CONSEJOS ESPIRITUALES DE MILAREPA PARA SUPERAR LA CRISIS
ECONÓMICA
Queridos y estimados hermanos en el Todo:
Deberíamos dar gracias, de rodillas y con las manos
juntas sobre nuestros pechos, de que esta apocalíptica crisis económica haya
caído sobre nuestras espaldas, bastante curvadas ya por el peso de la vida, y
de que lo haya hecho de forma tan repentina como imprevista, tan dolorosa como
recortante. Sí, hermanos, hermanitas y hermanitos, las lecciones que se
aprenden en época de crisis ya nunca más se olvidan.
CONSEJOS ESPIRITUALES PARA SOBRELLEVAR LA CRISIS
-Recuerda, herman@, que polvo eris et in polvo
converteris. Tempus fugit, el tiempo huye y nunca lo alcanzas, por lo que debes
dejar todo tras de ti. Nada es para siempre, ni siquiera el siempre es para
siempre. De esta forma podréis, con humildad y con recogijo íntimo, aceptar que
te recorten, lo que ellos, los poderosos de este mundo, decidan. Un brazo, una
pierna o simplemente una uña larga, la del dedo gordo del pie derecho.
Sí, hermanita y hermanitos en el Todo, porque no somos
cuerpo, aunque algunos ingenuos piensen así, sino seres de luz y energía, almas
invisibles, chispitas de la divinidad. Te pueden cortar una pierna y seguirás
siendo tú mismo, un brazo, idem. Te pueden recortar el miembro viril, si eres
macho, y seguirás siendo tú,, ni siquiera tendrás que renunciar al sexo,
porque, queridos hermanos, el sexo solo es la atracción de los opuestos, el
vínculo que une al ying y al yang.
Así pues, si los poderosos de este mundo te pueden quitar
el cuerpo y seguirás siendo tú. ¡Cuánto menos importará que te quiten las
posesiones materiales y terrenales! Sí, puesto que no solo no son tuyas, como
tampoco lo es tu cuerpo –la carrocería del coche no es el conductor que van
dentro y lo conduce- sino que ni siquiera están en ti, sino fuera, alejadas,
unos centímetros, unos metros y a veces hasta kilómetros (si tienes un
apartamento en primera línea de playa, por ejemplo).
-Nada es para siempre. No el salario (que se levanten los
que estén en el paro y lo proclamen). No la casa y el hogar (que se levanten
los hipotecados y subastados y lo proclamen). No la ropa (que se levanten los
vagabundos y pordioseros del mundo y clochards de París y lo proclamen). No las
empresas (que se levanten los ex empresarios y lo proclamen). No los productos
(que se levanten los productos perecederos, arrojados al cubo de la basura, y
lo proclamen). No los esposos y las esposas (que se levanten los separados y
las separadas y lo proclamen). Y así podríamos seguir in eternum, suponiendo
que lo eterno fuera para siempre, que tampoco lo es.
CAMPEONES OÉ OÉ Y
OÉ
POR ANTONIUS
CAMPEONES PILA ROTUNDA, ENTRENADOR DE FUTBOL
NOTA PREVIA DEL NARRADOR
He pensado en cortarle la cabeza a Karl Future u otra
cosa peor. Me encontraba con Sophie, mi pareja robotina, en una sauna de
Finlandia (con eso del cambio global ahora hace frío en todas partes y no es
cuestión de pasarse las vacaciones gastando la batería del adaptador climático)
cuando Karlitos, el hijo de mala madre, abrió un agujero dimensional justo frente
a nosotros, dándonos un susto de muerte, y ello solo para decirme que España,
en el 2010, había ganado la copa del mundo de futbol. Que el jolgorio era
indescriptible y que como sabía que yo en un periodo de mi pasado había sido
español y amante del futbol, quería celebrarlo conmigo. No les he dicho, por
eso no lo saben, que con la globalización todo el mundo pensó que las fronteras
desaparecerían, pero no fue así, tuvieron que ser los robots los que acabaran
con las anticuadas líneas que dividen a los países en el mapa. Al principio los
robots fueron programados con
nacionalidad e idioma correspondiente. No obstante los resultados fueron tan
ridículos que anularon la programación nacionalista y con el tiempo (los robots
actualmente son el 90 % de la población) las fronteras desaparecieron y con
ellas los equipos de futbol nacionales y todo lo demás.
Karlitos, hijo de mala madre, le dije (viendo cómo éste observaba
a Sophie, que con el susto había salido de la sauna de estampida y sin ropa)
sabes perfectamente que conozco todos los datos del pasado y cuando alguno se
me olvida no tengo sino que consultar las hemerotecas. Deberías buscarte una
robotina como Sophie y dejarnos en paz de una p… vez. O si eso no es posible,
por lo menos vete al futuro y déjame en paz con un pasado que ya pasó.
