miércoles, 7 de mayo de 2025

DIARIO DE UN GIGOLÓ IX









Su risita era un poco desagradable, parecía una de esas chicas pijas, de familia adinerada que parecen haberse olvidado de la finalidad del lenguaje y haberse convencido desde la cuna que el dinero de papá lo puede todo. Miré a Paco que se encogió de hombros. Bueno, pensé, mejor bailar que dormitar, y si la chica me quiere llevar a la cama no diré que no, al fin y al cabo esta noche ya está totalmente perdida para mí.

El otro camarero me miró con cara de sentirse ninguneado y sin encomendarse ni a Dios ni al diablo se acercó a otra chica y tras una breve conversación comenzaron a bailar muy cerca de nosotros. Eso acabó de animar al personal que se buscó la vida para bailar, aunque fuera con la fregona que uno sacó del almacén. Se produjeron risas y el ambiente se animó. Paco se puso tras la barra, se sirvió un cubalibre y nos observó sonriente y frotándose las manos, aquel gesto parecía ser una manía compulsiva e incontrolable cuando se entusiasmaba demasiado o se le tensaban los nervios.

La chica se frotaba contra mí con la tranquila decisión de la ola que sabe que antes o después acabará conquistando la playa. Me preguntó el nombre y fue enlazando pregunta tras pregunta hasta que comprendió que nos veíamos obligados a levantar mucho la voz. Estábamos llamando la atención y eso la desanimó. Se apretó aún más y dejó que yo la acariciara con suavidad las nalgas sobre su vestido de boutique cara. Todo iba muy bien hasta que la mala suerte quiso que uno de los discos que había apilado en el soporte, para que fueran cayendo uno a uno sobre el plato, estuviera rayado. Tuve que soltar a mi “partenaire” y salir pitando, entre las risas, silbidos y la bronca del populacho. Me costó un tiempo probar a ver si aquella rayadura se debía a la suciedad del disco o era ya una cicatriz irremediable, repasé los dos discos que aún quedaban por caer y busqué alguna balada más con la intención de prolongar el “tete a tete” con aquella chica cuyo físico no me disgustaba aunque me repateaba un poco aquella risita tonta y aquella forma de hablar tan engolada, como si fuera la reina del baile. Cuando me disponía a regresar a la improvisada pista de baile observé que el grupo de jóvenes había desaparecido dejando las mesas sin colocar. Miré a Paco quien se encogió de hombros.

-La juventud es así, tarambana hasta para mear. Coloca las mesas y vamos cerrando, que esto parece que no va a dar más de sí por esta noche.

Aquella fue mi primera noche en el pub de Paco. Antes de cerrar éste me recordó que fuera por la mañana, antes de la una, a la dirección que me había dado. Allí me arreglarían el uniforme que llevaba y me harían un par de ellos.

-Eso corre por mi cuenta, pero con la condición de que no vuelvas a acercarte a Bea. Fui su padrino y para mí es como una sobrina, qué digo, como una hija. Como se te ocurra desgraciarla da por hecho que te buscaré y te rajaré allí donde te encuentre.

Pensé que no era para tanto y así se lo hizo saber. Paco se enfadó mucho y a punto estuvo de arrearme un bofetón. La cosa iba en serio, mejor saberlo antes que después. Me escabullí sin despedirme y en cuanto llegué al piso me tumbé sobre la cama tal como estaba.

lunes, 21 de abril de 2025

El profesor Alíen experto en farsas de control. Estoy como niño con zapatos nuevos. Es lo que andaba buscando, algo que me permitiera convertir mis fotos en caricaturas para ilustrar mis personajes humorísticos. La vida y milagros de este profesor la pueden encontrar en m blog Taller humorístico hotel monasterio de los disparates
Puede ser una imagen de 1 persona, anteojos y texto que dice "ElprofesorAlien El profesor Alíen"
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jueves, 27 de marzo de 2025

OBRA COMPLETA XIII

 


OBRA COMPLETA DE SLICTIK XIII







A-DE ANA-CECILIA

ANA-CECILIA, DIRECTORA DE CORTOMETRAJES.

Conocí a Ana-Cecilia en el mismo lugar y al mismo tiempo que a Sally, la cantante de la Tropicana. No sé la razón por la que me empeñé en transformarla en una directora de cortometrajes…Bueno, en realidad lo sé muy bien aunque lo haya disimulado utilizando un viejo truco: la pregunta o la negación retórica cuando uno sabe muy bien de lo que está hablando. Eso da alicientes en una narración directa y simple como es esta.Sus textos me parecieron muy visuales, puede que no lo sean, pero a mi se me representaban escenas o secuencias muy concretas al terminar su lectura. Nunca analicé a fondo esta cuestión aunque ahora, con mucho tiempo, espero poder hacerlo y encontrar una respuesta.

