí picoteando.
Porque el tauro es…
INAMOVIBLE
Como signo de tierra le gusta permanecer donde está y solo puede ser movido por los terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones, etc. Tiene su propio ritmo geológico de erosión y sedimentación, por lo que sus parejas y su entorno deben de conocer muy bien que mover a un tauro contra su voluntad es como intentar mover una montaña con palabras…Si son dulces, cariñosas, seductoras e invitadoras puede que hasta consigan el milagro. De intentarlo de otra manera es posible que el tauro les caiga encima como una montaña que se desploma.
Un tauro puede permanecer en un sofá, viendo en la tv algo que le interese y con abundantes aperitivos y bebidas sobre su barriguita, horas y horas. Allí puede comer, dormir, despertarse, fantasear sobre sus mundos favoritos y no echará nada de menos durante días y días, salvo que una hermosa mujer se les ponga delante de la nariz. Entonces sí podrán moverles de su sitio, a poco que la mujer se mueva seductoramente.
Porque…
MENTE TAURINA
Porque… el tauro necesita pocas cosas, aparte de una buena comida, un buen y prolongado descanso, mucho sueño, una hermosa mujer y … su mente funcionando como un volcán.
Sí, porque la mente taurina es un volcán en erupción, cuando deja de ser un pedrusco inamovible. Si entre sus defectos de carácter está la cólera y la testarudez, entre sus cualidades mentales está la imaginación, la creatividad y la profundidad… siempre que tenga una meta, claro está. Porque el tauro es perezoso por naturaleza.
Díganle que les acompañe a dar una vuelta alrededor del mundo en un crucero y les preguntará: ¿para qué?
Entonces respóndanle que para ver hermosas mujeres.
Él repreguntará: ¿Tengo alguna posibilidad?
Repliquen: Siempre hay alguna posibilidad. Donde hay vida hay esperanza.
Verán cómo comienza a moverse. Eso sí muy lentamente.
Porque el tauro es…
LENTITUD A CÁMARA LENTA
Jamás intenten que el tauro les haga un favor ahora, ya… Jamás intenten convencer a un tauro que algo es tan absolutamente urgente que no puede esperar a mañana. Se enfadará mucho, resoplará por los ollares, pateará el suelo y embestirá.
Si no lo hace se limitará a preguntarles:
-¿ A qué viene tanta prisa? ¿Es que el mundo se va a acabar mañana? Entonces no hay ninguna prisa, porque lo que se ve con los ojos de la muerte no tiene la menor importancia.
Así pues si ha tomado una decisión la llevará a cabo, caiga quien caiga, porque es testarudo y cabezón como él solo, pero denle tiempo, déjenlo a su propio ritmo, incluso para ir en crucero a contemplar hermosas mujeres. Y si decide quedarse en el sofá no se preocupen por su futuro, porque…
LA MENTE TAURINA ES LENTA PERO SEGURA
Una vez puesta en movimiento ya no hay quien la pare. Puede plantearse preguntas tan profundas como: ¿por qué estamos aquí, de dónde venimos y a dónde vamos? ¿Existe Dios? Y una vez hechas las preguntas busca las respuestas con la cabeza baja y los cuernos en ristre. Será capaz de descubrir una prueba incontrovertible de la existencia de Dios en el caso de que exista. No conozco ahora el dato de si Santo Tomás de Aquino era tauro, pero a la vista de su Summa Teológica y de su obesidad estaría por apostar que sí.
Un tauro puede crear un Quijote si se lo propone, siempre que tenga una meta a la que dirigirse y salga del letargo será capaz de llegar a donde se proponga llegar, desde la creación literaria, empresario, banquero o simple granjero.
Porque…
AL TAURO LE ENTUSIASMA LA NATURALEZA
Odia la ciudad, la vida burocrática (algunos caen en ella más por estar sentados que por otra cosa) el tráfico, el gentío y las aglomeraciones. Denle un buen trozo de naturaleza, preferiblemente montaña, un hermoso valle, muchos árboles, bellas vistas, y harán de él un ser feliz. Si le ponen al lado a una bella mujer será doblemente feliz, si le dan a la boca exquisitos platos, harán de él un ser triplemente feliz y así sucesivamente…
PORQUE EL TAURO ES INSACIABLE, UN GRAN TRAGÓN O UN EXQUISITO GOURMET COMO GUSTA ÉL DENOMINARSE
Dado lo voluminoso de su vientre necesita llenarlo con frecuencia y con grandes volúmenes de comida. Dado que su cabeza es tan grande no es de extrañar que necesite llenarla de ideas y más ideas. Dado que su piel es tan extensa no es de extrañar que necesite mucho estímulo y mucha caricia.
Todo en el tauro es exagerado. Si es de corta estatura se expandirá a lo ancho, si es de piernas cortas será de cabeza grande, si es de cabeza normal será ancho de hombros, un armario ambulante, si es…
Y Slictik sigue y sigue hablando de sí mismo, porque a los tauro les encanta hablar de sí mismos. Pregúntenle a un tauro y se lo dirá con absoluta sinceridad. Eso sí, nunca esperes hacerle cambiar de opinión. Como testarudo que es Slictik se ha propuesto agotar todo lo que se refiera al signo astrológico de tauro. Ahí seguirá escribiendo y escribiendo hasta que se canse. Se ha propuesto llegar hasta deshilachar todos los flecos de su carácter y rematará con tauros muy conocidos. Pero nosotros no tenemos tanto tiempo. Lo dejaremos para otra ocasión.

