CRAZYWORLD III
UNA CLÍNICA DE LOCOS
Peleaba con un extraño monstruo que pretendía clavarme los colmillos en el cuello. ¡Menos mal que me desperté! Me encontraba en una amplia habitación, muy lujosa, muy bien decorada, vamos, como si no fuera un hospital. La luz del día penetraba por las rendijas de la persiana. Me toqué la cara. Estaba vendada. Me toqué las piernas. Supe que no me las habían cortado. Pasé mi mano por la bragueta del pijama… todo seguía en su sitio.
De pronto la puerta se abrió y entró una enfermera. Era distinta a la de la noche. No estaba nada mal, cierto, pero mi enfermera de noche estaba mucho mejor. Aquella era guapa pero la otra estaba como mi deportivo antes de transformarse en un acordeón.
Con la lucidez de la mañana deduje que o bien el coche era de mi propiedad, con lo que podía dar por seguro que era un ricachón o bien lo había robado y en ese caso era un ladrón nada, nada tonto. Prefería la primera alternativa. Aunque continuaba sin poder recordar ni siquiera mi nombre.
-Me llamo Alice. Y seré su enfermera de mañanas. ¿Cómo se encuentra?
-Creo que bien.
-¿Solo lo cree?
-Bueno, ahora que está usted aquí, estoy bastante seguro.
-Jaja. Esa es buena señal. Llamaré a Dolores para que le traiga el desayuno. ¿Tiene apetito?
-¡Ya lo creo! Debo haberme pasado veinticuatro horas sin probar bocado.
-No se preocupe. Aquí alimentamos bien a nuestros pacientes.
Y salió del cuarto. No sin antes dirigirme una sonrisa, realmente seductora.
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