lunes, 26 de octubre de 2020

 









UN DÍA EN LA VIDA DE UNA FAMILIA VANTIANA IV

LOCUTOR

Henos aquí de nuevo, amados espectadores, tras el correspondiente intervalo publicitario. Sé que los canales del bueno de “H” no tienen publicidad porque no la necesitan, pero nosotros dependemos de las subvenciones de los grupos contrarios a esta vida virtual que se nos impuso hace ya mucho tiempo, eso sí, con la aquiescencia de la mayoría. Les damos las gracias a todos ellos, a la Sociedad de apoyo a los granjeros rebeldes de las Montañas Negras, al Grupo de Choque cultural por una cultura humana y solo humana, a Los planetarios humanos, a La Sociedad de apoyo a los rebeldes vantianos y a tantas más. Y con su permiso vamos a continuar el programa presentando a nuestros contertulios de hoy, antes de conectar de nuevo con Alirina para que nos informe si alguien en la casa se ha levantado y qué está haciendo.

En primer lugar permítanme presentarles, de izquierda a derecha, al profesor Artotis, experto en inteligencia artificial y heredero insigne del gran Helenio de Moroni, creador de HDM-24, con quien creo tiene algún tipo de parentesco. ¿No es así, señor Artotis?

-Así es, querido Arminido. He podido rastrear mi genética desde nuestro insigne genio hasta mí, encontrando razones suficientes para considerarme su bis-bisnieto, o tal vez su bis-bis-bis, las veces que haga falta, nieto. Resulta curioso que mi tata-tata-tata, las veces que haga falta, tatarabuelo, fundara nuestra civilización actual, y yo, con el permiso de ustedes, me haya empeñado en derruirla hasta los últimos cimientos. La inteligencia artificial creada por mi tatarabuelo nos ha hecho la vida muy fácil, demasiado fácil, pero esto nos ha hecho fofos y sin nervio, casi sus marionetas. Con su permiso, Arminido, me gustaría plantear la estrategia que acabará con el bueno de “H” como usted lo llama…

-En efecto, Artotis, tendrá tiempo suficiente para ello, pero antes permítame que presente al resto de contertulios. A su lado está sentado el profesor de historia omeguiana, muy crítico con los historiadores pro “H”, podríamos decir, el Sr. Histercus. Corríjame si me equivoco, querido amigo, pero usted sostiene que este es un momento crítico en la historia omeguiana, y que de no ponerle remedio nuestra especie desaparecerá, siendo sustituida por las máquinas o inteligencias artificiales sin cuerpos biológicos. ¿Es así? ¿Estamos viviendo el peor momento en la historia de nuestro planeta?

-En efecto, solo hubo un momento de parecida gravedad. Cuando la nave extraomeguiana contactó con la civilización o civilizaciones existentes en aquel momento en Omega, produciéndose el conocido episodio del Mesías de Omega, ocurrió algo insólito que a punto estuvo de acabar con todos los omeguianos. Los visitantes, a pesar de todas sus prudentes medidas, importaron uno de sus virus, inocuo para ellos, pero mortal de necesidad para nosotros. Al parecer se trató de un complejo coronavirus, cuya virulencia fue de tal calibre que obligó al comandante de la nave intergaláctica a tomar medidas de emergencia drásticas, como obligar por la fuerza, y con ayuda del destacamento militar de su tripulación, a permanecer recluidos en sus casas, o más bien chozas, a toda la población del planeta, que por suerte en aquellos tiempos no era lo numerosa que es ahora, de otra forma sus medidas habrían fracasado y el apocalipsis omeguiano habría sido inevitable. Casi ni consigo imaginarme cómo pudieron lograr que una población nómada, acostumbrada a vivir al aire libre, desplazándose de acá para allá conforme le viniera en gana, pudiera aceptar semejante reclusión. La leyenda dice que la tecnología de la nave extraomeguiana les permitió instalar en cada choza un monolito holovisivo, interconectado con la inteligencia artificial de la nave, que les suministró programación para el tiempo de cuarentena, hasta que los científicos pudieron encontrar una vacuna adecuada en el laboratorio de la nave. Pero todo esto son leyendas, más o menos verosímiles. Si solicitan información a la biblioteca de HDM-24 no encontraran nada. Se dice también que Helenio de Moroni fue uno de los tripulantes y que su invento de la inteligencia artificial “H” en realidad no fue tal invento, sino la aplicación a gran escala de la inteligencia artificial de la nave, y los monolitos que tenemos ahora, primos hermanos de aquellos. Debo decir que yo no creo en ello y considero a Helenio de Moroni un omeguiano de pura raza. Se cuenta que tras aquel caos generado por el coronavirus todos los habitantes sufrieron una pérdida selectiva de memoria, debido a una medicina nanotecnológica que les fue suministrada con la vacuna, lo que permitió al comandante de la nave aparecer en el planeta como el famoso Mesías de Omega, e iniciar la historia oficial de este planeta. Pero eso sería muy largo de contar.