Cuando hace unos años accedí al mundo virtual, me dejé llevar por una vieja fantasía: el mundo interconectado o el subconsciente colectivo de Jung. Imaginé que oprimía una tecla y hacía llegar mis correos electrónicos, mis opiniones y mis textos a cualquier lugar del mundo. Más tarde me burlaría de semejante ingenuidad en una de mis series de relatos sobre Internet. En realidad a menudo más te valdría salir de casa y echar a correr para entregar en persona un mensaje a una persona que mandarlo por correo electrónico. Admito que es un poco exagerado pero dada mi relación con la informática no lo es tanto como se pudiera pensar. Esto viene a cuento porque no solo me dejé llevar por esta fantasía sino por otras muchas, entre las que –y no es la más inocua- la de transformar a los internautas en personajes y crear mundos y vidas como si yo fuera un diosecillo malévolo. Era tan ingenuo que lo hacía a menudo sin pedir permiso, tal vez pensando que las bofetadas en el mundo virtual no son tan dolorosas como en el mundo real (creo que estaba equivocado, aún no estoy seguro). En mi descargo decir que al primer internauta que transformé en personaje fue a mi mismo. Como tengo tanto de donde tomar no solo saqué un personaje sino un montón de ellos. No supuso un duro trauma –pasar de un ser normal a uno de múltiple personalidad- porque ya lo era sin darme cuenta.

Uno de mis personajes favoritos es Hipo o Hipopótamus Hipocondriacus que aparece por primera vez en un relato surrealista titulado precisamente así. Este Hipo es bastante más pesado que yo e infinitamente más bondadoso aunque un tanto ingenuo o tonto en muchas ocasiones. Fue a él a quien elegí para dar la bienvenida a una diosa, Almina, que viajaba a la Tierra desde la isla del paraíso con una prodigiosa cámara, regalo del dios Cinematógrafo. Esta diosa, aburrida de la insulsa vida del paraíso, llega a este planeta por pura casualidad y tras una ajetreada temporada adaptándose a las costumbres humanas decide quedarse. Se transforma en humana y toma el nombre de Ana-cecilia. Con su prodigiosa cámara irá retratando las conductas y hasta los pensamientos más íntimos de esta especie, bípedo sin plumas, que llegará a fascinarla.

Hipo se convertirá en su productor en la sombra y en ese espectador anónimo que irá al estreno de todos sus cortometrajes. Nadie disfrutó como él cuando la directora de cortometrajes se pasó al largometraje. Creo que han estrenado su primera película en Argentina aunque no tengo muchas noticias al respecto. Como no consigo abrir el disquete donde tengo los comentarios de ese espectador sobre muchos de sus cortometrajes, improvisaremos sobre la marcha. Para empezar narraremos el encuentro de la diosa Almina e Hipo en una montaña. Luego el espectador anónimo irá de sala de cine en sala de cine persiguiendo los cortometrajes de esta directora que acabará pasando de las salas de arte y ensayo al gran público. Entre medias el autor comentará sus impresiones sobre su persona y su estilo como escritora. Naturalmente la propia directora podrá intervenir cuando quiera y matizar o cambiar lo que le parezca oportuno, así como cualquier espectador anónimo que decida exponer su opinión en una papeleta y pasársela al director.

Ni siquiera he logrado salvar el archivo del encuentro de Almina e Hipo y he tenido que recurrir a mis pequeñas libretas donde está anotado todo con pelos y señales. Esta narración fue una colaboración entre la directora y un servidor pero no tengo su texto o textos por lo que no puedo exhibirlos en pantalla. Así iniciamos este homenaje y veremos como acaba.

Ana-Cecilia.—Su personalidad (sus virtudes y defectos, jaja, es broma) Definir la personalidad de un internauta es tan complejo como medir y pesar nuestras propias almas. Puede que podamos medir y pesar nuestros cuerpos con facilidad, pero eso de la personalidad es mucho más complejo. El alma es algo demasiado impalpable para encerrarla en medidas humanas. No obstante a través de los textos de Ana-cecilia, de sus mensajes y otras comunicaciones (señales de humo entre otras) intentaremos demarcar un poco los límites de su personalidad y hasta donde no se pueda llegar con medios normales llegaremos con la videncia, la improvisación o la caradura.