SLICTIK-OBRA COMPLETA I

LOS ARIES




Adalgisa ya está instalada como una reina en el antigua despacho de los bróker. En la torre de Babel se han ido produciendo sustanciosos cambios, pero no es este el momento de describirlos.
Slictik ha entrado, como todos los meses, en el despacho de Adalgisa y ésta, en cuanto lo ve, cambia la expresión de su rostro hacia un enfurruñamiento de gatita dispuesta a arañar. Ya ha olvidado cómo le acarició la nuca y le rascó la espalda. Un mes es mucho tiempo para recordar detalles tan nimios.
Slictik le habla de que necesita urgentemente un estudio sobre los aires. Pronto será el cumpleaños de la hija de un buen amigo y necesitará ese estudio, enmarcado, para regalo. Adalgisa no necesita más datos. Sabe de quién se trata. Una niña realmente encantadora, que responde, cuando responde, al nombre de Sara. Será un placer contribuir a su regalo de cumpleaños. Pero no se lo dice así a Slictik.
-Estoy muy ocupada con la decoración del despacho. Cuando lo tenga le llamaré para que pase a recogerlo.
-Es que tengo estropeado el móvil.
-Pues que Carl Future le de uno de los suyos, de última generación.
-Es que está muy ocupado con la seguridad de la torre de Babel.
-Pues haga lo que quiera, pero váyase de aquí y cierre la puerta al salir.
Adalgisa ha chillado, toda despendolada. Slictik sabe que lo mejor que puede hacer es salir corriendo y cerrar la puerta de golpe. Y eso hace.
Apenas se queda sola Adalgisa comienza a trabajar mirando una fotografía de Sara en una competición de gimnasia rítmica, un regalo que le hiciera hace tiempo y que ablandó su corazón de madraza.


LOS ARIES


Sol en este signo del 21 de marzo al 20 de abril. Más o menos.


Signo masculino. Fuego. Planeta regente Marte. Palabras clave: afirmación, impaciencia.


EL MITO
Frixo, hijo de Netele, falsamente acusado del rapto de Bladice, fue condenado a muerte, siendo rescatado por un carnero de oro, a cuyos lomos escapó junto con su hermana Hele. Su hermana, mareada, cayó, pero él se puso a salvo. Luego sacrificó el carnero a Zeus, que puso su imagen en el firmamente.
RASGOS POSITIVOS
Espíritu aventurero e iniciador, emprendedor, directo en su trato, muy enérgico, odia las restricciones y ama la libertad.


RASGOS NEGATIVOS
Egoísta, tendencia a ponerse siempre en primer lugar. Brusco, impulsivo, agresivo, satírico, vivo de genio e impaciente, todo lo quiere ya.
Adalgisa sonríe. Por lo que le ha contado el padre de Sara la niña es clavadita, un aries casi puro. Luego le ha hecho una consulta astrológica: ¿Cómo es posible que mi familia esté desmangada? Cada uno va a lo suyo, cada uno tiene sus gustos y le disgustan los gustos de los demás… Una vez enterada de los signos de cada componente de la unidad familiar la respuesta vio la luz por sí misma. Resulta que el paterfamilias creía que Aries era un signo de tierra, por eso de los cuernos, por eso no le encajaba el comportamiento de su hija Sara. Una vez sabido que era signo de fuego todo empezó a encajar como en un puzle. La esposa es agua, el marido es tierra, el hijo mayor es aire y la hija menor es fuego. Todos los elementos unidos en un cóctel explosivo. No me extraña que el padre de Sara piense que su familia anda desmangada y sin norte.
CARÁCTER


