miércoles, 6 de agosto de 2014

TERROR EN LAS MENTES II


                        TERROR EN LAS MENTES II PARTE



                  CARTAS MENTALES DEL TELÉPATA LOCO

                        CARTA MENTAL PRIMERA

         (RECIBIDA EN UN MOMENTO DE DESCUIDO CUANDO ME IBA A LA CAMA)

         
Estimado Sr: Me dirijo a Vd., no porque sea, ni mucho menos, la mente más receptiva que he encontrado en mi camino telepático, sino por razones que sólo a mí competen.

Mi deseo es que al recibo de la presente se encuentre bien de salud psíquica, la única que realmente cuenta para los verdaderos entendidos en la materia. Con su aquiescencia, o contra su voluntad, voy  a contarle mi vida en dosis inocuas para su cabeza de chorlito. El esfuerzo que supone, para ambas-dos-partes, este tipo de correo me obliga a ser conciso y preciso.

Mañana, a más tardar, recibirá la primera carta telepática en la que le explicaré cómo empezó esta vaina. No es preciso que nos citemos a hora concreta, ni se requiere una especial preparación. Eso sí, no intente rechazar la misiva o sufrirá muy severas consecuencias.

Suyo affto.
El telépata loco.



       Querido amigo: Le aconsejo que no se haga ilusiones por lo de amigo, los telépatas no tenemos amigos y menos aún si somos locos, como un servidor de vuecencia, de quien dicen que está como un cencerro, tal vez porque la meta de todo cencerro que se precie no es otra que dar badajazos en el vacío llamando a quien no quiere oírle. A los locos se nos desprecia por entender que con ellos no puede existir la menor base de comunicación. El loco, dicen, carece de lógica, y puede que sea verdad, aunque vista la lógica de que hacen gala la mayoría de los cuerdos -no quiero englobarles a todos porque hay dos o tres majetes- uno se pregunta y con razón, es un decir, discúlpeme usted,  si eso de la lógica no será una mentira útil, para imponer al otro una forma de vida con la que no estoy de acuerdo, por razones, y dale, que no serán razones, según ustedes, pero que ahí están.

Le he escogido, querido amigo, como receptor de mis cartas telepáticas, porque la razón de la sinrazón que ocupa mi mente, así dormido como despierto, así lo ha dispuesto. Tendrá pues que sufrirme, lo quiera o no, porque los buzones mentales no tienen llave o al menos usted no tiene ninguna. Dicen que la información es poder y yo tengo muchos más datos que vuecencia. Por lo tanto a aguantarse tocan y sino vaya a comprar en el primer supermercado que encuentre dos latas, de a kilo, de poder.

Con tantos circunloquios hoy ya no puedo contarle nada de mi vida. Lo dejaremos para otra ocasión porque este correo es muy trabajoso, oiga. Me veo precisado a orientar la antena en su dirección y luego enchufar las ondas con fuerza para que no se pierdan en el aire y después y por último pensar dos veces cada pensamiento, una para redactar y otra para enviar. Esto supone mucho más esfuerzo del que usted imagina. Permítame que lo dejemos para mañana.
Suyo affto.
El telépata loco.
  


No hay comentarios:

Publicar un comentario