Creo, si no me falla la memoria, que era signo de agua, lo que viene a ser casi lo mismo que decir: vital, móvil, fecundante, inaprensible, pero también insegura, dubitatiba y siempre buscando nuevos territorios. Su edad es cosa suya aunque todo indica que se trata de una mujer madura en plenitud de facultades, físicas, intelectuales y espirituales. ¿Qué más datos obran en mi poder?. Pocos más. Creo que era profesora, que procedía de Bahía Blanca (aunque ahora parece andar por Buenos Aires), que era o es alumna de un taller literario que lleva un escritor argentino que ha presentado su largometraje y que no padece de mal de amores. Al menos no más que el resto de los mortales. La homenajeada ha tenido la deferencia de comunicarme su edad exacta, pero no se lo voy a decir a ustedes (soy un caballero,jeje). Sigue siendo joven aunque esté en la madurez de su talento y como mujer. Al parecer ella es de Bahía Blanca aunque viaje a Buenos Aires. Y en cuanto a su maestro apunté el nombre por ahí y ahora no lo encuentro. Menos mal que Ana-Cecilia es comprensiva. Pero sigamos narrando las andanzas de la directora de cortometrajes.

El estilo peculiar de la directora de cortometrajes.

Desde luego su estilo es inconfundible. Lo que resulta más difícil es rastrear las influencias de clásicos y modernos en su obra. Por ejemplo el estilo formal de Bergman no parece haber influido gran cosa en sus cortometrajes. Ese plano inmóvil en el que los personajes del director sueco hablan hasta por los codos, de cosas íntimas, de las que el 99% de los matrimonios convencionales no lo hacen nunca, apenas aparece en los cortometrajes de nuestra directora favorita, en los que escasea el diálogo, tal vez porque consumiría el poco tiempo del que dispone para mostrar el alma de los personajes y su entorno.

Si sacrifica el diálogo, en cambio utiliza otras técnicas muy efectivas para alcanzar sus objetivos, tales como el primer plano del rostro de sus personajes, que con una mirada son capaces de mostrarnos lo que mil palabras no lograrían hacernos entender.

El movimiento de su cámara es apenas perceptible, solo la mueve cuando es imprescindible y no siempre, puesto que con un potente zoom y un primer plano muy expresivo puede situar la cámara en cualquier lugar o momento histórico y mostrarnos los rincones más ocultos sin efectismos tales como la panorámica o el traveling. Recuerdo en este sentido su corto sobre los campos de concentración, donde la sobriedad produce un efecto infinitamente más intenso que el histerismo. ¿Pero cuáles son los rasgos más determinantes de su estilo cinematográfico? Esto lo dejaremos para otra ocasión.

Un estilo nace siempre de la filosofía de la vida que tiene el autor, de unas ideas muy concretas, de unos determinados sentimientos, de una respuesta a la conducta del otro y de una reacción frente a su entorno. El estilo no es otra cosa que la forma estética de esa respuesta. En el caso de la directora de cortometrajes además su estilo está influido por el formato elegido para su manifestación creativa….El cortometraje exige una sobriedad en el tratamiento de los temas que obliga al director a planteamientos novedosos buscando la forma más intensa y contundente de decir las cosas, con la mayor economía de medios… En la mayoría de los casos se prescinde de los actores-personajes utilizando a veces, y en muy contadas ocasiones, espectadores, gente que pasa por allí o actores secundarios haciendo un rápido cameo. El actor no es importante en el tratamiento temático que hace la directora de cortometrajes, en el desarrollo de su obra. Lo importante es la cámara, que como un ojo cosmológico, incluso como un tercer ojo o sexto sentido, puede verlo todo y hasta el fondo de su esencia…

PRODUCCIONES ANA DE LOS MIL DIAS( A.M.D.) E HIPO DE LAS MIL SIESTAS (H.M.S) ES DECIR A.M.D.& H.M.S. EN EL NUEVO MINICINE «ESTRELLA DE LA NOCHE» SITO EN EL RINCÓN DE JUCAR, LUJOSO, AMPLIO, CON AIRE ACONDICIONADO Y DECORACIÓN ART NOUVEAU-ROCOCÓ

PRESEEENTAN

LA DIOSA QUE QUERÍA SER DIRECTORA DE CORTOMETRAJES

En la Isla del Paraíso los dioses están alegres, beben grandes copas de ambrosía, se les escapa la risa por todos los poros y se abrazan y se besan como si celebraran algo importante. Y así es porque Almina, La Bella, acaba de comunicarles que ya no aguanta más esa vida de hastío e inoperancia en que vegetan los inmortales como si esta cualidad divina tuviera alguna relación con el virus de la vagancia.

Sus vacaciones serán largas y productivas. No verán su alma en mucho tiempo, lo que sin duda les causa una profunda tristeza porque no en vano su nombre es Almina, La Bella. Los dioses se carcajean de esta preocupación de la diosa al tiempo que la animan a hacer rápidamente su equipaje.

