INVENTOS
DEL PROFESOR JOHN CABEZAPRIVILEGIADA
Hola
amigos...¿Qué no saben quién soy? ¿Será posible? Se despista el narrador unos
segundos y ustedes ya son incapaces de encontrar el hilo...¿No me recuerdan?
Hagan memoria. Soy el reportero intrépido, ese que tiene una novia bibliotecaria
y... ¿Qué ya caen? Menos mal. Por un momento creí que me iba a pasar todo el
reportaje intentando que hicieran memoria.
Pues
sí, ese soy yo. Me encuentro en estos momentos en primera fila en el circo de
Slictik. Una estructura gigantesca de lona sostenida por altísimos y muy
sólidos pilares de acero. Las gradas están repletas de público entusiasta
deseoso de presenciar el espectáculo. Mi novia, la bibliotecaria, no ha querido
acompañarme. Dice que el humor la desazona. Es uno de sus peores defectos. Se
toma la vida demasiado en serio y así no hay cristiano que la aguante.
Suenan
clarines, se ilumina la pista y el mismísimo Slictik aparece caminando con
parsimonia. Viste un frac que le queda muy justo. Negro como un cuervo, porta
una chistera demasiado grande sobre su cabeza de pajarraco. Con un gran
megáfono que sostiene con dificultad se dispone a soltar retórica sin
contemplaciones por su boca pequeña en la que observo un rictus sardónico.
Oigámosle solo un momento.
Queridos
amigos de ambos géneros, grandes y chicos. Es un honor para mi presentarles el
famoso circo de Slictik, único en el mundo que utiliza la especie más rara
existente en nuestra querida jungla de asfalto: los humoristas, también
llamados cómicos. Como verán los plumajes de esta "rara avis" son de
lo más variopinto. No necesitamos más atracción que el color de su pluma y su
pico de oro. Con ellos he llegado a hacerme de idem como un moderno rey Midas.
Garantía más que suficiente para que su calidad no necesite ser contrastada.
Les
advierto que no suelo pronunciar discursos. La retórica me aburre pero no
obstante y ante la percutiente insistencia de mi amada esposa, Karen Latic, he
decidido hacer hoy una excepción en esta hermosa tierra que la vio nacer. Voy a
realizar una breve presentación de mis pupilos y luego dejaré que la magia de
su verbo y lo esperpéntico de su conducta les deleiten como ustedes se
merecen...
Cerremos
el megáfono un par de horas mientras el pesado de Slictik se explaya a gusto.
Finalmente anuncia que hará la presentación de cada personaje con unos breves
datos biográficos y unas secuencias de video que ilustrarán sus muchos méritos.
En la concurrencia se oye un muy contenido suspiro de alivio porque nadie acaba
de creerse que el presentador deje sitio por fin al espectáculo.
Sale
a la pista a paso rígido un curioso ejemplar de "rara avis". Se trata
de un hombre alto, de aspecto sajón, de edad indefinida aunque más cercana a los
sesenta que a los cincuenta. Tiene pinta de profesor aunque nadie sabría
definir la razón de esta pinta. Se coloca en el centro de la pista al lado de
Slictik, hace una reverencia muy rígida y se queda allí plantado con la mirada
perdida en un punto indefinido del espacio.
Slictik
eleva su sombrero hongo sobre su cabeza en un saludo que tiene mucho de
admirativo y se dispone a hacer la presentación. Las luces se apagan y una
gigantesca pantalla de video baja lentamente de la cúpula.
De buena familia...En el video aparecen unas
imágenes de una mansión sureña. En el
pórtico está toda su familia. El abuelo es un remedo de profesor solo que aún
más alto, más rígido y viste ropas de comienzos de siglo XX en USA, ropas
sureñas que le quedan bastante holgadas porque el pobre hombre acaba de salir
de una dolorosa enfermedad y aún está más delgado que de costumbre. Su rostro
tiene cara de puritano, nadie se atrevería a hacer un strip-tease en su
presencia, ni siquiera una mosca. Al lado está la abuela embutida en un vestido
negro que le llega hasta los pies. Parece rellenita. Tal vez es el único
personaje de la familia a quien le sienta bien la comida. Un escalón por encima
de ellos está el papá del profesor. Unos cuarenta años, delgadez de familia,
rigidez ancestral y una sonrisa petrificada. A su lado su linda mujercita tiene
toda la pinta de Scarlette O'Hara. Pizpireta, bella, activa, su coquetería es
tan evidente que hasta el abuelo parece mirarla desaprobadoramente. Ella
acaricia la cabecita picuda de un hijo de nueve años, más o menos, tan serio
para su edad que da pena y tan enclenque que un mendigo le daría su último
mendrugo de pan duro. A su lado su hermanita de cinco o seis años saca la
lengua a la cámara...
