MANUAL DEL PERFECTO HUMORISTA II
¿Ya han descansado?... Pues seguimos el largo viaje
hacia la meta del humorista perfecto.
Estábamos en eso de psicoanalizarnos para descubrir nuestros
defectos y poder parodiarnos con causa y motivo.
-Bien. Pero alguna cualidad tienes. Eso seguro. Nadie es
perfecto. Eso es cierto, aunque también lo es que nadie es absolutamente
imperfecto. ¿Eres generoso, espiritual, bondadoso? Entonces ya eres el profeta
Milarepa.
-¿Es imposible reírse de la bondad?
-En absoluto. Exagérala y te reirás de Milarepa bilocándose
en multitud de clones para ayudar a un millar de personas a la vez. ¿No se te
ocurren situaciones graciosas al respecto?
CÓMO APROVECHAR TUS PROPIOS DEFECTOS PARA CREAR PERSONAJES
-¿Estás siempre pensando en el qué dirán y no vives si
alguien dice algo malo de tí?
-Ya has creado al matrimonio Durán, esclavos del qué
dirán.
-¿Que eso no es gracioso? Imagina que tus personajes
van por la calle y que unos les dicen que van vestidos como bufones, con ropa
muy chillona. Entonces regresan y se cambian. Negro. Vuelven a salir y otros
viandantes comentan que parecen enterradores....Regresan, se cambian de ropa de
nuevo y ahora dicen que... etc Finalmente terminan por desnudarse en plena calle
y les señalan y gritan que son unos pervertidos.
¿No es graciosa la escena que he descrito? Si la trabajas
bien puedes estar escribiendo una escena antológica de una comedia. Basta con
que sepas utilizar los trucos humorísticos que llegarás a conocer a la
perfección si continuas leyendo este manual. Una vez tienes al personaje y su
defecto, el sacarle partido es simplemente cuestión de técnica.
EL HUMOR ES INFINITO EN CUANTO A LOS TEMAS Y LOS PERSONAJES
Es imposible que te bloquees al crear un personaje o tratar
un tema si sigues las normas de este manual, puesto que el humor es infinito y
universal. Puedes psicoanalizarte hasta la extenuación y siempre descubrirás
algo nuevo. Un billón de defectos y una docena de cualidades (las cualidades
son más difíciles de encontrar). No importa. A todo le sacarás partido.
-Ya eres un gran humorista. Puedes estar seguro. Y eso sin
haber dejado de reírte de ti mismo.
-Te queda reírte de los demás. Por lo que puedes multiplicar
tus posibilidades humorísticas geométricamente. Por un millón, por un billón,
por mil billones de billones. Sí, porque si no hay tantos seres humanos sobre
el planeta, los ha podido haber si sumas los que han fallecido y sino imaginas
los que habrá en el futuro.
-ASÓMATE A LA VENTANA
Y verás bullir a un cósmico hormiguero. Tu humor se está
expandiendo, expandiendo... como tu consciencia. Exactamente igual. Porque es
tu consciencia la que se expande cuando observas a los demás como objeto
humorístico. Y así hasta donde tu vista alcance.
-Ya puedes reírte de los demás, puesto que te has reído d ti
mismo con la crueldad que no sería capaz de emplear ni el asesino de “La
matanza de Texas” con su sierra mecánica. Te has cortado en pedacitos y los has
arrojado a los perros de presa. ¿Quién podría reírse de ti con la saña con la
que tú ya lo has hecho?
¿Entonces tienes miedo de que los demás te devuelvan la
pelota que les has lanzado y se retuerzan de risa al verte?
En absoluto. Hasta puede ser divertido. Ahora sí, ahora
estás preparado para dar el segundo paso.
SEGUNDO PASO
CÓMO REÍRSE DE
LOS DEMÁS.
Ya sé que estáis ansiosos por hacerlo. Y os lo merecéis,
porque antes os habéis destripado a vosotros mismos tronchándoos de risa al
mismo tiempo. Pero un poco de calma. Respirad profundamente porque aunque sea
muy divertido reírse de los demás no hay que perder el control.
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