Entusiasta, generoso, vital… y muy competitivo, según el papá de Sara, que piensa que si todos los aries son así más vale que en cada comunidad haya solo uno o la competencia acabará en sangre. Curiosamente la mamá del papá de Sara, o sea, la abuela paterna de Sara, también era Aries y si bien siempre estaba pensando en hacer cosas, no era ni remotamente como Sara. Ahora el papá de Sara entiende por qué se llevaba tan mal con su mama. El fuego quemaba la tierra. Él pensaba que tierra con tierra, lo mismo que pan con pan, puede ser comida de tontos, pero bastante inocua.
Son intuitivos y rápidos, captan en un primer vistazo lo esencial de una situación… Pero ojo, también pueden ser muy rápidos en ofender, mismamente como el fuego que te quema un dedo antes de darte cuenta de que lo tienes cerca.
Los aries son poco pacientes. Díganles que se lo tomen con calma, que mañana será otro día, que si hoy no han quedado primero mañana tal vez lo consigan… (¡igualica, igualica que mi encantadora hijita, dice el papá de Sara).
Eso sí, puede aguantar carros y carretas, mientras piense que de esta forma logrará lo que busca. Pero tan pronto se convenza de que la meta no está a su alcance dejará de soportar y se irá con la música a otra parte.
Su carácter es contradictorio. Lo mismo puede lograr fácilmente una medalla al valor que convertirse en el conductor más descuidado y peligroso del barrio.
¡Igualica, igualica que mi encantadora retoñita! Dice el padre de Sara, pero se adelanta un poco, porque la niña aún no tiene el carnet de conducir.
Su despiste congénito le lleva a quemarse o cortarse con facilidad. Le suele doler la cabeza y no quiere darse cuenta de que el fuego de su signo necesita reposo, un poco de agua (contacto con signo de agua, en el caso de Sara tiene suerte porque su mamá es agua) y tomarselo todo con más calma. Nada de ser el primero en clase, en la competición, en casa, en el barrio, en la ciudad, en al país, en el planeta… Los segundos también van al cielo, dice el papá de Sara.


¡Igualica, igualica que mi encantadora Sarita!


Ya completaremos el signo en otro momento, porque Adalgisa le está tomando tirria al papá de Sara. Para ella es una niña encantadora y basta.


MENTE


La mente del aries es todo menos rutinaria. Un signo de fuego no se adapta bien a la monotonía. Se trata de una mente potente, viva, original, que ningún barrote puede mantener en una celda cuadriculada.
Es un ingenio rápido, vivaz, pronto a la ironía y a ver las cosas desde nuevas perspectivas. El humor es un terreno abonado para él, aunque a algunos les cueste un poco verso como humoristas. Suele animar las reuniones de amigos y su chispa es siempre bienvenida.
La rapidez mental tiene también su lado negativo. Le resulta difícil mantenerse en un terreno y explorarlo a fondo. Le gusta más el salto de acá para allá. Sus pensamientos no suelen seguir una línea recta ni lógica. A veces esta irregularidad le hace complicado de entender.
RELACIONES SENTIMENTALES Y MENOS SENTIMENTALES
Los signos de fuego suelen tener una sexualidad potente, expresada con naturalidad. Las relaciones de pareja, como ocurre en los signos de fuego, suelen ser apasionadas y hasta románticas, pero suelen necesitar un equilibrio que les puede dar otro signo más atemperador.
En cuanto a las relaciones con otras personas deben atenerse al esquema básico: fuego con fuego incendio seguro; fuego con agua poca estabilidad, o el fuego calienta el agua o el agua apaga el fuego, encontrar el punto justo es todo un problema; fuego con aire se activa aún más el fuego y el aire puede llevarlo de acá para allá, según la dirección en la que sople. La relación fuego-aire es compleja y ambos intentarán dominar al otro. Fuego con tierra alcanza con facilidad un buen equilibrio, claro que para eso el fuego debe contenerse un poco y la tierra tiene que saber cuándo echar leña verde al fuego, para que se ralentice y cuándo leña seca, para que se avive.
PROFESIONES
Psicólogo o psiquiatra, mecánico, deportista profesional.
No le van los trabajos lentos, burocráticos. Es buen ingeniero por su mente original y deportista por su potencia vital. En cuanto a las profesiones de observar al prójimo siempre descubrirá aspectos nuevos que a los demás se les pasan por alto, de ahí su buena predisposición para la psicología.
Su necesidad de dar cauce a su potencia física le llevarán hacia deportes fuertes o hacia aventuras de riesgo.
PADRES E HIJOS
Un padre aries querrá que su hijo sea el primero en todo y un hijo aries querrá ser el primero y no se conformará con el segundo puesto. Una relación aries-aries puede ser una bomba de relojería. Si se juntan padres aries e hijos del mismo signo será necesario que algún otro miembro de la familia, de un signo más conciliador, ponga la necesaria objetividad y ecuanimidad.
El niño aries tiene tanta energía que pone constantemente en jaque a los padres. Atarlo a la pata de la mesa no es solución, busquen deportes en los que gasten esa energía y denle suficiente correa o se pondrá a aullar de aburrimiento.
Si los estudios les aburren se mostrarán perezosos, traten de darles alicientes y serán los números uno.


Felicidades a Sara con mucha antelación, su cumpleaños es el 19 de abril. Adalgisa está dispuesta a atender las consultas de esta encantadora niña y no necesito que Slictik me chantajee.