lunes, 22 de octubre de 2018

CEMENTERIO DE HALLOWEN


CEMENTERIO HALLOWEEN

Viernes, 31 de Octubre de 2008




Mi visita al cementerio Halloween

Me perdí en la noche. Es fácil que me pierda de día, asi que no me sorprendió que me perdiera de noche. Comencé a dar vueltas y vueltas con el coche sin ver nada hasta que cansado paré el motor y salí del vehículo.

No he mencionado que estaba de vacaciones en México. Había oído hablar a unos buenos amigos mexicanos, Teseo y Mujersol, de las fiestas de difuntos que se celebran allí y conocía un poco del festejo gracias a mi afición a los documentales. Así que me dije. Esto está chupado. Me compro un billete, me voy a México, alquilo un coche y voy a ver a mis amigos y disfrutar de la fiesta.

Sí, sí, conociéndome como me conozco tenía que haber contratado una guía turística o al menos haberme llevado conmigo a Milarepa, un buen amigo, que siempre me saca de los líos en los que me meto.

¿Que quién soy? Algunos me llaman Slictik y yo suelo llamarme tonto, sobre todo cuando me pierdo en plena noche, sin comida, sin bebida, y sobre tod sin compañía.

Como digo salí del coche con una linterna que encontré en el maletero. Por suerte mi maletero parece un gran almacen de cosas viejas e inútiles, pero la linterna me serviría.

La encendí y me puse a caminar. Encendí un pitillo y me dije que lo peor que me podía pasar es que me abdujeran los extraterrestres. Pero no se veía ninguna nave... al menos de momento.

Lo que sí estaba viendo eran unas lucecitas titilantes en dirección sur, o puede que fuera norte o cualquier otra. En el maletero no llevaba brújula ni mapas.

Allá que me fuí, pensando que donde hay luces hay vida y donde hay vida siempre hay alguna mujer comprensiva con un tonto.


De pronto recordé que era el día de difuntos o Hallowen más al norte. En mi pais, España, perderse de noche y cerca de un cementerio eriza el vello de algunos. Si además es día de difuntos uno sale corriendo. Las flores se llevan de día. Se hace cola para entrar al cementerio y vas a la tumba de tus seres queridos. Echas unos rezos si eres creyente y si no lo eres pones las flores y haces un poco de limpieza. En España el día de difuntos es bastante serio, casi dramático, nada de fiestas ni de bromas. Y si alguno se atreve a hacer bromas se arriesga a que un creyente malhumorado le ponga las peras al cuarto.

¡Pero estoy en México! Aquí sí valen las bromas y las fiestas. ¡Menos mal!

Las lucecitas eran fuegos fatuos en un cementerio. Me acerqué hasta la puerta y pude leer "Cementerio Hallowen".

Bueno, pensé, puede que no sean luces fatuas, sino mexicanos que están celebrando el día de difuntos. Necesito un buen trago y algo de compañía.

Me puse a saltar la valla con tan mala suerte que el pantalón se me enganchó en la punta de un hierro por la culera y tuve que dejarme de reflexiones elegantes y salvar el pellejo.

En aquel cementerio no tenía ningún ser querido, aunque como dice Milarepa, puede que en cada cementerio del mundo tengas varios seres queridos y no lo sepas. Él cree en la reencarnación. Yo ni creo ni dejo de creer. Pero necesitaba compañía

Me puse a caminar entre tumbas, con la linterna en ristre y la culera del pantalón con un siete. ¡Menos mal que era de noche y que allí no había nadie!

¿Y los difuntos?

En España no solo se respeta a los difuntos, la mayoría les tiene miedo y si alguno se les apareciera en un cementerio saldrían como almas que lleva el diablo. Yo no tengo miedo. Estoy acostumbrado a que mis personajes me den sustos, incluso en plena noche.

¿Que no tengo miedo?

De pronto escuché voces a lo lejos. Si hubiera tenido vello se me hubiera erizado. Por suerte ya no tengo,y sin depilación.

Me dije que estaba tan solo que hasta que saliera un muerto de su tumba me vendría bien. Y si me contaba una buena historia... mejor. Y si me invitaba a un trago de tequila... le daría un abrazo.


Continuará 
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Slictik 
Slictik

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