Así lo hizo Almina que no soporta el imperturbable pasotismo de los inmortales. Apenas cerrado el baúl, regalo de Pandora, se presenta Cinemascope, el dios protector del celuloide, y pone en sus manos una diminuta cámara, poseedora de especialísima magia, capaz de registrar hasta el último matiz del sentimiento humano, los pensamientos más ocultos, los entornos más inaccesibles. Con ella la diosa podrá lograr los ángulos más insólitos, los travelling más sorprendentes, los zoom más impactantes. Con ella su manía de registrar todos los universos grabando pequeñas obras maestras que añade a la biblioteca de Alejandría de la Isla del Paraíso se verá tan satisfecha que duda sea capaz de volver en mucho, mucho tiempo.

Aquí hace un guiño a Almina y llama a Hermes para que se haga cargo del equipaje. En un descuido de la diosa intenta propinarle una amistosa palmadita en el trasero. Pero este gesto queda pausado en el aire ya que los poderes divinos de Almina tienen mucho que ver con el cinematógrafo y el videotógrafo. Indefenso el dios Cinema, así es llamado cariñosamente por el resto de sus compañeros, recibe un sonoro bofetón que hace temblar las columnas de la Isla del Paraíso.

Almina sale disparada en una nave muy parecida a un platillo volante, monoplaza por más señas, y se dirige hacia un planeta de azul deshilachado y verde charca-cenagosa. Es llamado Tierra y sus habitantes se caracterizan por una actividad desenfrenada y estúpida muy cercana al surrealismo. Adecuado, piensa Almina, muy adecuado para aprender el manejo de la cámara regalo del buen dios Cinemascope.

Así fue como dieron comienzo las oleadas de avistamientos de ovnis. Pero fue un ser humano el primero en ver lo que luego se denominaría platillo volante. Almina enfocó el objetivo de su cámara hacia una montaña y de esta forma pudo ver, al lado de una diminuta tienda de campaña, a un voluminoso espécimen del género Hipo quien esos momentos la estaba saludando con su gordezuela mano en un gesto muy cariñoso de bienvenida.

Almina se dijo que nadie mejor que él para secretario de producción. Un humano conocedor de todas las debilidades de sus congéneres y de todos los paisajes hozados por sus pezuñas. Envió señales en morse apagando y encendiendo las luces de su nave y se dispuso a establecer contacto con el humano.

Almina sólo atinó a mirar a ese nuevo ser humano, remontándose al pasado del amor. Su cuerpo atravesó el umbral de la distancia, para leer entre lágrimas su despedida a Hermes:

Amado mío:

Me he quedado con el hombre que te habita, en lo real que nunca acaba, en ese semblante taciturno, en el vuelo de tu mente o los deseos postergados. En vos, en tu frontalidad, en la amargura y el encanto que te forman, en la tibieza del espanto, en esa bondad de espíritu o la fortaleza amarrada al hueco de tu vientre. En lo que representa tu figura, en todo lo que desearías hacer y no es posible, en lo tanto que te quiero, para darme cuenta que cuando más hablas de tu interior, más se enaltece en mí tu vida, me es imposible salir de este mecanismo que sólo te realza…, estoy atrapada en esa red que te hace distinto, único, inalcanzable. Dame tiempo, fuerzas, ganas, olvido, realidad, para deshacerme del hechizo; aunque también amor, deseo, felicidad, pasión, locura, perpetuadas y eternas. Me voy de este lugar, no quiero vivir así, sintiendo tus pisadas dentro de mi alma, salgo de esta ruina de lamentos para perderme en espacios y galaxias. Tomaré imágenes de otras vidas, confrontaré especies, cruzaré océanos, pero nunca dejaras de palpitar en mis latidos, amarte es mi pasión que ahora delego en este oficio de cineasta, por siempre tuya, Almina.

jueves, 6 de marzo de 2025

8M DEDICADO A LAS MUJERES






Ayer nuestras madres
Hoy nuestras esposas
Mañana nuestras hijas.
Siempre compañeras
Siempre luchadoras.
Hoy discriminadas
Mañana iguales
Hoy maltratadas
Mañana amadas.
Que mañana sea hoy
Tenemos que lograrlo
Tenemos que conseguirlo.
Son nuestras madres
Son nuestras esposas
Son nuestras hijas
Son nuestras hermanas
Son nuestras almas.
Son iguales a nosotros
Son los genes del universo.
Son lo que amamos
Son lo que somos
Son lo que seremos.
Son los espejos de la vida.
Están maltratadas
Están discriminadas.
Son humilladas.
Son asesinadas.
Que sean amadas.
Que siempre sean amadas.
Nuestras compañeras.
Nuestras iguales.