Karl abrió otro agujero dimensional y con su vehículo
desapareció en el tiempo. Asqueado de tanta visita intempestiva y de tanta lujuria hacia Sophie, hablé con ésta
sobre la conveniencia de generar trampas a nuestro alrededor para que en la
próxima ocasión Karlitos Futurito se pillara los h…vitos. Sophi sonrió
encantado y me prometió estudiar el tema en profundidad.
Curioso le pedí que me permitiera consultar el gran
acontecimiento que Karl había venido a anunciarnos. Pasé mis dedos sobre el
vientre de Sophie y se activó su pantallita. Busqué en las hemerotecas el año
2010 y el gran acontecimiento y rememoré aquella fecha histórica. Así pude
encontrar un comentario aparecido en la Gazzeta de lo Espor de Antonius Pila
Rotunda. Me complace trasladarles dicho comentario y con su permiso vuelvo a la
sauna con Sophie y seguimos donde la brusca aparición de Karlitos nos dejó.
AHORA SÍ
CAMPEONES, CAMPEONES, OÉ OÉ Y OÉ
POR ANTONIUS PILA ROTUNDA, ENTRENADOR DE FUTBOL
Ustedes saben que no soy español y si no lo sabían lo
deducirán de mi nombre y apellidos. No obstante estuve algunos años en España,
entrenando al Galáctico, al Intergaláctico, al Supernova y hasta al Agujero
Negro (sigue bajando y subiendo de categoría como una montaña rusa).
Les confieso que me pudo la emoción y lloré como un niño.
España se lo merecía. Tras la Inquisición, La guerra civil, el franquismo, la
crisis económica, y todas las desgracias que han caído sobre este portentoso
país (la mayoría por su culpa) el sufrido ciudadano español o con aspiraciones
a dejar de serlo se merecía un alegrón de este calibre.
Otros también se lo merecían, como es el caso de Holanda
(si no ganas un partido de futbol desarrollando un complejo combate de artes
marciales, es solo por mala suerte) Ghana (que por ser africano y por su
nombre, se lo hubiera merecido si el destino fuera justo.
Lloré como un niño, lo confieso, canté el himno nacional
español (creo que la letra fue de mi cosecha) pude ver el beso de Casillas a la
Sarita Carbonero y lamenté no haber ganado yo la copa del mundo. Luego estuvo
plantado ante el televisor como un poste, viendo las celebraciones, y comiendo
aceitunas, pepinillos, banderillas, patatas fritas y demás, y bebiendo cerveza
tras cerveza. Terminé embolingado y haciendo un resumen del acontecimiento.
La clave ha estado en el balón. Ahora, con la borrachera,
me he olvidado de su nombre. Todos sabemos que el futbol sería imposible si los
balones o pelotas no fueran redondos. Si fueran picudas sería rugby, si fueran
cuadradas sería futbol tailandés, si fueran… La pelota redonda es
imprescindible en este deporte que consiste en dar patadas para que dicha
pelota avance, retroceda, salte, bote y termine en lo que llaman portería y que
no es otra cosa que un espacio cualquiera al que han puesto redes.
La pelota africana era impredecible, mágica y kármica,
que diría Milarepa. Estaba hecha en exclusiva para que este país, España, al
que adoro, a pesar de no ser el mío, recuperara el buen karma, se olvidara de
la crisis económica, el tribunal constitucional, de la justicia, de las
autonomías, de los independentistas, de los políticos, del calor, del frío, de
la globalización, del cambio climático, del pasado, del presente, del futuro,
de los extraterrestres, de las pateras, y sobre todo, de lo que nos espera.
Así pues, déjenme llorar otro poco, beberme otra jarra de
cerveza a su salud, y pedirle a Casillas que me deje ser portero, a Del Bosque
que me ceda los trastos cuando decida abandonar y a Pepe Reina que me deje ser
speaker o showman o director de orquesta cuando decida dejarlo.
Oé Oé y Oé. Camapeones, campeonés oé y oé
Yo soy español, español, español…
¡Uy, perdón! Que no lo soy, pero como si lo fuera o
fuese. Ustedes lo disfruten mientras puedan, porque ahora llega el debate sobre
el Estado de la nación.
NOTA FINAL DEL NARRADOR
Esto fue todo, Antonius Pila Rotunda entrena mejor que
habla. ¡Lástima que la robotización acabara con el futbol, las nacionalidades y
los entrenadores! Pero antes de que
semejante desgracia se desplomara sobre nuestras cabezas ocurrieron otros
acontecimientos igualmente regocijantes. No, no se los voy a narrar. Si quieren
saber qué fue de la selección española de fútbol pregunten a Karl Future y
procuren que sus esposas estén siempre vestidas, de la cabeza a los pies, y muy
recatadas. No he conocido hombre más lujurioso, pueden creerme.
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