MANUAL DEL PERFECTO
HUMORISTA
INTRODUCCION
¿Se niegan a ser humoristas? Imposible. En realidad ya
lo son, aunque no acaben de creérselo. ¿Acaso no se han reído nunca?
-¿En serio que no lo han hecho? Entonces voy a
empezar a pensar que el planeta sufre una invasión de zombis.
-Bueno, bueno. Que no parece sino que usted está
centrando toda la esencia del ser humano en la risa. Basta con amar para ser
humano.
-Vale. El que ama es humano. ¿Pero seguro que los que
aman no se han reído nunca?... Imposible.
Eres un humorista. Convéncete. ¿Quieres dar un paso más
y transformarte en un perfecto humorista? ¿Sí? Entonces.....
PRIMER PASO
RIÉTE DE TÍ MISMO
-Colócate delante de un espejo y mírate sin trampas,
sin inhibiciones. ¿Qué ves?
-¿No te gusta la carrocería que han embutido tu
consciencia? ¿Y a quién le gusta?
-No llores con lágrimas de cocodrilo. RIÉTE....RIÉTE.
No es sencillo. Cuando los demás se ríen de tí, te
rebeles, brota el odio en tu interior.
-¿Por qué? Porque los demás ven en tí lo que ú no
quieres ver.
Deja de esconder la cabeza debajo del sobaco y
obsérvate con la consciencia limpia, sin miedo, con la imperturbabilidad de un
buda, que diría Milarepa.
¿Sientes deseos de llorar? No te contengas. Pero ríe al
mismo tiempo, analizando de qué te ríes y por qué lo haces.
CREA UN PERSONAJE CON TUS RASGOS FÍSICOS
Es indiferente que tengas la cabeza grande o pequeña,
perfecta o monstruosa. Que el cabello te caiga a las espaldas en melena
leonina o que seas calvo como bola de billar. Que la barriga no te deje ver la
punta de los pies o que la naturaleza te haya dada el cuerpo más despampanante
del universo. Sea como sea nunca estarás satisfecho contigo mismo. Y por
eso hacer una parodia a través de un personaje humorístico con tus rasgos no
será en absoluto complicado.
ERES BRUNELLI
Dibújate, descríbete y no temas exagerar tus rasgos. La
exageración es al humor lo que la patata a la tortilla de patatas.
Analiza cada uno de tus rasgos. ¿No son graciosos?
¿Estás seguro?
Esa manía de hurgarte la nariz, de mirar el reloj cada
diez segundos, como si eso pudiera detener el tiempo. Esa obsesión por
ponerte firme y mirar la punta de tus zapatos desde lo alto, a ver si la panza
ha disminuido y puedes alcanzar tu meta soñada.
Imagina que no eres tú quien lo está haciendo, sino tu
personaje, Brunelli. Ha vuelto a mirar su reloj de pulsera mientras te
cuenta un chiste. Sigue la escena hasta sus últimas consecuencias y tendrás una
parodia de tí mismo.
ANALIZA
TU CARÁCTER
Ahora viene lo más difícil. Pero es preciso que lo
hagas o nunca llegaras a nada en el humor. Analiza tu carácter con la frialdad
de un doctor Sun descabezado.
Bueno. No quieras hacerlo todo en un día. Tómate un
descanso y mañana seguiremos.
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