Nuestras hermanas.A LAS MUJERES

jueves, 27 de febrero de 2025

LUCIFERINO, MICRORRELATO

 







Título: Luciferino, un imitador divino


Microrrelato: Me esparce crema solar por el cogote y me da un pequeño coscorrón. Estoy boca abajo, sobre la arena. Luego escucho su voz. Es la voz de un político muy conocido. Me levantaría y le partiría la nariz, si no supiera que es el divino Luciferino, el mejor ventrílocuo del mundo. Puede imitar la voz de cualquiera, solo con escucharla unos segundos. Si lo sabré yo, su muñeco favorito. Me ha puesto tantas voces que ya no recuerdo cuál era la mía. A veces me olvido que soy su criatura. Sufro de múltiple personalidad, pero a él le da igual. No soporta vivir solo.

sábado, 22 de febrero de 2025

BLANCA NIEVES Y LOS SIETE MACHITOS

 


               

BLANCA NIEVES Y LOS SIETE MACHITOS

 

Así los llamaban en su pueblo montañés: los siete machitos. Se trataba de un grupo de amigos, de diferentes edades y características físicas. Entre ellos había un gordo, un flaco, un calvo, un orejudo... En cuanto a las edades oscilaban entre los veintidós años del más joven a los sesenta del más viejo.

 

Los siete tenían una cosa en común, mejor dicho, dos: todos eran muy machitos y más bien bajitos, digamos que enanos. Bueno, me olvidada de otra característica común: eran cazadores. En lo demás diferían tanto unos de otros como cualquier hijo de Adán y Eva.

 

Los siete trataban a sus mujeres como señores feudales y bromeaban al respecto (jaja, se reían los muy machitos), a pesar de que ellas los superaban en volumen y estatura. Hubieran podido con ellos de habérselo propuesto, porque además de enanos eran cobardes; pero uno se sugestiona con eso del monstruo y el dragón y anda un tanto medrosillo, incapaz de rebelarse contra nada y contra nadie.

 

Aquel fin de semana salieron de caza al monte, a pesar de la ola de que se avecinaba y contra la que habían advertido los del tiempo (¡los muy machitos!). Y a poco quedan allí, de no ser por Blancanieves. Una aristócrata, que enfadada con su madrastra, decidió exilarse en el campo, en su casita de madera montañesa. Donde pasaba las noches leyendo a los clásicos y los días recogiendo hierbas del campo. Así la apodaban los muy machitos, que bromeaban sobre su soledad.

 

Compasiva como era Blancanieves, arrastró a los siete machitos, de uno en uno y en trineo, hasta su casita de madera, bien caldeada. Allí los descongeló, les hizo beber calditos y comer carne de ciervo recién asada. Cuando se hubieron recuperado, en lugar de agradecer sus desvelos la obligaron a portarse como una criada, con cofia y todo (la pusieron el uniforme de la doncella de verano que encontraron en un armario). Los muy machitos reían entre ellos, comentando lo bien que Blancanieves calentaría sus camitas (la aristócrata invitaba a los niños del pueblo durante el verano y había instalado una docena de camitas, con peluches). Pero tuvieron que renunciar, porque sus escopetillas no se habían descongelado.

 

Antes de irse a dormir pidieron una infusión y Blancanieves aprovechó para servirles un potente bebedizo, hecho con las hierbas del bosque. Los siete machitos quedaron profundamente dormidos y no despertaron. La buena mujer levantó túmulos frente a la casa y los expuso a los vientos del crudo invierno, pero ellos no despertaron. Llegó el tórrido calor del verano, pero continuaron dormidos. Hasta que llegaron siete princesas de Monocó, principado nórdico, y les besaron en la boca.

 

Los siete machitos despertaron alborozados y las siete princesas les propusieron matrimonio, una vez divorciados de sus esposas legítimas. ¿Qué fue de los siete machitos? Actualmente friegan los suelos de los siete palacios de las siete princesas nórdicas, mientras ellas salen en las revistas del corazón, con un acompañante distinto cada noche.

 

¿Qué fue de Blancanieves? Su madrastra, sinceramente arrepentida, convenció a un aristócrata, joven, bello y simpático, un príncipe de sangre regia, para que le hiciera una visita veraniega. Se besaron, se enamoraron, se casaron y tuvieron siete simpáticos enanitos que fueron educados en el principio de compartir y no avasallar.

 

Y colorín colorado, este cuento chino... se ha acabado.

 

                   FIN