Nadie
sabe cómo se obtuvo este video. Algunos dicen que está manipulado porque a
principios del siglo XX aún no se había inventado el video. Dice la leyenda que
se trata de un ejemplar único del laboratorio del anfant terrible que ya a su
corta edad tenía uno sofisticado en el
sótano de la mansión. Lo que sí es cierto es que la que maneja la cámara es
Nany, su nodriza, nurse, cocinera, y todo lo que hiciera falta. Pero ya
hablaremos de ella más adelante. Observen que la familia es sin duda un
poco-bastante puritana con excepción de la madre que le abandonaría tres años
más tarde para irse con un contrabandista de nombre Red Buttler.
Fue
educado muy estrictamente. Aquí pueden verle recibiendo unos buenos latigazos
de la mano de su padre que previamente le ató a la columna blanca y listada.
Dicen que la rigidez de su educación llegó a bloquear de tal manera su columna
vertebral que es incapaz de acuclillarse ni siquiera para recoger el chupete de
un bebé gu-gú-simpático. ¡Hasta este extremo llegó la rigidez de su educación
primaria y secundaria!
Fue
un niño puritano porque no podía ser de otra manera. Iba de punta en blanco
todos los domingos a la iglesias correspondiente (el profesor no ha querido
desvelar nunca si es batista o episcopaliano). Lo cierto es que llegó a conocer
la biblia de pe a pa por lo que fue apodado en su entorno
"cabecita-privilegiada". Era candoroso y pudibundo hasta el punto de
mirar sus zapatitos de charol con tal entusiasmo que se hubiera dicho eran de
oro. Y esto cada vez que una chica coletitas
le llamaba cariñosamente "cabecita-privilegiada".
Con
el tiempo se transformó en un adolescente de puritanismo belicoso. Iba midiendo
con una regla los vestiditos de las niñas. Cuando no daba él un bofetón se lo
devolvían ellas que no soportaban semejante puritanismo. ¡Dura la vida la de aquel
adolescente puritano!
Pueden
ver aquí una serie de imágenes entrelazadas que explican el proceso de niño a
adolescente y de adolescente a jovencito, todos puritanos. Estas imágenes
fueron grabadas por Nany con mucha meticulosidad. Observen al niño de punta en
blanco camino de la iglesia, su rigidez aterroriza. Aquí una niña le dice algo
que no oímos porque es video-mudo pero sí se puede apreciar perfectamente el
color de las mejillas del profesorito porque éste logró inventar el color antes
que el sonido. La secuencia de la medición de los vestiditos de las niñas es
antológica. Mírenla sin necesidad de más explicaciones. Una maravilla de esa
gran directora incógnita que es Nany.
Como
joven puritano pasó casi desapercibido puesto que al llegar a la universidad
fue autorizado a vivir y dormir en un laboratorio especial construido por el
decano para aquella Cabezaprivilegiada. De allí no salió hasta terminar la
primera carrera universitaria. Por eso Nany no logró grabar ni una sola imagen. La segunda carrera le obligó a realizar
trabajos de campo en el campus universitario donde tuvo serios encontronazos
con chicas minifalderas (la minifalda no se inventó en Londres en los años
sesenta, dato erróneo). La tercera fue realizada en un pis-pas gracias a un vetusto
profesor que asombrado de su juvenil cabezaprivilegiada le permitió
resguardarse en su casa de las chicas minifalderas (una verdadera plaga). Allí
le examinó de todas las asignaturas en tan solo unos pocos días. Fue el primer
cum laude que daba el vetusto profesor en toda su dilatada vida.
Para
terminar la cuarta, quinta, sexta, etc carreras tuvo que marchar a la recién
inaugurada Universidad Mentis Galacticiensis donde todo el mundo estaba muy por
encima de las mezquindades de este mundo, algo así como la NBA respecto al resto.
