jueves, 4 de septiembre de 2014

EL PROFESOR CABEZA PRIVILEGIADA Y SUS INVENTOS





INVENTOS DEL PROFESOR JOHN CABEZAPRIVILEGIADA


Hola amigos...¿Qué no saben quién soy? ¿Será posible? Se despista el narrador unos segundos y ustedes ya son incapaces de encontrar el hilo...¿No me recuerdan? Hagan memoria. Soy el reportero intrépido, ese que tiene una novia bibliotecaria y... ¿Qué ya caen? Menos mal. Por un momento creí que me iba a pasar todo el reportaje intentando que hicieran memoria.

Pues sí, ese soy yo. Me encuentro en estos momentos en primera fila en el circo de Slictik. Una estructura gigantesca de lona sostenida por altísimos y muy sólidos pilares de acero. Las gradas están repletas de público entusiasta deseoso de presenciar el espectáculo. Mi novia, la bibliotecaria, no ha querido acompañarme. Dice que el humor la desazona. Es uno de sus peores defectos. Se toma la vida demasiado en serio y así no hay cristiano que la aguante.

Suenan clarines, se ilumina la pista y el mismísimo Slictik aparece caminando con parsimonia. Viste un frac que le queda muy justo. Negro como un cuervo, porta una chistera demasiado grande sobre su cabeza de pajarraco. Con un gran megáfono que sostiene con dificultad se dispone a soltar retórica sin contemplaciones por su boca pequeña en la que observo un rictus sardónico. Oigámosle solo un momento.



Queridos amigos de ambos géneros, grandes y chicos. Es un honor para mi presentarles el famoso circo de Slictik, único en el mundo que utiliza la especie más rara existente en nuestra querida jungla de asfalto: los humoristas, también llamados cómicos. Como verán los plumajes de esta "rara avis" son de lo más variopinto. No necesitamos más atracción que el color de su pluma y su pico de oro. Con ellos he llegado a hacerme de idem como un moderno rey Midas. Garantía más que suficiente para que su calidad no necesite ser contrastada.

Les advierto que no suelo pronunciar discursos. La retórica me aburre pero no obstante y ante la percutiente insistencia de mi amada esposa, Karen Latic, he decidido hacer hoy una excepción en esta hermosa tierra que la vio nacer. Voy a realizar una breve presentación de mis pupilos y luego dejaré que la magia de su verbo y lo esperpéntico de su conducta les deleiten como ustedes se merecen...

Cerremos el megáfono un par de horas mientras el pesado de Slictik se explaya a gusto. Finalmente anuncia que hará la presentación de cada personaje con unos breves datos biográficos y unas secuencias de video que ilustrarán sus muchos méritos. En la concurrencia se oye un muy contenido suspiro de alivio porque nadie acaba de creerse que el presentador deje sitio por fin al espectáculo.

Sale a la pista a paso rígido un curioso ejemplar de "rara avis". Se trata de un hombre alto, de aspecto sajón, de edad indefinida aunque más cercana a los sesenta que a los cincuenta. Tiene pinta de profesor aunque nadie sabría definir la razón de esta pinta. Se coloca en el centro de la pista al lado de Slictik, hace una reverencia muy rígida y se queda allí plantado con la mirada perdida en un punto indefinido del espacio.

Slictik eleva su sombrero hongo sobre su cabeza en un saludo que tiene mucho de admirativo y se dispone a hacer la presentación. Las luces se apagan y una gigantesca pantalla de video baja lentamente de la cúpula.

 De buena familia...En el video aparecen unas imágenes  de una mansión sureña. En el pórtico está toda su familia. El abuelo es un remedo de profesor solo que aún más alto, más rígido y viste ropas de comienzos de siglo XX en USA, ropas sureñas que le quedan bastante holgadas porque el pobre hombre acaba de salir de una dolorosa enfermedad y aún está más delgado que de costumbre. Su rostro tiene cara de puritano, nadie se atrevería a hacer un strip-tease en su presencia, ni siquiera una mosca. Al lado está la abuela embutida en un vestido negro que le llega hasta los pies. Parece rellenita. Tal vez es el único personaje de la familia a quien le sienta bien la comida. Un escalón por encima de ellos está el papá del profesor. Unos cuarenta años, delgadez de familia, rigidez ancestral y una sonrisa petrificada. A su lado su linda mujercita tiene toda la pinta de Scarlette O'Hara. Pizpireta, bella, activa, su coquetería es tan evidente que hasta el abuelo parece mirarla desaprobadoramente. Ella acaricia la cabecita picuda de un hijo de nueve años, más o menos, tan serio para su edad que da pena y tan enclenque que un mendigo le daría su último mendrugo de pan duro. A su lado su hermanita de cinco o seis años saca la lengua a la cámara...