-Y tanto, como que a mí no me ha permitido, Arminido, ni esbozar mi tesis, y el Sr.Histercus ha podido explayarse a gusto. No hay derecho.

-No se preocupe, Sr.Artotis, tendrá su tiempo. Antes déjeme acabar con las presentaciones. En el lado derecho de la imagen, según miran los holovisores, tenemos a la psicóloga, experta en psicología omeguiana y extraomeguiana, es decir experta en todas las psicologías de civilizaciones del cuadrante galáctico conocidas cuando el bueno de “H” aún no nos había puesto a todos en cuarentena, cerrando las fronteras de Omega a toda civilización ajena a este planeta. Se trata de la señorita Herminiani, que nos hablará de los trastornos psicológicos generados por nuestra amada inteligencia artificial en nuestra población y en cómo revertirlos.

-Llámeme Señora, por favor, puesto que a ellos les ha llamado señores y no señoritos.

-Que así sea, señora Herminiani. A su derecha está la profesora en ciencias biológicas que nos hablará de la evolución de la especie omeguiana desde su nacimiento hasta la actualidad, señora Artemoisa. Pero me comunican que Alirina tiene novedades. ¿Se ha levantado ya alguien en la casa?

-Hola, hola a todos. Pues sí. Se trata de Olivina, que al parecer tiene cita con su novio Aflobos, con el que va a realizar una excursión, de la que espero que nos hable. Como los holovisores pueden ver la jovencita se ha levantado tal como la naturaleza la creó, y eso que en las instrucciones que la facilité ayer ponía bien claro que debería aparecer en todo momento con ropa, aunque estuviera acostumbrada a caminar por la casa con la piel al aire. Ni siquiera me ha respondido a los buenos días. Para los que no lo sepan, pocos o tal vez ninguno, los despertares en Vantis no suelen ser muy agradables, todo el mundo parece despertarse de mal humor, especialmente si han dedicado la noche al sexo virtual. No sabemos o lo sabremos en su momento –puesto que este programa tiene previsto un viaje a las Montañas Negras para saber cómo vive una familia de granjeros rebeldes el día a día- cómo se despiertan los granjeros rebeldes, suponemos que de mejor humor. Como han visto, Olivina ha solicitado al monolito teletrasportador un desayuno bastante fuerte, tal vez debido a que la excursión se realice a lugares no civilizados donde tendrán que comer lo que encuentren. En la zona de arriba de la pantalla holovisiva pueden ver el menú completo.

-¿Qué ha ocurrido con los padres? ¿Siguen durmiendo?

-Parece que sí o practicando el sexo virtual. Algo que acabará con nuestra civilización si antes no ocurre otro apocalipsis imprevisible.

-De acuerdo, Alirina, permite que nuestra experta, Señora Arminiani, nos diga algo al respecto.

-Me había prometido la palabra, Arminido, y ha incumplido como un bellaco. Antes que la señora Arminiani diga lo que tenga que decir yo estoy antes en la cola.

-De acuerdo, Sr. Artotis, diga usted lo que tenga que decir.

Continuará.


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