TERROR EN LAS MENTES II PARTE
CARTAS MENTALES DEL TELÉPATA LOCO
CARTA MENTAL PRIMERA
(RECIBIDA EN
UN MOMENTO DE DESCUIDO CUANDO ME IBA A LA CAMA )
Estimado Sr: Me dirijo a Vd.,
no porque sea, ni mucho menos, la mente más receptiva que he encontrado en mi
camino telepático, sino por razones que sólo a mí competen.
Mi deseo es que al recibo de
la presente se encuentre bien de salud psíquica, la única que realmente cuenta
para los verdaderos entendidos en la materia. Con su aquiescencia, o contra su
voluntad, voy a contarle mi vida en
dosis inocuas para su cabeza de chorlito. El esfuerzo que supone, para
ambas-dos-partes, este tipo de correo me obliga a ser conciso y preciso.
Mañana, a más tardar,
recibirá la primera carta telepática en la que le explicaré cómo empezó esta
vaina. No es preciso que nos citemos a hora concreta, ni se requiere una
especial preparación. Eso sí, no intente rechazar la misiva o sufrirá muy
severas consecuencias.
Suyo affto.
El telépata loco.
Querido amigo: Le aconsejo que no se
haga ilusiones por lo de amigo, los telépatas no tenemos amigos y menos aún si
somos locos, como un servidor de vuecencia, de quien dicen que está como un
cencerro, tal vez porque la meta de todo cencerro que se precie no es otra que
dar badajazos en el vacío llamando a quien no quiere oírle. A los locos se nos
desprecia por entender que con ellos no puede existir la menor base de
comunicación. El loco, dicen, carece de lógica, y puede que sea verdad, aunque
vista la lógica de que hacen gala la mayoría de los cuerdos -no quiero
englobarles a todos porque hay dos o tres majetes- uno se pregunta y con razón,
es un decir, discúlpeme usted, si eso de
la lógica no será una mentira útil, para imponer al otro una forma de vida con
la que no estoy de acuerdo, por razones, y dale, que no serán razones, según
ustedes, pero que ahí están.
Le he escogido, querido
amigo, como receptor de mis cartas telepáticas, porque la razón de la sinrazón
que ocupa mi mente, así dormido como despierto, así lo ha dispuesto. Tendrá
pues que sufrirme, lo quiera o no, porque los buzones mentales no tienen llave
o al menos usted no tiene ninguna. Dicen que la información es poder y yo tengo
muchos más datos que vuecencia. Por lo tanto a aguantarse tocan y sino vaya a
comprar en el primer supermercado que encuentre dos latas, de a kilo, de poder.
Con tantos circunloquios hoy
ya no puedo contarle nada de mi vida. Lo dejaremos para otra ocasión porque
este correo es muy trabajoso, oiga. Me veo precisado a orientar la antena en su
dirección y luego enchufar las ondas con fuerza para que no se pierdan en el aire
y después y por último pensar dos veces cada pensamiento, una para redactar y
otra para enviar. Esto supone mucho más esfuerzo del que usted imagina.
Permítame que lo dejemos para mañana.
Suyo affto.
El telépata loco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario