MR. TOPACIO, UN ASTRONAUTA DEL ESPACIO
VERSIÓN ESPECIAL DEDICA A LUNA
UN VIAJE ESPACIAL HACIA EL AMOR
-Aquí el puente de
mando del “InterpriseLove”. Les habla el comandante Topacio. Base lunar Alfa,
conteste… Conteste…Conteste…
Nadie contestaba en la
base lunar Alfa, pero Mr. Topacio, astronauta del espacio no se inmutó, ni
siquiera enarcó una ceja. La imperturbabilidad es lo único que puede mantener
vivo a un astronauta ante cualquier contingencia imprevista. Solía repetirles una
y otra vez a su tripulación.
Era admirado porque el
monitor biológico integral, conocido como el tonto del MBI, nunca dio un aviso
de ritmo cardiaco alterado. Ni una sola pulsación por encima del límite de la
imperturbabilidad. Ni siquiera la belleza del Cosmos profundo e infinito; ni
siquiera la sorpresiva y contundente explosión de una Supernova (y había visto
muchas) lograron nunca que el MBI, implantado bajo su piel, diera un aviso, ni
de clase verde-green, el más suave de los avisos.
…
-Aquí el comandante
Topacio, al mando de la nave intelestelar “InterpriseLove” de clase uno,
llamando a base lunar Alfa, contesten… Repito, contesten.
-Aquí base lunar Alfa.
Le habla el comodoro Spit. Lamentamos no haber podido comunicar antes, pero
algo extraño está sucediendo sobre la superficie lunar.
-Especifique
anomalías.
-Nos estamos
deslizando sobre la superficie lunar… Repito la estación Alfa se está
deslizando suavemente, muy suavemente, sobre la superficie lunar.
-¿Han bebido ustedes,
Spit?
-Negativo, mi comandante.
Aquí nadie bebe estando de servicio. El movimiento se ha iniciado hace unos
minutos. Es tan suave –como el deslizamiento acariciante sobre la piel de una
mujer- que nos costó darnos cuenta.
-Concrete daños en la
base lunar Alfa.
-Ninguno hasta el momento,
comandante. El deslizamiento es tan suave que resulta agradable, muy
agradable…Uuuummmm….
-¿A qué creen que se
debe?
-Negativo. La
computadora Hal 8000 dice no poseer datos suficientes. Ninguna hipótesis puede
ser aceptable en este momento.
-¿Un corrimiento de
tierra?
-Querrá usted decir de
luna.
-Déjese de chungas.
-Negativo, mi
comandante, el sismógrafo permanece inalterable… Un momento… Un momento…
…
-Se ha disparado una
alarma.
-Especifique.
-La temperatura está
subiendo, mi comandante. 20 grados Celsius, 21…22
-Prepare evacuación
inmediata.
-Uuuum. Aún no, mi
comandante. Esto es agradable, muy agradable… Uuumm….
-Acate mis órdenes,
Spit, o me veré obligado a formarle un consejo de guerra… Un momento… Un
momento…
…
-Está ocurriendo un
fenómeno extraño sobre la superficie lunar. Su blanco natural está pasando a
azul…azul celeste. Computadora de a bordo, ampliar dos al cuadrado…No solo eso.
Dos manchas acaban de aparecer. Parecen dos ojos. Uno de ellos se cierra y se
abre… ¡Cielo santo! ¡Me está guiñando un ojo! Una mancha roja… parece la boca
sensual de una mujer. Los labios se abren sensualmente invitando al beso…
-¿Ha bebido, mi
comandante?
-Se lo juro Spit, está
ocurriendo. Informe temperatura en el interior de la base Alfa.
-Subiendo…30 grados
Celsius, 31,32…
-Evacuación inmediata.
-No sea cenizo, mi
comandante, esto es muy agradable…Uuuumm
-Se lo repito,
evacuación inmediata. Es una orden.
Mr. Topacio no podía
creer lo que estaba viendo. El rostro azulado de la luna tenía ojos y boca… y le
estaba guiñando un ojo y le estaba lanzando un beso y la cara de la luna ya no
era la cara de la luna sino el rostro de una hermosísima mujer que no dejaba de
mirarle seductoramente.
A pesar de ello el
tonto del MBI no dio ninguna señal de alarma. El latido cardiaco de Topacio era
impecable. Este ordenó a su tripulación se pusiera en estado de alerta, pero
todos permanecían sobre el puente de mando, embobados, observando el fenómeno.
No hubo estado de alerta ni maniobra. Pronto el comandante Topacio quedó
prendado del rostro lunar y la nave “InterpriseLove” siguió la ruta marcada.
La base lunar Alfa fue
evacuada, contra la voluntad de sus habitantes que permanecieron en órbita
lunar a la espera de la llegada de la nave intelestelar, que se produjo 24
horas más tarde, tiempo durante el cual ni la tripulación de la nave ni los
orbitantes alfianos dejaron un solo segundo de observar la luna azulada que les
guiñaba el ojo y les tiraba besos sensuales. Sobre su suave piel continuaba
deslizándose la estación Alfa, ahora vacía y silenciosa.
·
* *
Mr. Topacio no perdió el tiempo. Ordenó a la
computadora de a bordo que pusiera en órbita la nave y a la tripulación que
procediera al rescate de los orbitantes alfianos. Él, por su parte, se embutió
en una escafandra y activó una de las naves de reconocimiento. El miedo hubiera
hecho mella en otro corazón más intrépido, no así en el de Topacio, que había
visto arder Orión y se había encendido un puro con las chispas de una
supernova.
La nave de
reconocimiento despegó de la “InterpriseLove” e inició un suave descenso hacia
la superficie lunar. Topacio estaba atento a los fenómenos que se iban
produciendo allá abajo. El radar le dio las coordenadas de dos cráteres que se
estaban rellenando y erosionando hasta adquirir la forma y contextura de unos
pechos femeninos. Un ligero hilillo de magma se petrificó, asumiendo la forma
de unos pezones.
Topacio comenzó a
ensalivar más de la cuenta. El monitor MBI disparó su alarma por primera vez
desde que fuera implantado bajo su piel en el primer viaje espacial.
-Ensalivación
anormal…Ensalivación anormal.
Topacio no le hizo
caso. El monte Olimpo se partió en dos y resbaló hacia abajo. La luna tenía
ahora piernas, unas piernas azuladas, perfectamente torneadas. El monte de
Venus se abrió y el humillo de una fumarola comenzó a ascender lentamente sobre
el vacio atmosférico. Pero no fue eso lo que comenzó a preocupar seriamente al
comandante Topacio, sino una voz suave, muy suaaavee, dulce, muy duuulce,
sensual, muy seeennsuaaal, que comenzó a escuchar en los cascos de su
escafandra. Tenía un acento agradable, muy agraaadaaableee, que el astronauta
tardó en identificar –tanto tiempo llevaba lejos de casa, en los espacios
intelestelares- sin duda se trataba del típico y acariciador acento mexicano.
Pero fueron las palabras que oyó las que dispararon otra vez la alarma del
monitor MBI.
-Ritmo cardiaco
inadecuado… ritmo cardiaco inadecuado…
No es que el monitor
MBI fuera tonto, como puede inducir a pensar sus repeticiones idiotas de la misma
frase, sino al contrario, la inteligencia artificial conocida como MBI, era tan
inteligente que se daba perfecta cuenta que a un idiota humano hay que
repetirle muchas veces las cosas hasta que consigue entenderlas.
Topacio no hizo caso,
cerró los ojos y dejó que la voz sensual de una mujer mexicana le acariciara el
oído interno.
¿Qué haría sin ti
amor?
Si tuviera de mi lado el sol
tal vez no te podría ver,
pero no lo está.
Tu eres toda mi luz,
eres aquella ave blanca, que se aventuró
a volar por los parajes obscuros;
Si tuviera de mi lado el sol
tal vez no te podría ver,
pero no lo está.
Tu eres toda mi luz,
eres aquella ave blanca, que se aventuró
a volar por los parajes obscuros;
Mr. Topacio, por
primera vez en su larguísima y profesional trayectoria astronáutica, perdió
completamente el control.
-Alarma…Alarma…Infarto
de miocardio… Infarto de miocardio…
-Calla idiota.
Esto es otra cosa muy distinta.
-¿Qué le sucede
Mr. Topacio? Parece claramente un infarto. Su corazón ha superado las 500
pulsaciones y subiendo. 501,502…
-¡Calla, idiota!
Esto es otra cosa.
Y Topacio se
golpeó el pecho, donde estaba incrustado el tonto del MBI, hasta hacerse daño.
¿Cómo explicar que aquello era otra cosa, indescifrable para una inteligencia
artificial? Las flechas de Cupido, las saetas de San Valentín, los cometas
ardientes de la puerta de Orión, habían impactado en el imperturbable corazón
de Mr. Topacio. Había ensuciado su limpia trayectoria de imperturbabilidad, ya
nadie podría decir nunca que el comandante Topacio era el único habitante del
espacio sin una sola alarma en su historial MBI. Sería degradado, sería el
hazmerreir de todo el mundo. Pero eso no le importaba, porque la voz de una
mujer mexicana, dulce y sensual, seguía susurrando a su oído.
El mar llora de no poderse acordar
de cuándo fue que se alzó la mirada en las crestas
por vez primera.
En eso, yo le puedo ayudar.
Sabes, ¿cuándo fue la primera ola de mar?
Ayer, cuando te besé.
El
comandante Topacio abrió los ojos. Estaba aterrizando sobre el valle de las
Tormentas. La nave lo hizo suavemente, como programada a distancia. Se deslizó
sobre la superficie lunar, como sobre la suave y cálida piel de una mujer. Aquella voz seductora, infinitamente
seductora, continuaba susurrando en su oído interno.
Mr. Topacio
no podía escuchar la tonta voz del MBI.
-Alarma
total, alarma total, constantes vitales en el límite. Velocidad de la sangre
2G,al cuadrado de 3, elevado a la enésima potencia. Ritmo cardiaco subiendo y
acelerando.2000,2001. Descompresión dentro de la escafandra, respiración
acelerada, a dos match ball de potencia. Descompresión producida por los
pinchazos en el traje espacial del vello erizado. Se está produciendo un fallo total de todos
los sistemas. Alarma verde, alarma roja, alarma azul…
Mr. Topacio
nunca supo que una voz de mujer mexicana había anunciado a la nave
InterpriseLove que en cuestión de minutos se iba a producir una explosión que
acabaría con el sistema solar. Tampoco supo que un monolito apareció
repentinamente cerca de la nave, se abrió, como una puerta estelar y tragó a
toda la tripulación.
Por primera
vez en la galaxia se produjo la explosión de una supernova, causada no por un
sol, ni siquiera por un planeta, sino por un simple y humilde satélite.
La luz se
expandió por la galaxia al tiempo que una voz machacona iba repitiendo una y
otra vez:
-Alarma
total…Alarma total… Temperatura Dos millones de grados Celsius y subiendo.
Alarma total… Alarma total….
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