Nadie sabe cómo se obtuvo este video. Algunos dicen que está manipulado porque a principios del siglo XX aún no se había inventado el video. Dice la leyenda que se trata de un ejemplar único del laboratorio del anfant terrible que ya a su corta edad tenía uno  sofisticado en el sótano de la mansión. Lo que sí es cierto es que la que maneja la cámara es Nany, su nodriza, nurse, cocinera, y todo lo que hiciera falta. Pero ya hablaremos de ella más adelante. Observen que la familia es sin duda un poco-bastante puritana con excepción de la madre que le abandonaría tres años más tarde para irse con un contrabandista de nombre Red Buttler.

Fue educado muy estrictamente. Aquí pueden verle recibiendo unos buenos latigazos de la mano de su padre que previamente le ató a la columna blanca y listada. Dicen que la rigidez de su educación llegó a bloquear de tal manera su columna vertebral que es incapaz de acuclillarse ni siquiera para recoger el chupete de un bebé gu-gú-simpático. ¡Hasta este extremo llegó la rigidez de su educación primaria y secundaria!

Fue un niño puritano porque no podía ser de otra manera. Iba de punta en blanco todos los domingos a la iglesias correspondiente (el profesor no ha querido desvelar nunca si es batista o episcopaliano). Lo cierto es que llegó a conocer la biblia de pe a pa por lo que fue apodado en su entorno "cabecita-privilegiada". Era candoroso y pudibundo hasta el punto de mirar sus zapatitos de charol con tal entusiasmo que se hubiera dicho eran de oro. Y esto cada vez que una chica coletitas  le llamaba cariñosamente "cabecita-privilegiada".

Con el tiempo se transformó en un adolescente de puritanismo belicoso. Iba midiendo con una regla los vestiditos de las niñas. Cuando no daba él un bofetón se lo devolvían ellas que no soportaban semejante puritanismo. ¡Dura la vida la de aquel adolescente puritano!

Pueden ver aquí una serie de imágenes entrelazadas que explican el proceso de niño a adolescente y de adolescente a jovencito, todos puritanos. Estas imágenes fueron grabadas por Nany con mucha meticulosidad. Observen al niño de punta en blanco camino de la iglesia, su rigidez aterroriza. Aquí una niña le dice algo que no oímos porque es video-mudo pero sí se puede apreciar perfectamente el color de las mejillas del profesorito porque éste logró inventar el color antes que el sonido. La secuencia de la medición de los vestiditos de las niñas es antológica. Mírenla sin necesidad de más explicaciones. Una maravilla de esa gran directora incógnita que es Nany.

Como joven puritano pasó casi desapercibido puesto que al llegar a la universidad fue autorizado a vivir y dormir en un laboratorio especial construido por el decano para aquella Cabezaprivilegiada. De allí no salió hasta terminar la primera carrera universitaria. Por eso Nany no logró grabar ni una sola imagen.  La segunda carrera le obligó a realizar trabajos de campo en el campus universitario donde tuvo serios encontronazos con chicas minifalderas (la minifalda no se inventó en Londres en los años sesenta, dato erróneo). La tercera fue realizada en un pis-pas gracias a un vetusto profesor que asombrado de su juvenil cabezaprivilegiada le permitió resguardarse en su casa de las chicas minifalderas (una verdadera plaga). Allí le examinó de todas las asignaturas en tan solo unos pocos días. Fue el primer cum laude que daba el vetusto profesor en toda su dilatada vida.

Para terminar la cuarta, quinta, sexta, etc carreras tuvo que marchar a la recién inaugurada Universidad Mentis Galacticiensis donde todo el mundo estaba muy por encima de las mezquindades de este mundo, algo así como la NBA respecto al resto.