Allí
recibió un trato cordial de los profesores con quienes departía horas y horas
sobre las más diversas cuestiones con otras cabecitas-privilegiadas como la
suya. Aunque eso sí de segundo o tercer orden. La suya era de primera categoría
y en la cúspide de ésta. Le admiraban
como el primum inter pares y su ego se infló tanto que ya no fue capaz de
soportar mediocridades.
Terminó
todas las carreras existentes y algunas más que se inventaron para él. Al
recibir el cum laude en el hombro como si fuera un caballero el decano a la
oreja le ofreció una plaza de catedrático de "tuto il conochimiento"
que se creó expresamente para él.
Como
han podido ver las imágenes lo dicen todo por eso no he tenido que explicarlas.
Y ahora les dejo en su compañía y las de sus portentosos inventos... Admirado
profesor, cuando usted quiera.
Se encienden las luces, sube la pantalla
gigante de video y al fondo se ve venir un enorme arca con ruedas que empujan
cuatro fornidos mocetones. Llegan junto al profesor, dejan el arcón, se ponen
de pie masajeándose los riñones y se retiran sin una sola palabra. El profesor
se dispone a sacar inventos que explica escuetamente. Oigámosle.
INVENTOS
DEL PROFESOR JOHN CABEZAPRIVILEGIADA
Sacacorchos eléctrico de ideas para
cabezas huecas.
Consiste
en un sombrero hongo como el que llevaban los ingleses en sus buenos tiempos.
Metálico aunque de una aleación muy ligera. Se pone sobre la cabeza hueca del
cráneo que corresponda (modelos hay de todas las medidas). El artilugio lleva
un cable que se puede alargar hasta el enchufe más cercano aunque diste varias
leguas. El interruptor se maneja con un mando a distancia. El sacacorchero
oprime el botón y el cabeza-hueca recibe una descarga de mil voltios pero en
varias y medidas secuencias que obligan a las ideas escondidas en lo profundo
del subconsciente del interesado a salir de estampida como ratas que
abandonaran un barco que se hunde.
El
invento del profesor ha sido pirateado y mejorado. Se han visto en el mercado
no solo sombreros, sino también chaquetas, pantalones, vestidos de noche,
pelucas y hasta pelucos (relojes en argot) que se regalan (o venden para que no
entre en sospechas el agraciado). Con el mando a distancia se activa el artilugio
y el pánico está ya sembrado, ahora a esperar.
Las
anécdotas son innumerables. Voy a relatarles algunas aunque se insta a los
concurrentes a que cuentas sus propios sucedidos.
-En
una entrevista televisiva un político recibe una descarga y después de hablar
durante dos segundos (tiempo que tardaron las ratas en abandonar el barco) el
político en cuestión entró en estado catatónico. Los dos segundos se ocuparon
por dos ratas muy peripuestas llamadas bla y bla.
-Un
conocido balompedista en una entrevista al terminar un derby, manifestó: El fútbol
es así, unas veces se gana y otras se pierde. Aquel día el susodicho había
perdido por cinco a cero.
-Un
jefe dijo a sus subordinados: aquí se hace lo que yo digo. Se desmayó a
continuación debido a la descarga administrada por un servidor escondido en el
retrete. No pudo oír a un subordinado que exclamada a voces: pero no lo que yo
hago. De no haber sido por el prestigioso invento del emérito profesor el
subordinado estaría ahora en la calle. Segundo invento y último por hoy aunque
tengo varios.
Candado para cerrar los mensajes en el
foro y que no se pierdan ni extravíen al cliquear
Consiste
en un programita tan diminuto que coge en un disquete. Este se introduce en la
disquetera antes de cliquear. Caso de fallo el programa cuelga de la página de
jucar, arriba al lado derecho según se mira un candadito rojo sobre el azul
cielo. Esto hace acudir a jucar todo preocupado. Entonces el candadito que ha
copiado el mensaje perdido se lo repite de memoria. Jucar no tiene que hace
nada porque el programita, él solito busca el foro adecuado y cuelga el mensaje
con martillo y clavos de cabeza cuadrada.
Slictik
dice que ya no lo necesita porque ha descubierto que los accidentes le suceden
cuando no rellena uno de los campos del mensaje. Entonces se limita a dar a la
flechita que hace retroceder la página en el tiempo (invento de H.G.Wells),
rellena el campo que se había olvidado, vuelve a cliquear y el mensaje se
cuelga él solito.
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