jueves, 14 de febrero de 2019

3001 ODISEA DE LA JUSTICIA XV




CONSEJOS ESPIRITUALES DE MILAREPA PARA SUPERAR LA CRISIS ECONÓMICA

Queridos y estimados hermanos en el Todo:

Deberíamos dar gracias, de rodillas y con las manos juntas sobre nuestros pechos, de que esta apocalíptica crisis económica haya caído sobre nuestras espaldas, bastante curvadas ya por el peso de la vida, y de que lo haya hecho de forma tan repentina como imprevista, tan dolorosa como recortante. Sí, hermanos, hermanitas y hermanitos, las lecciones que se aprenden en época de crisis ya nunca más se olvidan.

CONSEJOS ESPIRITUALES PARA SOBRELLEVAR LA CRISIS

-Recuerda, herman@, que polvo eris et in polvo converteris. Tempus fugit, el tiempo huye y nunca lo alcanzas, por lo que debes dejar todo tras de ti. Nada es para siempre, ni siquiera el siempre es para siempre. De esta forma podréis, con humildad y con recogijo íntimo, aceptar que te recorten, lo que ellos, los poderosos de este mundo, decidan. Un brazo, una pierna o simplemente una uña larga, la del dedo gordo del pie derecho.

Sí, hermanita y hermanitos en el Todo, porque no somos cuerpo, aunque algunos ingenuos piensen así, sino seres de luz y energía, almas invisibles, chispitas de la divinidad. Te pueden cortar una pierna y seguirás siendo tú mismo, un brazo, idem. Te pueden recortar el miembro viril, si eres macho, y seguirás siendo tú,, ni siquiera tendrás que renunciar al sexo, porque, queridos hermanos, el sexo solo es la atracción de los opuestos, el vínculo que une al ying y al yang.

Así pues, si los poderosos de este mundo te pueden quitar el cuerpo y seguirás siendo tú. ¡Cuánto menos importará que te quiten las posesiones materiales y terrenales! Sí, puesto que no solo no son tuyas, como tampoco lo es tu cuerpo –la carrocería del coche no es el conductor que van dentro y lo conduce- sino que ni siquiera están en ti, sino fuera, alejadas, unos centímetros, unos metros y a veces hasta kilómetros (si tienes un apartamento en primera línea de playa, por ejemplo).

-Nada es para siempre. No el salario (que se levanten los que estén en el paro y lo proclamen). No la casa y el hogar (que se levanten los hipotecados y subastados y lo proclamen). No la ropa (que se levanten los vagabundos y pordioseros del mundo y clochards de París y lo proclamen). No las empresas (que se levanten los ex empresarios y lo proclamen). No los productos (que se levanten los productos perecederos, arrojados al cubo de la basura, y lo proclamen). No los esposos y las esposas (que se levanten los separados y las separadas y lo proclamen). Y así podríamos seguir in eternum, suponiendo que lo eterno fuera para siempre, que tampoco lo es.



 CAMPEONES OÉ OÉ Y OÉ

POR ANTONIUS

CAMPEONES PILA ROTUNDA, ENTRENADOR DE FUTBOL

NOTA PREVIA DEL NARRADOR

He pensado en cortarle la cabeza a Karl Future u otra cosa peor. Me encontraba con Sophie, mi pareja robotina, en una sauna de Finlandia (con eso del cambio global ahora hace frío en todas partes y no es cuestión de pasarse las vacaciones gastando la batería del adaptador climático) cuando Karlitos, el hijo de mala madre, abrió un agujero dimensional justo frente a nosotros, dándonos un susto de muerte, y ello solo para decirme que España, en el 2010, había ganado la copa del mundo de futbol. Que el jolgorio era indescriptible y que como sabía que yo en un periodo de mi pasado había sido español y amante del futbol, quería celebrarlo conmigo. No les he dicho, por eso no lo saben, que con la globalización todo el mundo pensó que las fronteras desaparecerían, pero no fue así, tuvieron que ser los robots los que acabaran con las anticuadas líneas que dividen a los países en el mapa. Al principio los robots fueron  programados con nacionalidad e idioma correspondiente. No obstante los resultados fueron tan ridículos que anularon la programación nacionalista y con el tiempo (los robots actualmente son el 90 % de la población) las fronteras desaparecieron y con ellas los equipos de futbol nacionales y todo lo demás.

Karlitos, hijo de mala madre, le dije (viendo cómo éste observaba a Sophie, que con el susto había salido de la sauna de estampida y sin ropa) sabes perfectamente que conozco todos los datos del pasado y cuando alguno se me olvida no tengo sino que consultar las hemerotecas. Deberías buscarte una robotina como Sophie y dejarnos en paz de una p… vez. O si eso no es posible, por lo menos vete al futuro y déjame en paz con un pasado que ya pasó.