Allí recibió un trato cordial de los profesores con quienes departía horas y horas sobre las más diversas cuestiones con otras cabecitas-privilegiadas como la suya. Aunque eso sí de segundo o tercer orden. La suya era de primera categoría y en la cúspide de ésta.  Le admiraban como el primum inter pares y su ego se infló tanto que ya no fue capaz de soportar mediocridades.
Terminó todas las carreras existentes y algunas más que se inventaron para él. Al recibir el cum laude en el hombro como si fuera un caballero el decano a la oreja le ofreció una plaza de catedrático de "tuto il conochimiento" que se creó expresamente para él.

Como han podido ver las imágenes lo dicen todo por eso no he tenido que explicarlas. Y ahora les dejo en su compañía y las de sus portentosos inventos... Admirado profesor, cuando usted quiera.

 Se encienden las luces, sube la pantalla gigante de video y al fondo se ve venir un enorme arca con ruedas que empujan cuatro fornidos mocetones. Llegan junto al profesor, dejan el arcón, se ponen de pie masajeándose los riñones y se retiran sin una sola palabra. El profesor se dispone a sacar inventos que explica escuetamente. Oigámosle.

INVENTOS DEL PROFESOR JOHN CABEZAPRIVILEGIADA


Sacacorchos eléctrico de ideas para cabezas huecas.

Consiste en un sombrero hongo como el que llevaban los ingleses en sus buenos tiempos. Metálico aunque de una aleación muy ligera. Se pone sobre la cabeza hueca del cráneo que corresponda (modelos hay de todas las medidas). El artilugio lleva un cable que se puede alargar hasta el enchufe más cercano aunque diste varias leguas. El interruptor se maneja con un mando a distancia. El sacacorchero oprime el botón y el cabeza-hueca recibe una descarga de mil voltios pero en varias y medidas secuencias que obligan a las ideas escondidas en lo profundo del subconsciente del interesado a salir de estampida como ratas que abandonaran un barco que se hunde.

El invento del profesor ha sido pirateado y mejorado. Se han visto en el mercado no solo sombreros, sino también chaquetas, pantalones, vestidos de noche, pelucas y hasta pelucos (relojes en argot) que se regalan (o venden para que no entre en sospechas el agraciado). Con el mando a distancia se activa el artilugio y el pánico está ya sembrado, ahora a esperar.

Las anécdotas son innumerables. Voy a relatarles algunas aunque se insta a los concurrentes a que cuentas sus propios sucedidos.

-En una entrevista televisiva un político recibe una descarga y después de hablar durante dos segundos (tiempo que tardaron las ratas en abandonar el barco) el político en cuestión entró en estado catatónico. Los dos segundos se ocuparon por dos ratas muy peripuestas llamadas bla y bla.

-Un conocido balompedista en una entrevista al terminar un derby, manifestó: El fútbol es así, unas veces se gana y otras se pierde. Aquel día el susodicho había perdido por cinco a cero.

-Un jefe dijo a sus subordinados: aquí se hace lo que yo digo. Se desmayó a continuación debido a la descarga administrada por un servidor escondido en el retrete. No pudo oír a un subordinado que exclamada a voces: pero no lo que yo hago. De no haber sido por el prestigioso invento del emérito profesor el subordinado estaría ahora en la calle. Segundo invento y último por hoy aunque tengo varios.

Candado para cerrar los mensajes en el foro y que no se pierdan ni extravíen al cliquear

Consiste en un programita tan diminuto que coge en un disquete. Este se introduce en la disquetera antes de cliquear. Caso de fallo el programa cuelga de la página de jucar, arriba al lado derecho según se mira un candadito rojo sobre el azul cielo. Esto hace acudir a jucar todo preocupado. Entonces el candadito que ha copiado el mensaje perdido se lo repite de memoria. Jucar no tiene que hace nada porque el programita, él solito busca el foro adecuado y cuelga el mensaje con martillo y clavos de cabeza cuadrada.

Slictik dice que ya no lo necesita porque ha descubierto que los accidentes le suceden cuando no rellena uno de los campos del mensaje. Entonces se limita a dar a la flechita que hace retroceder la página en el tiempo (invento de H.G.Wells), rellena el campo que se había olvidado, vuelve a cliquear y el mensaje se cuelga él solito.




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