Karl abrió otro agujero dimensional y con su vehículo desapareció en el tiempo. Asqueado de tanta visita intempestiva y de  tanta lujuria hacia Sophie, hablé con ésta sobre la conveniencia de generar trampas a nuestro alrededor para que en la próxima ocasión Karlitos Futurito se pillara los h…vitos. Sophi sonrió encantado y me prometió estudiar el tema en profundidad.

Curioso le pedí que me permitiera consultar el gran acontecimiento que Karl había venido a anunciarnos. Pasé mis dedos sobre el vientre de Sophie y se activó su pantallita. Busqué en las hemerotecas el año 2010 y el gran acontecimiento y rememoré aquella fecha histórica. Así pude encontrar un comentario aparecido en la Gazzeta de lo Espor de Antonius Pila Rotunda. Me complace trasladarles dicho comentario y con su permiso vuelvo a la sauna con Sophie y seguimos donde la brusca aparición de Karlitos nos dejó.

AHORA SÍ


CAMPEONES, CAMPEONES, OÉ OÉ Y OÉ
POR ANTONIUS PILA ROTUNDA, ENTRENADOR DE FUTBOL

Ustedes saben que no soy español y si no lo sabían lo deducirán de mi nombre y apellidos. No obstante estuve algunos años en España, entrenando al Galáctico, al Intergaláctico, al Supernova y hasta al Agujero Negro (sigue bajando y subiendo de categoría como una montaña rusa).

Les confieso que me pudo la emoción y lloré como un niño. España se lo merecía. Tras la Inquisición, La guerra civil, el franquismo, la crisis económica, y todas las desgracias que han caído sobre este portentoso país (la mayoría por su culpa) el sufrido ciudadano español o con aspiraciones a dejar de serlo se merecía un alegrón de este calibre.

Otros también se lo merecían, como es el caso de Holanda (si no ganas un partido de futbol desarrollando un complejo combate de artes marciales, es solo por mala suerte) Ghana (que por ser africano y por su nombre, se lo hubiera merecido si el destino fuera justo.

Lloré como un niño, lo confieso, canté el himno nacional español (creo que la letra fue de mi cosecha) pude ver el beso de Casillas a la Sarita Carbonero y lamenté no haber ganado yo la copa del mundo. Luego estuvo plantado ante el televisor como un poste, viendo las celebraciones, y comiendo aceitunas, pepinillos, banderillas, patatas fritas y demás, y bebiendo cerveza tras cerveza. Terminé embolingado y haciendo un resumen del acontecimiento.

La clave ha estado en el balón. Ahora, con la borrachera, me he olvidado de su nombre. Todos sabemos que el futbol sería imposible si los balones o pelotas no fueran redondos. Si fueran picudas sería rugby, si fueran cuadradas sería futbol tailandés, si fueran… La pelota redonda es imprescindible en este deporte que consiste en dar patadas para que dicha pelota avance, retroceda, salte, bote y termine en lo que llaman portería y que no es otra cosa que un espacio cualquiera al que han puesto redes.

La pelota africana era impredecible, mágica y kármica, que diría Milarepa. Estaba hecha en exclusiva para que este país, España, al que adoro, a pesar de no ser el mío, recuperara el buen karma, se olvidara de la crisis económica, el tribunal constitucional, de la justicia, de las autonomías, de los independentistas, de los políticos, del calor, del frío, de la globalización, del cambio climático, del pasado, del presente, del futuro, de los extraterrestres, de las pateras, y sobre todo, de lo que nos espera.

Así pues, déjenme llorar otro poco, beberme otra jarra de cerveza a su salud, y pedirle a Casillas que me deje ser portero, a Del Bosque que me ceda los trastos cuando decida abandonar y a Pepe Reina que me deje ser speaker o showman o director de orquesta cuando decida dejarlo.

Oé Oé y Oé. Camapeones, campeonés oé y oé

Yo soy español, español, español…

¡Uy, perdón! Que no lo soy, pero como si lo fuera o fuese. Ustedes lo disfruten mientras puedan, porque ahora llega el debate sobre el Estado de la nación.



NOTA FINAL DEL NARRADOR

Esto fue todo, Antonius Pila Rotunda entrena mejor que habla. ¡Lástima que la robotización acabara con el futbol, las nacionalidades y los entrenadores!  Pero antes de que semejante desgracia se desplomara sobre nuestras cabezas ocurrieron otros acontecimientos igualmente regocijantes. No, no se los voy a narrar. Si quieren saber qué fue de la selección española de fútbol pregunten a Karl Future y procuren que sus esposas estén siempre vestidas, de la cabeza a los pies, y muy recatadas. No he conocido hombre más lujurioso, pueden creerme.


No hay comentarios:

Publicar un comentario